¡Upa!
Aprenderíamos a hablar y a desplazarnos
casi al mismo tiempo: ¡upa!
:gatear y balbucear, ¡upa!: traslación: de la mente al movimiento al sonido: mamá, ¡upa!, brazos hacia el cielo, traslación, polichinela, como los muñecos en el pimpampum: ¡brazos!
¡upa!
Soy el hijo que es niña, el primogénito que baila y levanta los brazos para que le carguen mientras le cantan: polichinela.
Soy un cuerpo con una desinencia que marca que nada y levanta los brazos ¡upa!
Sin desinencia, solo soy.
Los criterios en juego son semánticos o formales: para la asignación: desinencia que marca, -a.
Soy el cuerpo con desinencia gramatical que quiere ser arquitecto: polichinela: soy la que: su corazón semántico: construiríamos un caso/una casa, ¡upa!
El sexo biológico es solo uno de los criterios semánticos en los que se basa la distinción de género en las lenguas: Corbett (1991: 30-31) cita entre otros: animado/inanimado; humano/ no humano; macho/hembra; grande/pequeño; comestible/ insecto.
En traslación soy somos seríamos una posibilidad de decir que un corazón semántico habito a mí, ¡upa!: mi mamá me mima a mí y a mí mar: bailo como los muñecos y muñecas en el pimpampum ¡upa!: marina me muevo, tocada sintácticamente, estoy: polichinela con desinencia, brazos arriba, ¡upa!
Ovulación
Hay un uso androcéntrico de la lengua en que habito:
No hay una usa andocéntrica del lenguo en que habita:
Los óvulos masculinos han sido fecundados para la evolución humana.
La ovulación y la respiración son marcas de humanidad.
El hombre ha parido millones de hombres en la historia de la humanidad:
Es de vital interés para el desarrollo global, investigar sobre la ovulación masculina y establecer estrategias para disminuir los problemas ocasionados por cólicos vinculados con la ovulación de los varones laboralmente activos, ya que su incidencia provoca una merma en la productividad económica.
Como los muñecos en el pim pam pum
Emitir sonidos con la voz:
Echar a andar: un pie después del otro, como los muñecos, arza pa’rriba y baila: mueve: habla: ulula: camina: anda.
Habitar una lengua que es nave que es una ballena en las heladas aguas del Pacífico que aúlla, ulula y cría a la cría o crío, al sujeto gestado, ¡qué gran batalla de la lengua por emerger en la voz! Una voz que se hace uno una une gramatical y orgánicamente como el crecimiento de los virus y las bacterias en ecosistemas naturales innaturales, diseños de une voz ad aeternum.
Habitar una lengua que es nodriza y acoge en una blancura y exquisitez, grandilocuencia y razones argumentativas que contrastan con la eclosión y la maternal locura errática y rebosante poemática de la lengua que emerge como los muñecos en el pim pam pum: una lengua que se expande como vía láctea que se derrama y entibia en la galaxia…
Habitar un desconcierto que asume la posibilidad de verbos de pronunciar multiplicidades si el sujeto sujeta tienen edad lingüística o lúdica o aún maman del pecho:
lactantes en lactarios de larvas que los señores acondicionaron para ubicar zonas innombrables tabúes porque algunes persones nacieren grandes y morales y juzguenes y resueltes y amarguetes y brutelmente cuadredes y pareciere que entre les paisenes y les militares el dede de le corrección es indirectamente proporcional a la leche al canto y a Sarita Montiel.
Posibilidades de la lengua que habito
La lengua que habito mana de mi madre: un manantial un ojo de agua en aquella montaña bajo la tormenta: la lengua que habito es una posibilidad y miles: un río que brota de su voz cantando polichinela con Sarita Montiel mientras echo a andar: mi mama me amamanta con una lengua que canta y juega: desbarata sus orillas: una lengua franca enclavada en un bosque tropical inexplorade.
Las posibilidades de habitar una lengua se translocan: caminar y cantar ajenas coplas, nanas sin sentido arrullos: orillas: aullidos de hembras que se reconocen en sus gestos:
mi madre canta y ulula en las heladas aguas del pacífico mi madre y Sarita Montiel somos un origen marino mamífero cetáceos en manadas voces que manan infinitamente en un océano que se entibia a veces y acoge espacies, se esparce, canta, aúlla:
una diseminación de gestos, una posibilidad exótica votiva de aves en parloteo y expansiones: mi madre canta mamífera y orilla: ave arrulla aúllo cría: río:
orígenes de voces que se escapan a bases de datos de palabras de una lengua que se supone precisa prescriptiva prescriptive: agua
la lengua que habito se echa a andar tambaleante
como los muñecos en el pim pam pum.
Amamantar
La agua: le ague: la leche: le leche: orígenes: vía láctea y desinencias que se traban ab origen de une lengue que habito y en desinencias exuberantes nutricias que brotan de mujer que canta boleros y mira las estrellas a lo lejos y discute increpa baila un destine camine más de caza de bisontes que de encogimiento de hombres hombros en castillos relucientes de señorita de su casa: su hogar es el mundo entero:
desinencias que se maman de pechas tetos biberonas en las aguas los brotes la azul el azul sustancias y alimenta en sistemas circulatorios nutricios canciones que la leche crían y alebrestan:
marcas de género tendencias vestigios que se pierden en el noche y en la día: cata canta aúlla la centinela de un ejército corrector y prescriptor a mi mu me mima la locura en la cabeza que se deschaveta.
Poemas del libro La huella posible. Poetas que escriben la ruta. Editado por Andrea Fuentes y publicado por la UAM Xochimilco en 2020.

Autor
Maricela Guerrero
Ciudad de México, 1977. Ha estudiado, escrito y trabajado en distintas instituciones públicas. Es autora, entre otros títulos, de Desde las ramas una guacamaya (2006), Se llaman nebulosas (2010) y El sueño de toda célula (Premio Clemencia Isaura de Poesía, 2018). Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.