diciembre 2018 / Inéditos

Mi ruta diaria bajo un túnel de eucaliptos

Óptica Álvarez Bravo

 

Veo mejor
con el izquierdo             ;                  borrasca
                                          con el otro.

—Completamente zurdo
                —dijo mofándose, sin mala
voluntad, el gentil
optometrista.

Sin precisar cuántas dioptrías a cada cual ojo faltaran,
no me he fiado de mi sombra, sí del retrato hablado de ella.
Pudo ponerse en marcha aquel tropiezo
al transformarse en trapezoide el piso.

El oftalmólogo indicó usar lentes
y así lo haré. “Confianza en el anteojo, no en el ojo”.
                               De allí que ahora
despertaré en cualquier momento.
                     En tanto,
veámonos mirar.

 



Museo abierto sólo en lunes

                            Fa tridimensional

Al utilizar como soporte una vasija rosa de aluminio
para hacer flan napolitano, el autor de esta instalación efímera
busca reproducir el seno izquierdo de una soprano siciliana
en ese henchido instante de sostener fa sobreagudo.

                            La nota atonal

Quisimos preparar el piano colocándole un cencerro
de vaca blanquinegra, no necesariamente suiza.
La distorsión de acordes provocará como impresión acústica
algo que se asemeje al espumeante zumbido de la leche bronca.

                            Muestra itinerante

Qué más da si en parvada negra, urna,
féretro, lo que ahí vayan moviendo.
Asunto decisivo: que el de adentro
sienta fluvial su margen ambidiestra, su amorfa finitud en fuga.

                            ¿Soporte?

Aquí el expositor presenta cuadros clínicos de pronta
recuperación ante un grupo de asistentes que en número
no mayor de doce presientansuyos los efectos nocivos
contraindicados a través de diminutas fichas museográficas.

 

El caleidoscopista

a Sebastián, mi hijo

 

Nuevo giro y el mundo es otro
gajo insular que alisan yemas tenues.
Tamborileado en fibra de vidrio, exorna su molicie
cuajado en címbalos el hielo.
                 Al cubo
de Rubik, dado el dado en que colore
su puntuación númerica, reimprime
resequedad sonora el temple intrépido.

Otro giro y de nuevo el mundo es nuevo
por un redoble ecualizado, por heterofonía
con que van a su escala en sucesivos
desniveles y meandros de ese río
las luces de septiembre oscilatorias.

Viene un percusionista y toma aliento,
se asoma tras papel pautado, repinta con un lápiz
la tarea del pez y la del pájaro.

                  Pecera y jaula
frente a sí,
        camaleón dubitativo,
¿en qué habitáculo se hará visible su dualidad silente?

 

¿Por qué trazar con tiza blanca el contorno de un cadáver en el suelo?

Otras veces el Animalfabeto juega con su propia sombra:
dibuja y marca con tiza su contorno, se acuesta sobre ella,
cierra los ojos y no sabe si está muerto o duerme.
Juan Luis Martínez

 

Llegado el otoñal invierno
u otras nociones que almacenen eso frugal e indefinible
(como dejar así, conexas, en versoide línea,
la disyuntiva ‘u’ y la copulativa ‘e’) ;
eso difuso que recrea su indeterminación en tonos ocres
y pajizos; otoño si eso fuera, sedimento volátil,
reminiscencia de sonatas para violín y piano,
me dejo conducir por el paisaje de las inmediaciones.
Un silbido bronquial sostiene
mi ruta diaria bajo un túnel de eucaliptos. Ya próximo a la cuesta
donde se asienta en dos niveles una fábrica de ataúdes
[“inenarrable carpintería del sufrimiento”]
elijo a Brahms, coloco los audífonos, emprendo la subida,
saludo a los vecinos que conviene saludar a señas;
entra con ruido el aire a mis pulmones
y modulo el volumen con que exhalo y transpiro; escucho
brotar la sal que enjuga mis axilas,
cada una con su punto y coma impreso en marcas de agua.
Caen agudas notas en mi laringe, allí se aferran
como señuelos hasta que un tosido violento las devuelve a un punto
de ensoñación cercano al pupilente impar del disparate:
un anfiteatro donde se felicitan mutuamente médicos
por haber consumado intervenciones a corazón abierto
en personas de 20 a 38, durante cuatrimestre y medio.
El colectivo parabién concluye y el ascenso continúa.
Reanudo mis zapatos y la marcha.
Y este ejercicio aeróbico pospuesto
se espesa en lo específico, en su falta de suficiente oxígeno.


Autores

Roberto Rico

/ Cintalapa, Chiapas, 1960. Es autor de los siguientes volúmenes de poesía: Varia optometría (1987), Reloj de malvarena (1991), Nutrimento de Lázaro (2000), La escenográfica virtud del sepia (2000), Parlamas (2011), Ars vitraria (2013), Jasón es un acrónimo (2015, selección de su obra poética), Radio frenesí y otras sintonías (2018) y Con meridiana oscuridad (2023).

Fabio Morábito

/ Alejandría, Egipto, 1955. Poeta, ensayista, narrador y traductor mexicano. Es autor de los libros de poemas La ola que regresa (Poesía reunida) (2006), Delante de un prado una vaca (2011), A cada cual su cielo (2021) y Canción segunda (2024 y 2025), así como de los libros de narrativa Cuentos populares mexicanos (2014), Madres y perros (2016), El lector a domicilio (2018) y Jardín de noche (2024), entre otros. Además, tradujo la poesía completa de Eugenio Montale. Su obra ha merecido el Premio Nacional de Poesía Carlos Pellicer, el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, el Premio Xavier Villaurrutia y el Premio Roger Caillois.

Mária Ferenčuhová

/ Bratislava, Eslovaquia, 1975. Poeta, crítica de cine y traductora del francés. Figura fundamentale para comprender la poesía europea contemporánea y presencia habitual en festivales culturales de ese el continente. Es autora de cinco libros de poesía; el cuarto, Imunita (Inmunidad, 2016), ha sido galardonado con diversos premios y traducido a diversas lenguas, como el resto de su obra.

Martín Rangel

/ Pachuca, Hidalgo, 1994. Poeta, editor y net-artist. Autor de sometimes I write poems and sometimes I write poems (Lawrence Schimel, trad., 2021) y de otros ocho libros de poesía. Ganador del Premio Estatal de Poesía Efrén Rebolledo 2014 con el libro El rugido leve: las canciones de Ryan Karazija (2015). Su obra ha sido presentada en distintos foros y medios de México, Brasil, Argentina, Perú, España, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá. Ha producido las piezas de literatura electrónica SOY UNA MÁQUINA Y NO PUEDO OLVIDAR (2017), [error] (2023) y [local_distante] (2023). Algunos de sus poemas, en traducciones de Schimel, han aparecido en las revistas británicas Modern Poetry in Translation, The Abandoned Playground y Under The Radar, así como en el anuario de poesía San Diego Poetry Annual de Estados Unidos. Fragmentos de su obra poética han sido traducidos al portugués, por Italo Dantas y Victor H. Azevedo, para medios como Revista Garupa y Vermelho, en Brasil. Ha publicado artículos, reseñas y traducciones en medios como La Tempestad, WARP, Revista Marvin y Milenio Hidalgo.

diciembre 2018