Si el temor es materia
y es matriz
de una vida,
arrimarte
a la muerte
para imitarla,
Mirta,
es dar matiz
a un arte
que, sin dádivas,
adrede,
no pide ni se pierde;
y de esa artesanía
no te fuiste
todavía.
Estimarla
es
timarla:
es cosa seria
aunque tenga su chiste:
es una treta
no del todo artera;
la travesura triste
de tener que sentarte
para erguirte
un poco más en tu tarima,
Mirta,
para asomarte
alerta,
para traer,
izar
hasta la letra,
lo que reposa
áspero
en la raíz
de tu árbol
de palabras,
pero esa agricultura
todavía te dura.
Ahora que descansa
tu labranza,
se vuelve labor
ruda
recordar lo que resta
de la aspereza
tersa
de tu estar
al filo de las cosas;
al fin y al cabo,
Mirta,
crece un monte de rosas
al final de tu nombre
y de tu vida;
y tu boca,
que ritma
porque piensa,
siembra
espina:
la cortante corola
que templa
y da color a
tu poesía;
y porque no te fuiste
del todo
todavía,
sé que te irritaría
tanta jardinería.
Darme
otra
madre
nunca fue tu idea;
más bien un accidente
de la dieta
compartida:
fuimos
mamíferos
del mismo diente;
y afirmemos
que ahora, por acción
de la cocina,
después de tu partida,
es evidente
que esa herencia
se me quedó en la encía
y, rota,
medra,
Mirta:
todavía
tu secuela
es mi escuela;
no tenías que irte
para que me atreviera
a traducirte.
Autor
Ezequiel Zaidenwerg
/ Buenos Aires, Argentina, 1981. Autor de los libros de poemas Doxa (2007); La lírica está muerta (2011, 2017); Sinsentidos comunes, ilustrado por Raquel Cané (2015); Bichos: Sonetos y comentarios, en colaboración con Mirta Rosenberg e ilustrado por Valentina Rebasa y Miguel Balaguer (2017); 50 estados: 13 poetas contemporáneos de Estados Unidos (2018 y 2020), y El camino. Versiones del Tao Te Ching (2024). Ha traducido a Mark Strand, Ben Lerner, Anne Carson, Weldon Kees, Robin Myers, Joseph Brodsky, Mary Ruefle, Denise Levertov y Kay Ryan, entre otros autores. Compiló y prologó la muestra de poesía argentina Penúltimos (2014). Desde 2005 administra el sitio www.zaidenwerg.com, dedicado a la traducción de poesía.