El alquiler del cielo
Mientras algunos piden limosna para / pagar el alquiler del cielo,/ yo aguardo que venga la calle correcta/ pero me pongo nerviosa y salgo / por la calle de los domingos./ Menos mal que siempre/ guardo un camino de vuelta/ aunque no sepa exactamente dónde.
Leer másPoemas al muchacho azul
¿Será esta noche lluviosa y azul/ en la que nos hundamos ebrios en el silencio?/ Bajo la sombra en la oscuridad de algún parque/ ¿gemiremos abrazados de nuevo los dos?/ ¿Por qué en esta vieja taberna siempre/ me buscas tú y yo te busco solo?/ Solo de día pero sediento de noche/ sediento de tu voz, de tu baile, de ti…
Leer másqué es realmente un punto ciego
entonces, miro el desierto, viento cadáver, carretera sin final,/ terreno irresoluto, irascible e infinito, donde toda la verdad se/ presenta a sí misma como una muerte sin fin, como un espiral/ de arena, de sed, de destierros involuntarios, pero así me uno/ y así huyo de ti y de mí…
Leer másEl dinero solo sirve para nombrarme
Concretamente/ me siento atrapada/ entre espejos./ Entro a internet/ como entrar a un campo/ de amapolas,/ algunas zonas vigiladas/ por esclavos,/ me siento más/ como un tallo/ que resiste.
Leer másUn bosque para Vicente Rojo
En el memorial, frente a la urna resguardada por una estela de parota, una espiral de 32 círculos —elemento característico del calendario solar mexica— hechos en madera de tzalam, es expuesta de forma vertical: brota del muro donde reposan los restos de la pareja; gira y se proyecta hacia adelante, hacia la mirada de quien la observa.
Leer másPaladeando la carne divina. Un poema-viaje de Jaime García Terrés
Bajo el entendimiento del poeta, si bien la palabra poética brinda a lo sumo una proximidad subjetiva con el fenómeno místico, reconocida bajo la operación de “poemarizar”, esta se complementa con el lenguaje científico. No es ciencia, pero es necesaria y consustancial al saber científico.
Leer másUn gesto que nunca sé decir y que no digo
Porque dices que no/ a lo que encuentras;/ porque saber te colma/ de aciaga luz el buche;/ porque dudar/ te mortifica tanto/ como entender y estar de acuerdo;/ porque un día te esfumas/ como la gata parda/ de la fábula…
Leer más“Los cajones del invierno”: Alejandra Pizarnik en la NRF
El bosque estaba oscuro, es por eso que las hojas suspendidas de las ramas amenazaban con negro y no con verde. “Todo es mentira, pensaba, hasta lo que me decían del color de las hojas”. Tenía tanto miedo que ya no sabía si avanzaba o retrocedía.
Leer másesa tarde comenzaba la historia sin fin
tu madre nos llevó a ver rápidos y furiosos/ y en las escenas de sexo/ nos tapó los ojos de espanto/ luego le volvió el cáncer / y con ese mismo listón del conejo/ y tus enormes dientes frontales/ te llevó consigo al país de tu padre/ mucho tiempo después/ un enemigo nuestro me contó que tu madre había muerto / que tú te quedaste a vivir con tu padre/ y ya no volverías
Leer másEl reino de lo mudo
Ingrid Valencia es poeta melómana y versora gráfica. Ha participado en festivales de poesía en México, Canadá, España y Colombia. En 2016, obtuvo el Premio Internacional de Poesía Pilar Fernández Labrador de Salamanca, España, por su libro Oscúrame.
Leer másPabellón Alesi o el fade out de nuestra propia sombra
Este Pabellón Alesi, por muchas razones, es verdaderamente impresionante: se centra en la figura del italiano Eros Alesi, poeta atormentado que abandonó muy joven su terrible situación familiar, deambuló por África y Oriente, acudió a las drogas y se suicidó en 1971, a los diecinueve años de edad. Con él, Matías acude a otros personajes como si se tratara de visitar un pabellón de almas torturadas, el lugar de los poetas “malditos”.
Leer másUn vuelo voluntario hacia el abismo
Vi la última palmera/ cortada esta mañana./ Desmembrada, no emitió sonido alguno./ Sus pequeños troncos calientan en el horno/ la conciencia congelada/ de otro duro invierno./ Antes de que esto ocurriera los leñadores/ hábilmente la habían desnudado.
Leer másElisión y elusión. Una conversación en torno a Medusario (segunda parte)
El éxito de Medusario, creo, nos sorprendió en su momento: en el comienzo, por razones que tienen que ver con mi modo de percibir mi existencia, el trabajo de hacer poemas, mi necesidad (hasta la fecha) de no desviar el eje de esa existencia, protegiendo por encima de todo el hecho de escribir poesía, en una casa, en el seno de una familia, entre cuatro paredes…
Leer másAún nos reunimos al ver fuego
¿Pena de muerte?, se la ganó el mosquito por zumbón; se la ganaron dos, tres bichos cuyos nombres no quise aprender; y ¿el ratón? Llámale peste. Remojar el pan en la sopa, es una de las pocas tradiciones que no odio.
Leer másLa dirección del equívoco
Garabateo en la penumbra que compartimos. Duermes y me tocas con los gestos de cuando estaba embarazada. Mis ojos se entrecierran. Seremos intrauterinas dentro de nada.
Leer másLa rentabilidad del nuevo credo
Muerto no te levantes de la tumba no abordes la piragua en el trayecto opuesto pues nunca se regresa al mismo sueño Muerto espérame no te levantes que yo no necesito ataúdes ni zapatos, aquí abajo la cartografía se pierde en el baile que da aliento a los temblores Ni se te ocurra muerto ni se te ocurra
Leer másDiciendo otra vez
mi paz yace en la niebla que se retira cuando deje de cruzar estos largos umbrales móviles y vivir el espacio de una puerta que se abre y se cierra
Leer másElisión y elusión. Una charla en torno a Medusario (primera parte)
Otra observación sería trazar el neobarroco, como heredero del barroco de Indias, la exacerbación que se dio en la cultura latinoamericana y que tanto Lezama Lima como Carpentier presuponen como un signo de identidad de este continente. Mientras Lezama apunta a la hibridez cultural en lo hispano-indígena (en el arte del quechua Kondori) o en lo ibero-africano (en la obra del escultor Aleijadinho), además de destacar la gran figura de Sor Juana, Carpentier lo visualiza como un todo que se enhebra desde su flora y su fauna, como años antes lo había hecho Breton para referirse al surrealismo como rasgo inherente a México.
Leer másEl sacramento verde ángel (fragmento)
Alas verde ángel, la luz disuelve lo verde ángel/ un ala disuelta/ en la luz, la nada de esa ala: la luz verde ángel/ de esta ala, solo en la nada/ el ángel, solo en la nada/ alas en la nada/ ¡Ángel!/ no sé quién te da a luz a ti…
Leer másNo entiendo por qué las abejas deciden morir en casa
pienso: cada edificio que construimos/ le quita a alguien una montaña,/ y algunas montañas que conocemos/ simplemente como cúmulos de tierra/ y rocas accidentalmente altas son/ en realidad/ cementerios antiguos./ como ese cerro triangular en el medio/ de comodoro rivadavia, ese que de noche/ se desprende de a poco en las tormentas/ de viento más violentas que pasé/ en mi vida. este edificio es un cementerio/ de abejas, específicamente, mi casa.
Leer másUna (re)lectura de Carmen Nozal
La poesía logra, como decía Baudelaire, una especie de “bosque de correspondencias” entre las palabras. A la hora de escribir, Carmen no está diciendo: “Ah, voy a hacer esto, a este ‘como’ le voy a poner el acento y a este no le voy a poner el acento”. No. Está escribiendo con la libertad que le dio el haber creado durante mucho tiempo, durante mucha soledad, durante mucha compañía, estas posibilidades de movimiento.
Leer másTrece formas de ver un temporal de fantasmas (segunda parte)
La traductora Eva Hesse, que trasladó a Ezra Pound al alemán durante muchos años, lo consultó acerca de una duda sobre un pasaje y, al escuchar su respuesta, se tomó la libertad de comentarle que había escrito lo contrario de lo que había querido decir. Pound le respondió en el acto: “¡Maldición! ¡No traduzca lo que escribí, traduzca lo que quise escribir!”
Leer másLa escritura parasitaria de las plantas
La noche aquí no es nuestra./ No tiene puertas,/ no se puede estar mucho tiempo/ aquí abajo, junto al río,/ se consume el tanque de oxígeno,/ las nubes de insectos,/ campanadas urticantes que anuncian/ el toque de queda,/ sostienen pedazos de aire,/ nos marcan sus constelaciones/ de sangre viva…
Leer másPosibilidades de la lengua que habito
Habitar una lengua que es nave que es una ballena en las heladas aguas del Pacífico que aúlla, ulula y cría a la cría o crío, al sujeto gestado, ¡qué gran batalla de la lengua por emerger en la voz! Una voz que se hace uno una une gramatical y orgánicamente como el crecimiento de los virus y las bacterias en ecosistemas naturales innaturales, diseños de une voz ad aeternum.
Leer másNegro, negro, negro, negra soy!
Al fin, al fin comprendí (Al fin!)/ Ya no retrocedo (Al fin!)/ Y avanzo segura (Al fin!)/ Avanzo y espero! (Al fin!)/ Y bendigo el cielo/ Por que quiso Dios/ Que negro azabache fuese mi color/ Y ya comprendí (Al fin!)/ Ya tengo la llave
Leer másAsisto a una ceremonia fúnebre en la playa
Estoy sentada en un bosque en la cumbre de una montaña. Hay un camino entre los árboles. Un ciervo tras del otro salen del camino. Sus astas son enormes y hermosas. Están serenos y sin miedo. Alguien está sentado a mi lado. No se sabe quién.
Leer másTrece formas de ver un temporal de fantasmas (primera parte)
La materialidad de las letras, la belleza de la lengua en la página, los sonidos intuidos de la pronunciación desencadenan un deseo físico de acercarse a esa lengua y superar el “screen”, el velo o el tabique de separación de la propia lengua.
Leer másGanadores del Concurso Universitario de Poesía Visual Joan Brossa
Ganadores del Concurso Universitario de Poesía Visual Joan Brossa y piezas visuales.
Leer másControl de calidad
Alan Armas de la Rosa es escritor y artista audiovisual. Colabora ocasionalmente en Revista Marabunta. Su trabajo como realizador audiovisual ha formado parte de diferentes muestras y selecciones nacionales e internacionales de cine y video experimental.
Leer másAquí uno pasa por la oscuridad
Los crujidos nocturnos y un silencio/ irreal: hojas, voces lejanas, un chapaleo/ tal vez de grandes peces en el lago. También la luna/ que pasa tiene su voz/ lunar, de cabra amarilla. Y es tu turno,/ esta vez, de velar/ por mí, por mi respiración/ que a cada rato se disipa en la oscuridad.
Leer másUn bohío en la tundra
Aquí tienes león hambriento un cangre de yuca fresca/ Para que lo devores./ Y se lo pone en la boca como diez caramelos/ O como diez chocolates./ Rumea el olor del dulce y el olor de los mangos maduros./ Piensa en el sabor cristalizado/ Cómo se deshace en la saliva de su lengua áspera.
Leer másComo la maza de los héroes. Siete poemas del jeque Reza Talabani
Cuando la verga se despierta no pregunta,/ ¿extraño o pariente? Su maza tunde por detrás/ y por delante. Tengo una verga gruesa,/ que se ha metido en angostos agujeros/ hasta herirse la cabeza. Magulló sus ijares/ hundida hasta el cuello en otra piel.
Leer másUn lugar para equivocarse
Estar en el mundo/ como lluvia./ Cuando digo mundo/ quiero decir/ las puertas/ que aprendí a cruzar/ porque mi soledad/ me necesitaba.
Leer másLa llama de las otras
Leyendo Campamento de supervivencia de Jimena Arnolfi he pensado en ella y en lo importante que es para nosotras tener esas voces mentales extraordinarias dándonos ánimo en los momentos de flaqueza.
Leer másEditar poesía: Pre-Textos
Ver el libro antes de que el libro esté concluido, reconocer al verdadero poeta antes de que sea sancionado por la crítica. Esa crítica que habla de una cosa que quizá entienda, pero que en el fondo no comprende. En fin, mi mayor reto como editor es la búsqueda de la autenticidad.
Leer másPor qué temer a los dinosaurios
monstruos extintos/ miedos conjurados/ en la pantalla/ y en las exhibiciones / de reptiles gigantes / accionados por computadora/ —¡la palabra de la década!—/ a los citadinos / de mi generación/ nadie/ ningún cómic/ ninguna película/ ningún juego de video/ nadie/ nos enseñó a temerle/ al verdadero monstruo
Leer másCasi todos tus mitos personales
Yo/ nunca/ sabré cómo jugabas con tu madre en la cama una mañana de sábado y la luz entrando por la ventana./ Yo nunca/ sabré cómo tu abuelo pronunciaba las sílabas como alargando el tiempo/ mientras pelaba una manzana;/ los abuelos nacen viejos. Yo seré, algún día, una abuela./ Nunca sabré cómo era tu padre antes del accidente
Leer másLa hermana república del exterior
Tengo un sueño recurrente: soy una letra bípeda que pasa de página en página perseguida en cada cambio. Cuando leo temo que la página se sienta abandonada.
Leer másMontar un caballo enfermo bajo la lluvia
El pesado oso en mi espalda trepa por mi espina dorsal y me encaja sus garras cada noche. Busca, olfatea y encuentra mi útero de miel lo mastica incesante hasta que se atora entre sus dientes.
Leer másRespecto a la traducción de un poema de Philip Larkin
La edición de los poemas completos de Philip Larkin revela un aspecto interesante de su producción: son más los poemas que no publicó en vida que los poemas publicados. Los primeros ocupan doscientas páginas de la edición, mientras que los textos publicados por el poeta solo abarcan ciento veinte páginas. Aunque prolífico como escritor de cartas y autor también de diversas novelas y textos narrativos, Larkin fue principalmente conocido como poeta.
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