18 septiembre, 2023

Todo arte es tosco y rudimental

de Iris Murdoch | Traducciones

 
Traducción del inglés al español de René Esaú Sánchez
 
 
Poema y huevo

Quisiera escribir un poema como una imagen
que retrate algo oscuro y grande
en un mar atómico con un verde matiz,
o algo así como un grumo dorado
en un mar oscuro casi negriazul
que sugiera, quizás, al universo
no circular, de hecho, sino achatado
con la forma de una naranja o un huevo despuntado,
un huevo flotando solitario como todo lo demás.

Estas antiguas formas son muy simples en verdad,
y lo que lo sabios tienen que decir
sobre su símbolo o significado
es probablemente otro lugar común.
Pueden ser vistas como imágenes de Dios,
su rostro suave y sin rasgos,
o el coño hermoso de la gran madre,
o absolutos flojos de cualquier naturaleza,
o el caos atravesado por la mente,
o mares de color atravesados por la forma
o el color desfalleciendo en su propio abrazo.

No obstante, un poema no puede ser así,
su ambigüedad suele tener un punto
que debe ser ahogado y no ingenioso.
Un poema no puede ser tan llano,
tan absorbente como una boca oval.
Debe jugar a un juego para decir verdad,
es más como un pequeño fuego,
palabras bañadas en gasolina quemándose a sí mismas.
Ante el absoluto, una pira de sentido
pidiendo perdón al huevo cósmico
por su impertinencia.
 
 
Poem and Egg

I would like to write a poem like a picture
protraying something rather dark and big
in an atomic sea of pea-green hue,
or else a sort of lumpy golden thing
In a dark sea almost blackened blue
Sugesting I supose the universe,
Not circular in fact but gently squashed,
Shaped like an orange or untappered egg,
A floating egg lonely as everything.

These ancient forms are really very simple,
And anything that sages have to say
Concerning what they symbolised or meant
Is likely to be rather common place.
They can be seen as images of God,
His bland unfeatured face,
Or of the great mama her lovely cunt,
Or lazy absolutes of any kind,
Or chaos pierced by mind,
Or simply seas of colour pierced by shape
Or colour swooning in its own embrace.

A poem cannot be like that however,
Its ambiguity will tend to have a point
Which must be muffled, kept from being clever.
A poem can be never quite so plain,
So all-absorbing like an oval mouth.
It has to play a game to tell the truth,
It is more like a little flame,
Words soaked in petrol burning themselves up.
Before the absolute, a pyre of sense
Asking forgiveness of the cosmic egg
For this impertinence.
 
 
 
 
El caballo pardo

A Emma Stone

Alimentamos al caballo pardo.
Desde tu mano lisa
se digna delicado.
Tiene suaves modales: mueve inseguro
sus pezuñas abiertas en el pasto húmedo,
mece su gran cabeza,
sus patas están oscurecidas con rocío.
Oh, eso fue hace tanto.

¿Recuerdas cómo alimentamos al caballo pardo hace tanto?
Tu pelo en su melena entrelazado cuando lo abrazabas.
Te reíste porque resoplaba,
tomando el pan con labios delicados.
Grandes borrascas azotaban árboles,
había un mar gris y algunas naves.
Su amable rostro y sus ojos grandes,
húmedo y tan verde el pasto,
ahí donde esperaba ser alimentado,
esperaba tan paciente nuestro paso
hace tanto.

Luz sobre agua en un oscuro sitio
deleita la insaciable hambre de sentido.
Cambiamos; estamos dispersas, en el olvido,
estamos hechas de accidentes.
En nosotras ya no hay salud,
aunque todavía está la luz.

El amor viene y va,
y así la identidad;
esto al menos es igual
el ir y venir del mar,
el brillo repentino sobre los barcos
más allá del árbol arrodillado.

Partes del mundo, somos
las partes de las partes.
¿Así que había un niño y una isla? Claro,
tan sólo eso sabemos,
recordando al caballo pardo,
cómo lo alimentamos hace tanto.
 
 
The Brown Horse

For Emma Stone

We fed the brown horse.
From your flattened palms
Delicately he deigns.
He has such gentle ways, diffidently moves
In the wet Grass his spreading hooves,
His big head sways,
His legs are dark with dew.
Oh, that was long ago.

Do you remember how we fed the brown horse long ago?
Your hair mingled with his mane as you embraced him.
You laughed because he snuffled so,
Taking the bread with delicate lips.
Great storms had stroked the trees,
There was a grey sea and ships.
Huge-eyed and kind his head,
Wet and so green the grass,
There where he waited to be fed,
Waited so patiently for us to pass
Long ago.

Light upon water in a dark place
Pleases the peevish hungry for sense
We change, we are dispersed, oblivious,
We are made up of accidents.
There is no health in us,
But light is nevertheless.

Love comes again, again,
And thus identity;
This at least is the same
The ebb and Flow of the sea,
The sudden shine on the ships
Beyond the kneeling tree.

Parts of the world we
Are the parts of parts. So
There was an island and a child? Of course,
That much we know,
Remembering the brown horse,
How we fed him long ago.
 
 
 
 
El jardín público en Calimera
(Una estela griega en el sur de Italia)

Llovía a cántaros cuando llegamos a Calimera,
continua y recia lluvia
golpeteando aquí y allá,
coches abandonados sobre charcas amarillas.
Atravesamos bóvedas de caminos de agua, empapándonos solos,
llamándonos tontos.
Y así: la pequeña estela griega declaraba lo planeado.
Tú tampoco eres extranjero en este lugar.
Alguien toma la mano de alguien
con imprevista gracia. Entre el caos
La calma. Todos somos griegos aquí, gracias a Zeus.
Muy bien. Vámonos chapoteando.
¿Valía la pena detenerse por aquello?
Todas esas cosas griegas no tienen una implicación.
Sólo hablan de sí mismas, ¿es eso suficiente?
Y podemos encender el coche,
nos preguntamos, es una locura
apagar el motor en esta lluvia.
Todo arte es tosco y rudimental, nunca una explicación.
Relámpagos y truenos
caen abrazados desde el cielo.
Chocan. Adiós (confiamos),
pequeña Calimera.
 
 
The Public Garden in Calimera
(A Greek stele in Southern Italy)

It was spilling when we came to Calimera.
Continuous rigid rain
Clattered on here and there
Abandoned motor cars in yellow pools.
Through vaults of water walk we soaked alone
Calling ourselves fools.
And thus: the small Greek stele declares as planned:
You too are not a stranger in this place.
Someone takes someone’s hand
With unpredicted grace. Amid chaos
A calm, we are all Greeks here, thank Zeus.
O.K. then,we splash off.
Was that worth stopping for?
All that Greek stuff has got no implication,
It simply says itself, is that enough?
And can we start the car,
We wonder, it’s insane
To stop the engine in this sort of rain.
All art is scrappy, rough, never an explanation.
Lightning and thunder
Embraced fall down the sky.
Crash. Goodbye (we hope),
Little Calimera.

 
 
* “Poem and Egg”, “The Brown Horse” y “The Public Garden in Calimera” fueron publicados en The Transatlantic Review, en junio de 1977.

 


Iris Murdoch / Dublín, Irlanda, 1919-Oxfordshire, Inglaterra, 1999. Narradora, filósofa, dramaturga y poeta. Doctora en Filosofía por la Universidad de Cambridge. Publicó varios ensayos sobre filosofía moral, sumamente influenciada por Aristóteles y Platón, y realizó el primer estudio monográfico de Jean-Paul Sartre en lengua inglesa. En 1954 publicó su primera novela, Bajo la red, y a partir de ahí su carrera literaria opacaría la filosófica. Con El mar, el mar, la más famosa de sus novelas, ganó el Premio Booker en 1978. Además de sus 25 novelas, autorizó la edición de dos antologías de poesía: Un año de pájaros (1978) y Poemas de Iris Murdoch (1997).


René Esaú Sánchez

/ Acapulco, Guerrero, 1997. Periodista, narrador y traductor. Licenciado en Filosofía por la Universidad Nacional Autónoma de México. Escribe semanalmente para la revista Vértigo en las secciones de política, sociedad y cultura. Publicó su ensayo “Esquemas y analogías de la Luna como símbolo” en la revista Reflexiones Marginales en 2019. Ha participado en diversos eventos de filosofía antigua, literatura hispánica y pensamiento en español.