Festival de los Caballos Azules
El frío nos cala los huesos, hermana
esperamos la llegada del Festival de los Caballos Azules
blancos, grises, plateados, con machas.
Ninguno azul en realidad.
Como el cielo que nos prometieron los monjes.
Si nuestro comportamiento es correcto,
correremos con los caballos.
La noche en que la lluvia golpeaba mi cabeza,
un hombre de espalda brillante entró a enseñarnos
los vestigios de un acto de protección.
Porque, hermana, en el Festival de los Caballos Azules
ni los monjes, ni papá, ni mamá,
ni el hombre de la espalda brillante
vendrán a ayudarnos.
Tendremos que domarlos solas.
Fricativas
Hacés poesía de chica
me dijo el Chino
un sábado a la noche
en la fiesta donde no veíamos
a nadie después de tomar 3
latitas de cerveza
Chica que llora por chicos
ni siquiera por otras
chicas el sistema
las reclusas
las niñas de África
las mujeres de Ciudad Juárez
¿Cómo puedo hacer poesía
de chico
muchacho
chango?
Tengo que hablar conmigo misma
Sofía qué querés
decir escribís en verso
mientras desayunás leés
tus poemas y contestás mensajes
tratás de escribir
la pregunta más larga del mundo
Quizá si uso palabras más
picantes…
Para hacer poesía de chico
tengo que escribir sobre mí
puedo decir fricativa
la gramática tiene palabras preciosas
significan cosas aburridas
pero qué lindo poder decir
un sonido es líquido
Iceberg
Estoy hablando por teléfono con un amigo
que vive a 1,200 km de mi casa.
En Tucumán casi siempre se cumplen
las 12 horas de luz y 12 de oscuridad. En verano
amanece antes pero no somos como Islandia
donde hay días enteros luminosos o negros.
Le cuento que estoy interesada en las pinturas
de icebergs. Mi curiosidad empezó con un novio
que pintaba cuadros de 15×15 donde los hielos
eran rosados y lilas, a veces también celestes.
Eso lo hacía especial, como la quietud
en la que vivíamos. El único hielo que me gusta
es el que pongo para enfriar el té, se ríe
mi amigo. El té es agua sucia dicen
los médicos nutricionistas, pero llega una edad
en que la leche te hace doler
la panza. Nunca entendí por qué las cosas
que nos hacen bien de chicos son malas
de grandes. Es como si fuéramos
mini-personas y después macro-personas distintas,
por eso se puede aprender cualquier idioma
hasta los seis años. Después no podemos pronunciar:
Un oiseau né en cage pense que voler est une maladie.
Me gustan los icebergs porque fueron gotas
de lluvia o algo así que se volvieron gigantes donde
está el futuro del agua potable.
Elizabeth Bishop dice que es mejor ser iceberg
que barco, aunque ello signifique el fin del viaje.
El hielo en mi memoria es ese amor
que veía el congelamiento de las cosas.
La imagen fija de lo que perdimos:
las fotos que no nos pasamos, el pelo de nuestros perros
el libro que le regalé y empezó a leer
los vasos de Coca aguados
la pintura de un paisaje pequeño y gris
la cama que sigue destendida
y no es de ninguna de nuestras casas.
Adoro
Adoro lo que el verbo no me pudo decir,
la poesía en las cocinas crea colores inexistentes.
Adorar, por ejemplo, el dorado azul del colibrí
en la chacrita donde los parientes habían comenzado.
A fin de año la abuela y la tía dormían rozando
las alimañas en el piso de un cuarto
donde ni las manos se veían, es tan simple
la oscuridad entre matorrales.
Ni una espalda para adorar lo que el viento golpeaba.
Adoro la pérdida en el jardín de dos
o siete conejos grises casi blancos
que me dejaron sola en Navidad
esperando que para Reyes se acuerden.
También pienso adorar a mi viejo, no puedo
pensarlo ahora. Niñito al que la calle le dijo
lo que era vivir, adoró no pensar
más por salvar a la perra vieja de la familia
esa noche la fe ya guardada en su pecho
se tropezó con el barro que lo enterraba.
La poesía, en realidad, esa perra herida,
no deja de caminar en un bosque lleno de aves silenciosas.
No es que no me acuerde de vos, sólo que adoro
que no estés acá. Corriendo hacia la calle, con lágrimas
que me llegan hasta el pelo. Tanto calor
emanaba, miedosa y audaz al mismo tiempo,
la inocencia no se roba sino que se echa a andar.
* Estos poemas pertenecen a Blancas y plateadas (Ediciones Neutrinos, 2018).
Autores
Sofía de la Vega
/ San Miguel de Tucumán, Argentina, 1993. Es Profesora de Letras por la Universidad Nacional de Tucumán y organizadora del Festival Internacional de Literatura Tucumán (FILT) desde 2015. Participó de la primera residencia para poetas jóvenes en el Festival Internacional de Poesía de Rosario (FIPR) en el 2017. Ha publicado dos libros de poesía: Blancas y plateadas (Ediciones Neutrinos) en 2018 y La idea es vivir cerca pero no encima (Ediciones Liliputienses) en 2019.
Heidi von Wright
/ Sipoo, Finlandia, 1980. Poeta, periodista cultural y artista visual. Von Wright debutó en 2003 con el libro de poemas skör och spräcklig. Ha publicado diez libros de poemas y ha recibido varios premios literarios de alto prestigio. Autofiktiv dikt av Heidi von Wright (2020) fue nominado al Premio de Literatura del Consejo Nórdico. El libro más reciente de von Wright es Solkatt (2022).