Aquí tienes león hambriento un cangre de yuca fresca/
Para que lo devores./
Y se lo pone en la boca como diez caramelos/
O como diez chocolates./
Rumea el olor del dulce y el olor de los mangos maduros./
Piensa en el sabor cristalizado/
Cómo se deshace en la saliva de su lengua áspera.
Cuba
Sin nostalgia del cielo
Ventanas al mundo exterior/
abiertas al sol como mis venas/
ojos gárgolas ciudadelas/
los remordimientos vienen a cebarse/
como vienen las moscas a las heridas del perro./
Pero ya no tengo huesos que darles./
Esta costilla fue una jaula,/
esta boca,/
fue un pensionado para señoritas.
Donde los elementos nunca ofenden
hoy me dejas sin muerte/
te perdono porque quieres estar/
dentro de la palabra columbario/
las madres que se niegan a morir te rodean/
es una multitud pero se funden/
y solo quedan seis en la marmita
Jicoténcal
Este poema apareció en la séptima entrega del Semanario Ilustrado, fechada el 12 de junio de 1868 en la ciudad de México, una publicación periódica que circuló viernes tras viernes hasta noviembre del referido año, y en la que colaboraron Alfredo Chavero, Luis Gonzaga Ortiz, Nicolás Pizarro y Rafael de Zayas Enríquez, entre otros, y en la que fueron dos presencias constantes Ignacio Ramírez y Guillermo Prieto. ¿Se debe a Fidel el interés en este poema de Plácido? A saber.
Donde hace mella la carcoma
Llorar,
reír,
consumir
(abstenerse) no tienen patente de exclusividad cubana
(consumar): río más que
lloro, lamentaciones
menos que Jeremías,
río con David en los
campos al son de
adufes, brillo de
ajorcas en los
tobillos, si se quiere
contrarío mi origen
(de dos) hebreo en
casa del bodeguero,
del sastre, y por la
zurda (yo) joven
bayucero. No
dispongo de un
saco
Los triángulos también dan lugar a sentimientos mezquinos
yo te odio como una liebre a otra liebre de la cual depende para correr juntas en la estepa y te odio más que una liebre a la estepa por ser este el lugar a donde corren las liebres acompañadas por otras liebres la subordinación da lugar a sentimientos mezquinos sentimientos razonables en un país victorioso nadie depende de nadie es algo erradicado hace mucho tiempo incluso hubo algo llamado los independientes de color
Un paliativo temporal
Ningún mito ha sido más poético que el fundacional edénico. Ningún desafío más provechoso a la poesía que el de reescribirlo una y otra vez. Incansables. El poeta frente a las palabras está, siempre, intentando renombrar. No tiene derecho a la fatiga. Ni a olvidar las infinitas posibilidades combinatorias que le ofrece el jardín.
Cinco sonetos
Si muerto el perro se acabó la rabia,
y en casa del herrero no hay cuchillo;
si del caballo nadie vio el colmillo
porque era regalado (aunque de Arabia).
Las voces a ellas debidas (2)
Siempre me ha intrigado el exilio de los poetas venezolanos, ese costo del habla en cuya promesa vivían, mientras que en el extranjero no acababan de afincar porque el país originario se les acrecentaba. […] María Auxiliadora Álvarez, en cambio, vive rodeada del inglés, lo que le permite la gran libertad de pulir el canto como cifra de una edad del habla dorada, cuando todos los poetas creían en la palabra justa y en la justicia poética.
En la quietud de los monstruos
no fui animal en la pandemia/ ni cicatriz del tejido quemado/ tercer eslabón de exposición/ nunca fui la foto de una ciudad que cuelga/ ahorcada en sí misma…