octubre 2020 / Inéditos

De muerte ke no manke

Los poemas en ladino se acompañan de una traducción al español a cargo de la propia autora.

 

dos cosas
no podemos decir
en la escuela:
que somos judíos
y que tenemos
una hermana muerta.

 
las mujeres cargamos cosas.
las bolsas,
el nudo
de las medias impares,
la jaula del verano,
los restos cansados
del mundo.
Cargamos
las cabezas sudorosas
y cierto registro artesanal
del tiempo:
he salido
he soñado
he corrido
tras el aire áspero y caliente
de los viernes,
tras el cielo de las bendiciones
y las preguntas
que se abren
cuando nos cubrimos
los ojos con los dedos.

 

Matilde Abulafia

nunca si supo
kuala eskalera
asuve
o avasha
el meoyo de Matilde Abulafia
deske le avatieron
el iyo
kon un kuchiyiko esmolado.
¿ia komites, kieres komer, ken te dio?
Mazal de perro,
oyo de siego,
piedra minudika
los días se le fizieron.
¿ia komites, kieres komer, ken te dio?
Un viento
ke ti bulanderea
komo el guezmo
de la fasulia
i el yaprak
¿ia komites, kieres komer, ken te dio?
una ves
dos ves
mil veses,
komo un kamino ki suve
a kayentarle
los pieses fríos
a su muerto.

 
Matilde Abulafia

nunca se supo
qué escalera
sube
o baja
la memoria de Matilde Abulafia
desde que le mataron
el hijo
con un cuchillo afilado.
¿Ya comiste, quieres comer, quién te sirvió?
Suerte de perro,
ojos de ciego,
los días se le hicieron
de piedra.
¿Ya comiste, quieres comer, quién te sirvió?
El viento zumba
como el olor
de las chauchas
y los niños envueltos
¿Ya comiste, quieres comer, quién te sirvió?
Una vez
dos veces
mil veces,
como un camino
que sube
a calentarle los pies fríos
a su muerto.

 

Lamento por Kadem Aruj

kuando después de días
i nochadas fediendo
Kadem Aruj pudo apalpar
el enrevés de sus días,
lavó sus bragas
i se echó a murir
en la kamareta.
En mientras si echaba
iba sacando del gaznat:
esti karkanyal,
esta furia, esti pasharo,
esta tiralania
que ia no es vida,
ni venturoso es este puerpo.

Ken alevantará tu nombre
Kadem, Kadem
ke te pusieron
por una tía deshiyada
aora ke te echates
a la mar
i están eshpantados
los arvolikos azules
entre tus dedos.

 
Lamento por Kadem Aruj

cuando después de días
y noches hediendo
Kadem Aruj pudo palpar
el revés de sus días,
lavó sus bragas
y se acostó a morir
en la habitación.
Mientras se acostaba
iba diciendo:
este pie
esta furia, este pájaro,
esta telaraña
que ya no es vida,
este maldito cuerpo.

Quién levantará tu nombre
Kadem, Kadem
que te pusieron
por una tía sin hijos
ahora que te arrojaste
al mar
y están espantados
los arbolitos azules
entre tus dedos.

 

Malká Guinní

los guesos dispartus
de los Guinni
aburacan
mi sangre
debasho del manto.
Sólo el puerpo
aricurdará
la savor
dil agua.
Pasa mundo:
se a fuido
el número de los días.
Sangro de lo ki no se dize
o no si sabe.

 
Malká Guinní

los huesos despiertos
de los Guinní
agujerean
mi sangre
debajo del abrigo.
Solo el cuerpo
recordará
el sabor
del agua.
Pasa mundo:
se ha cumplido
el número de los días.
Sangro de lo que no se dice
o no se sabe.


Autor

Denise León

/ Tucumán, Argentina, 1974. Es poeta, nieta de inmigrantes sefaradíes. Ha publicado Poemas de Estambul (Alción, 2008), El trayecto de la herida (Alción, 2011), El saco de Douglas (Paradiso, 2011), Templo de pescadores (Alción, 2013), Sala de espera (elCRUCEcartonero, 2013), Poemas de Middlebury (Huesos de Jibia, 2014) y Mesa de pájaros (Bajo la Luna, 2019).  Poemas suyos han sido incluidos en diversas antologías, como Por mi boka (Lumen, 2013) y Penúltimos. 33 poetas de Argentina 1965-1985 (UNAM 2015), y traducidos al inglés y al portugués.

octubre 2020