Ya es tiempo de que la piedra se digne a florecer
El otoño come de mi mano su hoja: somos amigos./ Pelamos el tiempo de las nueces y le enseñamos a partir:/ y el tiempo vuelve hacia la cáscara./ En el espejo es domingo,/ en el sueño alguien duerme,/ la boca dice la verdad.
Leer másAlgo se rompe
Esta soy. La que vive en casa de su mamá. La que no deja platos sucios en la cocina después de comer. La que no fuma. La que sube los escalones quedito, con cautela. Después de todo, es la casa de mi mamá. No puedo hincarme frente al retrete y vaciarme a arcadas sin sentir que estoy ofendiendo a alguien.
Leer másCuando me hiero, salen criaturas
El trabajo de Mónica Álvarez Herrasti se ha presentado en Italia Honduras, España, Cuba, Alemania, Estados Unidos y México en más de 50 exposiciones tanto colectivas como individuales. Ha sido reconocida con el Estímulo a la creación artística otorgado por el Fondo Municipal de Cultura de Saltillo, en el 2006; fue becaria del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes a través del Programa Jóvenes Creadores 2004-2005, y el programa Estudios en el Extranjero 2000-2001 y 2001-2002; recibió el Estímulo del Instituto Nacional de Cinematografía de México en el área de Guionismo en el 2004. En el 2012 fue beneficiaria del Programa de Residencias Artísticas FORCA para artistas del Norte de México. En 2012 fue acreedora al apoyo de Proyectos de Inversión en la Producción de Pintura Nacional del INBA.
Leer másLa mirada viene antes que las palabras
Dicen que ser poeta es, de por sí, cosa rara y a veces hasta incómoda. Quizá por eso Platón expulsó de su República perfecta a poetas y artistas, porque no hay forma de mantenerlos alineados, desobedecen, transgreden y ponen en peligro las buenas costumbres.
Leer másFree Style
Algo de demonio feliz en tu sonrisa / Una constatación de servir a una causa aparente y perdida/ Es decir la esperanza con ojos de mar nocturno en que florece el reflejo / De la luna y las estrellas/ Como si el verso acampara/ Bajo esa noche fresca/ He despertado con tu sonrisa tajeada / en todas las paredes de mi calle
Leer máscuando el rayo del sol hace lo suyo
estar como un árbol/ en plena mañana sin espera/ cuando el rayo del sol hace lo suyo/ o las nubes calman el ardor de la tierra/ en ese instante justo/ en que la gota mece su calma/ antes de estrellarse
Leer másLa alfabetización del éter
Su nombre vino antes y los nombres deben venir siempre al final./ Tal vez por eso no me dio la bendición./ Tal vez por eso no traía varita mágica./ Hablaba de mi abuelo como si yo hubiese estado con él algún día./ Y acumulaba dinero y periódicos escritos con tinta de plomo. / Tal vez por eso su voz sonó metálica cuando azotó la puerta del carro./ Fingiendo una consulta médica./ Su nombre vino antes y una invitación para ir de compras./ Tal vez por creer que el mundo estaba en venta.
Leer másEso, decir eso, sin saber qué
Sola/ entre peldaños de mármol/ tirita en la sala / y asume lo irreversible:/ volver al jardín por la tarde/ abrazarse entre arbustos/ quemar la base/ y esperar veinte años para decir/ un dos tres por mí
Leer másInvitación a la lectura de Adrede: cuatro poemas comentados por Gerardo Deniz
Arduos y sutiles, exquisitos y multiformes son los poemas de Gerardo Deniz. Su propuesta “antipoética” expresa más bien una idea de la alusión como método compositivo, pues no solo la “parodia” puede ser tan “auténtica” como el original, o aun más, sino también las citas, las referencias y las alusiones son parte de una tradición de raigambre clásica, a la que Deniz se adscribe (Garcilaso, Góngora, etc.), y a la que también pertenecen los comentarios a sus poemas, si acaso su rareza estriba en que es el propio autor quien anota sus versos.
Leer másConversaciones con Dios
Si fuera cuestión de paciencia,/ hace milenios hubiera producido un desastre natural/ que exterminara a los hombres./ No es paciencia porque cualquier paciencia ya hubiera reventado./ Yo no tengo paciencia./ Es cuestión de curiosidad./ Soy Dios, pero soy curioso./ ¿Acabará primero el hombre con el mundo/ o será la naturaleza que acabe con los hombres?
Leer másComo en un remolino hecho de cosas
La aurora en Nueva York fue blanca. No hubo celeste/ en la ciudad./ Nueva York encerraba toda Europa, pero con su sentido cuáquero/ del mundo,/ nacida de las islas,/ como hubiese navegado a través del Mar del Norte./ Encerraba vajilla inglesa, armaba puentes de hierro dos veces/ más largos, barrios de Londres, niebla/ del Riachuelo, con una voracidad cosmopolita como nunca se vio.
Leer másLas infaltables compañías
La sal de las palabras/ me adormece los labios./ Los demonios desterraron mi nombre/ con su lengua aprendiz/ para oficiar silencios./ Y yo, innombrada,/ sonriente/ aprendí que el deseo/ no puede enumerarse
Leer másLos términos de vuestras posesiones
Os pensáis libres / cuando, exhaustos, corréis / como cazadores / buscando una presa en el cielo y/ poniendo a tiro/ vuestros deseos/ (pero fueron ellos,/ disfrazados de voluntad,/ los que hace tiempo/ decidieron/ hacer nido en vosotros).
Leer másVerónica Aranda: la ceremonia del lenguaje
Humo de té es un libro de fotografías que exploran desde el abismo exterior el propio universo íntimo, siempre en vínculo con la naturaleza que fluye. “El mañana conjuga / Pequeñas variaciones/ Indago en el poema/ Traspasado de sol,/ Forzosamente clandestino”. La voz poética se asoma a las cosas desde una línea difusa, para insinuar que todo lo que está iluminado puede también de pronto despertar en penumbras y que nuestras certezas pueden romperse fácilmente.
Leer másLa sospecha es azul
—¿Qué dijiste? —Digo que tienes razón, que es cierto, a pesar de que dista de estar soleado, está más bien sombrío, y hay lluvia en camino acaso con trueno, es muy cierto.
Leer másEl peso de la yegua
Animales encapuchados/ se paran frente al terrerío/ Observan cada movimiento/ listos para atrapar a sus presas/ Avanzan a zancadas/ levantan a siete/ casi adolescentes…
Leer másAcarreando carbón en el paraíso
los niños que encierras/ tras las rejas y los muros y/ el alambre de púas no/ te tienen miedo, de hecho,/ sonríen/ en cada campo de refugiados/ en cada centro de detención/ en que intentas retenerlos/
Leer másXavier Villaurrutia: la lucha con la zozobra
La lírica refinada de Villaurrutia retoma las formas de la poesía popular —la décima, por ejemplo— para abordar temas íntimos como la soledad, el amor erótico y la muerte, para reflexionar y no para cantar. Y en el caso de este poeta, la soledad moderna de la poesía no es un escape místico, no es abandono; es búsqueda consciente en el lenguaje de otras esferas, de otro mundo posible y al que solo puede accederse por la literatura: el mundo del sueño o de la ensoñación.
Leer másEm, eh
Em, quizás, este, podrías, eh, cubrirte esa, ajá, esa cicatriz? Em, no son, este, suficientes cigarros, eh, por una noche? Eh, este, no hizo, eh, Vito Acconci eso ya? Eh, no hay, este, otros lugares donde podrías, ajá, poner eso? Em, este, tu, eh, acento, este, nadie, ajá, nadie te está entendiendo. Em, no es eso, eh, pasta de dientes en el cuello de tu, mm, camisa? Eh, creo que, em, tu hermano es, ajá, ese que, eh, está deteniendo el tráfico.
Leer másMi cabeza rodará por una palabra grave
Escribir una carta es tan difícil como amar./ Escribir una carta es más difícil que amar./ Escribir una carta es agarrar a alguien de la mano, abandonar la casa, recorrer la vereda esquivando las grietas, buscando las sombras, hasta llegar al mar
Leer másMerienda con Virginia Woolf
Te digo, madre, bebe la luz tibia que se agita en el vaso,/ come estas manzanas, guarda en tu boca un poco de miel y anís./ Tú prefieres regar los helechos, aplazar el hambre,/ lavar la casa, limpiar las grietas hasta que se derrama la noche./ Estoy segura: perseguir el polvo es un viejo truco/ para no escuchar la rabia de tu estómago.
Leer másUn material perecedero es el cielo
Los libros han sido durante trillones de segundos la única forma de transmitir un susurro. Ya desde los tiempos de los antiguos ovnis que funcionaban a base de carbón, se esgrimían libros y libros ante la llegada inevitable de la Parca, la Peste y el Postre al hogar.
Leer másEl abismo y la fractura: Trilce para jóvenes a cien años de su publicación
La composición del poemario muestra en descampada un abismo al que el lector se asoma, teniendo o no la posibilidad de arrojarse. Pero su mayor cualidad de precipicio tal vez sea que cada poema muestra sin recato la dureza del golpe al caer, lo seductor que resulta la oscuridad del arrojo, y tambalea entre ser una invitación abierta o mesurarse en la narración, hacer una crónica del que cae, que siempre es Vallejo cayendo.
Leer másCinco poemas de Ora serrata retinae
Publicado en abril de 1980 como parte de la colección “amarilla” de Feltrinelli y reimpreso en julio del mismo año, Ora serrata retinae contiene noventa poemas redactados a partir de 1974. Algunos de estos materiales (en particular los relativos a la primera de las dos secciones que conforman el volumen) ya habían aparecido en revistas y antologías, pero con motivo del libro fueron modificados considerablemente. Hoy, casi diez años después de su aparición, la edición original se reproduce sin modificaciones, salvo porque se corrigieron algunos errores.
Leer másPresagios de altura. La poesía de Mariela Dreyfus
Estos presagios de altura nos presentan de manera sucinta una poética que ha ido cambiando, renovándose y sorprendiendo, cada vez, por su puntería, la cual da al sentido su exacta dimensión. Es la poesía la que ha mantenido el vínculo entre Dreyfus y su tierra natal, superando el exilio y creando un cordón umbilical a través de aguas y ríos, hasta llegar al Hudson.
Leer másNo sé cuánto tiempo viven las flores
Desde hace algunos años mi padre duerme en el panteón municipal cada tres meses vamos a visitarlo pero le lloro cada semana viendo la tumba pienso en las flores marchitas y en el tiempo que nos queda para seguir visitándolo
Leer másEl fluir de la materia
Las siguientes obras se encuentran en el contexto de la pintura expandida. La autora investiga la pintura misma y su campo de acción dentro y fuera del bastidor, explorando el espacio hacia lo tridimensional.
Leer másCristina Falcón Maldonado: poesía adversativa
Cuando alguien se desprende de la casa familiar, deja atrás el lar nativo, el entorno vital poblado de afectos, querencias, dinamismo existencial… para entrar en los vastos dominios de la errancia y el exilio, se topa de frente con la tragedia. No hablo necesariamente de angustias, temores, punzadas en el alma y en el corazón, ansiedades sin más futuro que el vacío, esperanzas sin visos de cumplimiento, sinsabores desconocidos, acedia espiritual… Hablo de tragedia: ese estado agonal —a veces, también agónico– en que se baten en tensión el sí y el no, la expectativa libre y el error fatal en potencia, la fuerza y la debilidad, la convicción de estar en lo cierto –de haber decidido bien– y los impíos desmentidos de las falsas tierras prometidas, en general, hoscas con el extranjero y todo avatar de “lo otro”, lo extraño.
Leer másVerde eléctrico, rosa ardiente
plantando el abedul en la tierra humectante es este olor a estiércol que nunca me abandona un arco iris doble en el cielo
Leer másAntes del destello
La palabra antes del destello./ La palabra, el destello y la explosión./ El poema emana de la oscuridad y se vuelve luz./ Poesía eres tú fue el primer verso que me iluminó./ La voz de mi madre leyéndome rimas mientras yo me arropaba en la oscuridad del útero./ La voz que salía de sus entrañas se iluminaba en el aire y entraba en mí.
Leer másEl perímetro de su percepción
¿Traspasan, acaso, las Musas la carcasa de los colectivos, los vidrios herméticamente cerrados? ¿Llegan a sortear los ronquidos, la vibración de la chapa que golpea contra sí, el tintineo de las valijas y presillas en la sinuosidad del camino, la dispersión de los que hipnóticos contemplan la comedia, la tragedia, la tragicomedia que se multiplica en cada televisor?
Leer másQuell’oscuritá visibile
León Plascencia Ñol es escritor, editor y artista visual. Vive en Ciudad de México. Ha obtenido, entre otros, los premios Iberoamericano de Poesía Jaime Sabines para Obra Publicada 2010, el Nacional de Cuento Agustín Yáñez 2008 y el Nacional de Literatura Gilberto Owen 2005.
Leer másLa nación se vuelve un cuerpo que se vuelve una mujer
El Ministerio de Desconfianza celebra la victoria así será la vida, tan increíblemente pobre, pronto no habrá otros motivos, pronto no esperaremos nada de los demás, por nuestro propio beneficio, el capitalismo tardío implica desconfianza…
Leer más“El cuerpo que se ha puesto a cantar la herida”. Una conversación con Clyo Mendoza
En Silencio, quise contar la historia desde el punto de vista de los animales para darle voz a esos silenciosos, como bien dices, aunque también fue un pretexto para figurarse cómo podrían percibir el amor y sus intrincadas variantes.
Leer másEl látigo y el bálsamo
Hizo falta dos enfermeras y tu padre para aplacarte y que pudieran ensartar la intravenosa. La enfermera clavó la aguja, para encontrar una vena, la que echaste a perder con tu rabieta. Primero un puño, luego el otro, tu grito-turbo desgarrando el paisaje, y ese único aullido de proporciones maratónicas—nada podrá ser, nunca más, académico para mí, estando a tus pies.
Leer másLo que dura en el aire una palabra
Escribir en el cielo es acercarlo. Volverlo endeble. Involucrarlo en nuestra vida. Compartirlo. Que la poesía penetre en un espacio físico, más allá de la imprenta, nos permite apreciarla en toda su dimensión: no como un objeto arrumbado en la abstracción o en las alcantarillas de lo práctico, sino como un hecho concreto, limitado y necesario, igual que una silla o un submarino.
Leer másQué pensará la mariposa si
La voz del hombre-bebé susurra dulce odio, la boca deliciosa, leche maligna, espumea por las comisuras, cruje en el rastrillo como polvo para maquillar de color porcelana. MORIR, MENTIR, MORIR.
Leer másUn día blanco en un país de nieve
Y heme aquí, convertida en una gran empleada, subida en el autobús del gran sueño de tantos, dispuesta a gritar cuando los objetos se acercan al borde de la mesa.
Leer másCinco poemas del Ómnibus de poesía griega
Alma, mi alma, agitada de incontrolables penas, ponte en pie y defiéndete mostrando al enemigo el pecho en la primera línea del combate, con valor. Y si vences no presumas en público ni en casa te derrumbes llorando si te vencen. Con la dicha alégrate y con la tristeza aflígete, mas no mucho. Recuerda: la vida tiene un ritmo.
Leer másTú que te crees tú
ú que te crees tú soñando el sueño de un monstruo flojo que en su único ojo repite la misma película: tú que te crees tú buscándote en tus padres robándole al mundo una emoción virgen pájaros de fuego
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