nada
como el marchitarse de los párpados
las preposiciones canallas del español
al final de nuestra lengua
reclaman
estar cansadas
bajo los escombros
ante la ley
sin pena ni gloria
o hasta el culo
según dicte el caso
echados en la arena
contemplamos la vejez en cueros
algunos tienen parejas jóvenes
con hilos dentales
otras
se enfrentan al mar
con la sola fiereza de sus brazos flácidos
parecen cascarillas de nuez
azotadas por el oleaje
una viejita lucha por entrar al mar
el agua la arroja playa adentro
me distrae el vuelo de un pájaro
cuando miro
cruzó la frontera de las olas
y es paneas un punto oscuro a lo lejos
recuerdo
a mi madre
siempre en el jardín
ante una gran hoguera de hojas
nosotras somos muy pequeñas
trepamos árboles
lanzamos ramas al fuego
la única violencia
era la emulsión de scott
sin embargo soy cruel
como mi padre
recuerdo
de niña escribía
para mi madre para las tías
a mi hermana nunca le escribí nada
a papá tampoco
escribía a prisa entre el claxon y el café
sobre perros
tortugas
cumpleaños de abuelas
un día murió la más gorda de las perras
la más perra gris de todas
ese poema al fin nos incluía a todos
deseaba que estuviéramos muertos
como ella
fue la única vez que escribí
poesía comprometida
* Estos poemas pertenecen a Obeliscos, libro publicado recientemente por Dharma Books.

Autor
Draupadí de Mora
Ciudad de México, 1984. Poeta. Ha publicado El jardín de los violadores amables (2016), Lo merecemos todo (2017) y Obeliscos (2021). En 2020 le fue concedida la beca Montserrat Roig/UNESCO para residencias de escritura en Barcelona, España. A la par de su trabajo poético, se desempeña como traductora de portugués y es coeditora de la revista cartonera Puf!, en colaboración con Martín Cinzano.