noviembre 2019 / Inéditos

Todo es remolino

Una escritura hecha de migajas sin pies ni cabeza un libro descosido hecho de harapos y fragmentos un no-libro

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una banca de piedra en medio de los camellones muy cerca de donde mis abuelos descansan ya no sabemos dónde poner la mirada —todo es remolino— mientras mi mano se ancla sobre la piedra (la escucho respirar bajo mi palma húmeda) ¿esto es adentro? Una conversación atravesada por ese fuego naranja transparente rojo en el cielo negro

 

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una banca flotando en medio de la neblina

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escribo en primera persona [como si fuera yo] los personajes sobran se desbordan es una escritura con nombres donde la segunda persona y (sobre todo) la tercera no han desaparecido se llevaron mis años mitad muertos mitad dormidos

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durante varios años documenté la depresión con autorretratos para nunca olvidar ese rostro que ya no es mío para nunca sentirme culpable de haberme ido de todo para no olvidar que me fui de una relación de un trabajo de un país [que nunca fueron míos]

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Tengo que aprenderlo todo de nuevo: dormir, respirar, dejarme caer

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Llamarme casa. Un apellido como techo. Un espacio hospitalario con muros de adobe y ventanas. Una habitación llena de luz en la que me siento y medito

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Esto que piensas no soy esto que pensaste tampoco ni liberal ni conservadora madre soltera y libre inmensamente feliz dejé todo y me fui luego me casé —al revés todo— ya no vas a escribir (me dijeron) como si casarse fuera eso como si esta ansiedad de anotarlo todo de golpe se interrumpiera como si nunca hubiera sido una madre-padre soltera trabajadora de triple jornada y ama de casa inmensamente feliz mira esta tina vacía donde acabo de estar tres horas leyendo hasta que el agua se puso fría qué limpia quedó cómo huele el cloro en mi cuerpo cómo me gusta encerrarme a leer o llorar ahí para que nadie me vea (como de niña) a beberme el shampú con olor a coco, a playa, Acapulco —no me encasilles esto que piensas no soy y esta otra tampoco cuando dices esto ya fui y vine cuando me crees quieta ya desaparecí cuando crees que pienso esto ya no me importa porque lo mío no es la etiqueta  


Autor

Gaëlle Le Calvez

París, Francia, 1971. Poeta, académica y editora. Ha publicado Beirut o de las ruinas (Margen de poesía, UAM, 1998), Otra es la casa (UAEM, 2000), La isla más alta (La piel de Judas, 2004) y Los emigrantes (UAM-X, 2007, Écrits des Forges-UAM, 2014). Fue becaria del FONCA en el Programa Jóvenes Creadores (2004-2005) y en el de Coinversiones Culturales (2003). Actualmente termina el doctorado por la Universidad de Indiana y es coeditora de la revista Hiedra Magazine, en la que desde 2013 difunde y promueve el trabajo de artistas mexicanos en Estados Unidos: https://www.hiedramagazine.com/

noviembre 2019