enero 2019 / Inéditos

Cierta gracia discontinua

[r. lira]

cuando yo escribía
cuando yo le daba cierta importancia
a mi trabajo, lo pronunciaba
como quien canta un dazibao

palpable, corpóreo.

eran tiempos en que había un actor
en mi cabeza que hacía tu papel
mejor que yo, emitiendo troqueos
dáctilos y espondeos.

pero la lluvia le dijo al viento
empuja tú, que yo azoto
y ningún amor se prolongaba

John Donne, Ann Donne, undone.

de alguna forma todos huían, todos
me evitaban y también, de alguna
forma, yo los perdonaba. pero a ti nunca, Quezada

que me dejaste fuera del programa.

el postulante no tenía locomoción propia
lo sé. el postulante buscaba con suma urgencia
una dama, lo sé. el postulante trataba
a todo el mundo como Neftalí.

¿era eso lo que les hacía cierta gracia
discontinua? estar lejos de ahí, celebrando
la triste incomodidad de la gallada
con mis perturbaciones?

bueno, llegó la hora de borrar.

alegría alegría
un poeta no es muy importante
siempre habrá otro.

 

[j. cuesta]

un joven en veracruz tocando un violín
tocando un violín y aprendiendo la tabla periódica
aprendiendo la tabla periódica y comiendo tamales en casa de lupe marín
comiendo tamales en casa de lupe marín castrándose con una navaja poblana
castrándose con una navaja poblana e internándose en el viejo hospital de tlalplan
internándose en el viejo hospital de tlalplan eligiendo un barrote y uniendo tres sábanas.

 

[r. virchow]

He hecho muchísimas autopsias y jamás he encontrado un alma/ Más bien fragmentos de ensayos, sonetos flojos, versitos sueltos/ Para ser sincero, escritos torcidos, tramposos, que revelan/ Una vida vacilante de doctor universitario, de poetario, de trotalateras/ Es que he

Hecho muchísimas y adentro, para ser franco, hay cualquier cosa, pero lo que podemos llamar trascendencia, de escasa a poca/ A veces una rima se salva, una lectura en colegios, una carta rogando postergar el cobro de arriendo/ La postulación a una beca, una demanda/

Pero en general todo lo que hay adentro es engaño, mitad sainete, mitad falsete/ Hombre, también he abierto Lagartos, Cotorras y Organizadores de Eventos/ Coyotes, Zorrillos, Coaches Ontológicos, Jaguares, Vendedores de Batidos Nutricionales/ Ahí sí que he encontrado talento, no sé si alma, pero más verdad, más entrañas,

más proyecto.

 

 

* Estos tres poemas corresponden a la versión final y aún inédita de Elabuga.


Autor

Yanko González

/ Santiago de Chile, 1971. Es autor, entre otros libros, de Metales pesados (1998), Alto Volta (2007, Premio de la Crítica), Elabuga (2011) y Héroes civiles y santos laicos. Entrevistas a escritores chilenos (1999). Junto a Pedro Araya, es autor de las antologías Carne fresca. Poesía chilena reciente (2002) y Zurdos. Última poesía latinoamericana (2004 y 2005). Ha sido incluido en numerosas antologías de poesía chilena e hispanoamericana, entre ellas, Cuerpo plural. Antología de la poesía hispanoamericana contemporánea (España, 2010), Doce en punto. Poesía chilena reciente (1971-1982) (UNAM, 2012) y The Alteration of Silence: Recent Chilean Poetry (Estados Unidos, 2013).

enero 2019