Ortopedia

Hay limadura de hierro en el pelaje,
en las nubes,

en tigres magnéticos que descepan
un gorila al ecuador

con un arrastre de intensidad prehistórica
sin cuenta de días.
 
Busco una sombra
en la estepa, morfina,

una semilla de fricción
que no detenga mi especie.

 
*
 
Mi madre está en silencio ante el gorila gris

con el dolor de una manada
atenta al precipicio.

Una avispa de ruido los diseca

y el agua pierde peces transparentes
que tintan lo rojo sin profecía

las frutas:

están llenas de niebla.

“Hubo un gorila plata”
son cuatro palabras;

“la agonía” mil páginas
que nadie querrá leer en este siglo.

 
*
 
Si son cuervos, dispara al aire
(nunca ha muerto una nube
que yo sepa).

Igual si ves toros o gorilas:
dispara al agua y no la bebas.

Busca y mata al tramoyista
(no es un hombre, es una idea;
olvidarás que existe).

Cuando estés contento me
regresas el rifle que quiero colgarlo:
me gusta un chingo su pátina.

(Intenta no soñar que llueve,

porque se oxida si no lo limpias.) 

*
 
Lo juro borraré mis grullas
—sean bellas sean falsas
salpicaduras en las fotos.

Medio millón de plumas
migra la imagen de pájaros

que pican la imagen
de otros pájaros que pican

su nido de opio:

pequeños signos

pintados por nombres glaciares de mi pierna
y peces

que siguen vivos
—azules de tanta agua.

Qué carnicería el agua helada perforando el agua helada!
Qué masacre de átomos el hielo!

Qué demolición de arquitectura
los huesos compactados!

Trauma de alta energía: contra toda prueba amanece
—ahora, mañana y después de mañana

hay más pájaros que pollos picando el mismo grano sin sentido
(el grano) que es el mundo.

Antes de diluirse, las grullas
se esconden en la nieve
y los niños juegan con sus picos.