Presentación y versiones de Pierre Herrera.
Richard Brautigan (1935-1984) escribió y publicó libros inclasificablemente líricos y bellos, como La pesca de la trucha en América o En azúcar de sandía. También imaginó la Biblioteca de Libros Rechazados, inaugurada en 1984. Por favor planta este libro es su cuarta colección de poesía, su sexto título publicado, y su única edición independiente.
Los ocho poemas que lo componen fueron publicados por primera vez en marzo de 1968. Se imprimieron en pequeños sobres, con semillas dentro, que el autor regaló. Es muy probable que los paquetes donde estaban impresos los poemas tuvieran un orden específico; no se sabe. En vista de eso, se ofrecen aquí en orden alfabético, seguidos de los originales en inglés. Detrás de cada sobre, Brautigan escribió las instrucciones para plantar las semillas.
—Pierre Herrera
Aliso violeta
He decidido habitar un mundo donde
se cambien los libros por miles
de jardines donde niñas y niños
jueguen y aprendan del sua-
ve crecimiento de lo verde.
Caléndula
Mis amigues me platican de su desasosiego.
Hablan del fin del mundo,
de desastres y oscuridad.
Les escucho con paciencia y luego
les digo: No, este no será el fin. Este
es solo el comienzo, como este libro
es solo un comienzo.
Flor de calabaza
El tiempo es propicio para entremezclar
versos con tierra, al sol
con puntos y comas, a la lluvia
con verbos, para que los gusanos serpenteen
a través de signos de interrogación,
para que las estrellas brillen sobre sustantivos
en ciernes, y para que el rocío
forme estrofas.
Flores originarias de California
En esta primavera de 1968,
el último tercio del Siglo Veinte
viaja como en un sueño hacia su fin.
Es tiempo de plantar libros,
de llevarlos a la tierra, de que
flores y vegetales crezcan
desde sus páginas.
Lechuga
La única esperanza que nos queda se sostiene
en nuestras niñas y niños, en las semillas que les demos
y en los jardines que plantemos juntos.
Margarita
Ruego para que en treinta y dos años
estas flores y vegetales
rieguen al siglo veinti-
uno con sus voces, que cuenten
que alguna vez fueron libros
y se transformaron en vida
gracias al trabajo de manos amorosas.
Perejil
Imaginé que la energía, los dioses
y el teatro de la historia que nos trajeron
hasta este instante único,
con este libro en nuestras manos,
nos convocaron a ver el futuro
como una colina verde sembrada de estrellas.
Zanahorias
Esta primavera de 1968 es perfecta
para mirar en nuestra sangre y observar
cómo nuestros corazones buscan claridad
para abrirse al mundo, así como las flores y vegetales
buscan al sol cada día en sus corazones
para mirarse en él como en un gran espejo,
en donde ven reflejados sus deseos de vivir
y crecer con belleza.
Sweet Alyssum Royal Carpet
I’ve decided to live in a world where
books are changed into thousands
of gardens with children playing
in the gardens and learning the gen-
tle ways of green growing things.
Calendula
My friends worry and they tell me
About it. They talk of the world
ending, of darkness and disaster.
I always listen gently, and then
say: No, it’s not going to end. This
is only the beginning, as this book
is only a beginning.
Squash
The time is right to mix sentences
sentences with dirt and the sun
with punctuation and the rain with
verbs, and for worms to pass
through question marks, and the
stars to shine down on budding
nouns, and the dew to form on
paragraphs.
California Native Flowers
In this spring of 1968 with the last
third of the Twentieth Century
traveling like a dream toward its
end, it is the time to plant books,
to pass them into the ground, so that
flowers and vegetables may grow
from these pages.
Lettuce
The only hope we have is our
children and the seeds we give them
and the gardens we plant together.
Shasta Daisy
I pray that in thirty-two years
passing that flowers and vegetables
will water the Twenty-First Cent-
ury with their voices telling that
they were once a book turned by
loving hands into life.
Parsley
I thank the energy, the gods and the
theater of history that brought
us here to this very moment with
this book in our hands, calling
like the future down a green and
starry hill.
Carrots
I think the spring of 1968 is a good
time to look into our blood and
see where our hearts are flowing
as these flowers and vegetables
will look into their hearts every day
and see the sun reflecting like a
great mirror their desire to live
and be beautiful.
Autor
Richard Brautigan
/ Washington, Estados Unidos, 1935 – California, Estados Unidos, 1984. Poeta y narrador íntimamente relacionado con la Generación Beat y la contracultura californiana de los años 60. Es conocido sobre todo por sus novelas La pesca de la trucha en América (1967) y En azúcar de sandía (1968). Publicó los libros de poemas El regreso de los ríos (1957), El Galileo que hacía dedo (1958) y Coloque el té de mármol (1959).