septiembre 2019 / Inéditos

Nuestras vértebras unidas

Whitman

En la ventana se ha dibujado la niebla, una niebla pequeña: la neblina.

Una noche, con los músicos gringos, hablamos sobre arte, sobre algún poeta.

¿Alguno?… y yo dije ¡Whitman!, pero no supieron.

Eran jóvenes y felices.

El viejo Whitman, con su barba de mariposas, nos miraba con indulgencia desde el jardín.

*

Dice Santa Teresa: no hay que hablar con los hombres sino con los ángeles.

Escribo,
muchas lámparas,

muchos faroles
me alejan de mí:

he tensado este hilo de mí hasta mí.

*

Más allá, cruzan dos palabras.

Coloco mi sueño sobre una pared.

Intento acercar toda la luz posible —igual que en los retratos— para lograr entender mejor.

 

Provisional

Un tiempo limpio habrá de venir
y los cuerpos tomarán la forma
que Dios les dispuso en un inicio.

No será la cama
sino nuestras vértebras unidas,
no el beso
y sí la distancia inmensa
que el amor es.

Tiempo sin tiempo se dirá
—no se dirá—.

Mas tengamos la osadía
de nombrar el Cielo mediante el cielo
por ahora;
digamos
que seremos la cama
donde alguna vez amamos,
la canción que condujo la lluvia,
la casa donde fuimos nosotros
la comida.

Digamos que una manada de elefantes
será el teatro
y el Cielo un cúmulo de astros,

aunque sepamos desde hoy
que el Cielo será el Cielo
y no el tapiz azul,

y la nostalgia de los astros
sólo una música lejana,
apenas audible:

lo que alguien llamase
la nostalgia
de haber habitado
un mundo horrendo,
lleno de polvo.

*

Y un día el poema
será lo que nombró:

polizonte y anciana,
galaxias y vómito,

una luz sobre pasto.

Así como el cielo
será el Cielo
—más que agua,
Todo—,
algún día el poema será el Poema,

y no habrá de recordarse,
no fracción de la memoria
ni los sueños.

El Poema no estará en el tiempo,
será en el Tiempo.

El Poema será en el Cielo,
será en Dios.

                              No hay Poema sin Dios.


Autor

Miguel Ángel Ortiz

/ Durango, México, 1984. Es autor de Huevo de avestruz (2017), así como coautor de El vicio de vivir. Ensayos sobre la literatura de José Revueltas (2014). Ha publicado, además, El cuaderno de las resignaciones (Premio Nacional de Poesía Joven Elías Nandino 2005), Milagros para una tarde de lluvia (Premio Nacional de Poesía Carmen Alardín 2007) y Funerales que jamás las brujas (Premio Nacional de Poesía Amado Nervo 2008).

septiembre 2019