01 junio 2020
Carlos Cociña
En el libro de Illanes, Diario de peste, hay dos detonaciones, “Diario de peste” y “Ciudad Lumpen”, donde la primera se contiene a sí misma, y contiene a la segunda, que a su vez reivindica a la anterior y la totalidad, si es eso posible. Como lo cita Roger Santivañez, en su comienzo hay una declaración de principios: “Imágenes sudacas, fragantes,/ malolientes, a veces pavorosas”. Este eje se dispersa continuamente para reforzarse, en tanto se construye desde un exilio, en el que se navega cual un pez en el aire.
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