3 agosto, 2020

Un ciclón parado sobre el rizo de los dioses

de Tada Chimako | Traducciones

Versión de Megumi Kubo y Ernesto Hernández Busto.

 

Tada Chimako (多田智満子) nació en en la ciudad de Kita-Kyūshū, Fukuoka, en 1930, y pasó la mayor parte de su juventud en Tokio, durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Allí asistió a la Universidad Cristiana de Mujeres, donde estudió Literatura Francesa y trabó amistad con otros poetas e intelectuales. Tras graduarse, se matriculó en la Universidad Keio Gijiku para continuar sus estudios de literatura.

En 1954, Chimako se convirtió en miembro de Mitei, una revista fundada por poetas y escritores japoneses de vanguardia. En 1956, se casó con Kato Nobuyuki y se mudó a Kobe, una ciudad del oeste de Japón. Ese mismo año se publicó su primer libro de poemas: Hanabi (Fuegos de artificio).

Fue una traductora magnífica (del inglés y el francés). Tradujo a Marguerite Yourcenar, a Saint-John Prese, Claude Lévi-Strauss, el Heliogábalo de Artaud, a Julien Green, el Yo, Claudio de Robert Graves… Su versión de Memorias de Adriano, publicada en 1964, le granjeó numerosos elogios, entre ellos, los de Yukio Mishima. Ese año publica también su poemario Bara uchū, un libro inspirado por algunos de sus experimentos con el LSD.

Durante la década de los setenta, se dedicó a enseñar historia literaria francesa y europea en el Kobe College. En 1986 fue acogida como Poeta en Residencia en la Universidad de Oakland en Michigan, donde enseñó Literatura Japonesa moderna. En 1987 fue nombrada instructora de literatura francesa en la Universidad Eichi, en Amagasaki, donde también impartió Estudios Religiosos en la escuela de postgrado hasta dos años antes de su muerte, en 2003.

Publicó más de quince libros de poesía y ganó importantes premios japoneses, incluido el Premio de Poesía Moderna para Mujeres por su libro Hasu kuibito (Lotófagos); el Premio cultural municipal de Kobe; el Premio Hanatsubaki de poesía moderna en 1998, po Kawa no hotori ni (A la orilla del río) y, en el 2000, el Yomiuri Bungaku por Nagai kawa no aru kuni (La tierra del gran río). Su trabajo poético, que a menudo mezcla referencias de las literaturas clásicas griega y latina con la china y la japonesa, pivota sobre la psicología femenina, tanto en la mitología como en el mundo moderno. También publicó varios libros de ensayo sobre teoría cultural, pensamiento antiguo y mitología.

En el 2001, Chimako fue diagnosticada con cáncer de útero y se negó a recibir tratamiento. Para entretener su agonía empezó a escribir haikus, que se reunieron póstumamente en un libro titulado Fû o kiru to (algo así como Al romper el sello), y en otra edición conmemorativa, no comercial, titulada Kaze no katami (Recuerdo del viento), repartida en su funeral por su amigo, el poeta Mutsuo Takahashi.  Falleció el 23 de enero del 2003, en un hospicio al pie del monte Rokko.

El poema (o serie de poemas) que aquí traducimos se escribió luego de un viaje a México, y está incluido en su libro Kawa no hotori ni / En la orilla del río (1998).

—Ernesto Hernández Busto

 

Desde las ventanas de un viaje
(En México)

 
El Caracol

El observatorio conocido como El Caracol
apunta su ojo de piedra medio derruido hacia los cielos.
Hace tiempo, quienes escalaban esta construcción majestuosa
para leer la sagrada escritura de las estrellas
tenían frentes anchas y planas,
gruesas narices aguileñas y la piel bronceada.
El Caracol les enseñó
que el Tiempo es una espiral
El Tiempo es la danza de las nebulosas giratorias
un ciclón parado sobre el rizo de los dioses.

El maíz está sembrado en la tierra,
las estrellas están sembradas en el cielo
—Debemos cosechar cuando llegue el momento.
Y así empezaron a contar
titilantes estrellas que se multiplicaban cada vez
que pensaban que habían terminado
Pero lo que contaban con mayor cuidado
eran los días transcurridos desde el comienzo del mundo
Aunque casi infinita
su tarea fue contar el tiempo
no en años o en siglos sino en días
(Un error y el mundo podría colapsar
junto con los días apilados precipitadamente
sobre una espiral en forma de caracol)
Contaron y rezaron con fervor
y desde las profundidades del ojo inyectado en sangre de El Caracol
vieron hasta los confines de la tierra
con cintas de carga sobre sus anchas frentes
y los cuerpos brillantes de sudor
cargaron el peso del tiempo inmemorial
y sus dioses de piel bronceada.

 
かたつむり

《かたつむり》という名の天文台が
半ば欠け落ちた石の目を空に突き出している

むかしこの高殿に登って
星の神聖文字を解読したのは
幅ひろい平らな顔と
ずんと太い鼻柱をもつ赤銅色の民

《かたつむり》はかれらに
時が螺旋系であることを教えた
—時は渦巻く星雲の舞踏
神のつむじに立つ龍巻

地にはとうもろこしの種が撒かれた
空には星が撒かれた
—収穫するのだ しかるべき時に

そこでかれらは かぞえはじめた
かぞえ尽くしたと思うとまた殖えて
めくばせしている星を

かれらがもっとも熱心にかぞえるのは
天地始まって以来過ぎ去ったすべての日々

ほとんど無際限の時を
世紀や年によってかぞえるのではなく
《日》によってかぞえるのがかれらの仕事
(一つかぞえちがえれば世界が崩壊する
かたつむりの殻のようにもりあげられた
あやうい累卵の日々)

かれらひたすらかぞえ 祈り
充血した《かたつむり》の眼の奥から遂に地の果てに透かし見た

幅ひろい額に背負い帯をかけ
全身汗に輝きながら
原初からの時の重荷を担って歩いてくる
赤銅色の神を

 

Tabaco

Enrolla unas hojas anchas y secas,
las reparte entre los miembros de la familia.
Los hombres, las mujeres y también los niños
rodean el horno,
agachados,
empinan el trasero
y fuman su cigarrillo.
Hasta que la luz vertical del sol
yace horizontal,
se olvidan del tiempo
y gozan de la extática vida familiar.
Sobre el agujero del ventilador
en el techo,
vela por ellos el dios del “espejo humeante”.

 
タバコ

かわかした広い葉をくるくると巻き
家族ひとりひとりに配る
男も 女も 子供も
炉のまわり
輪になって
しゃがんで
尻つき出して
タバコをふかす
垂直の陽光が
水平に倒れ伏すまで
時を忘れ
恍惚の一家団欒
屋根の
煙出しの穴の上から
《煙の鏡》という神が見守っている

 
Sal

Hay mercado de sal
bajo los mangales con ramas extendidas.
La sal cruje en el puño de un hombre ancho de hombros.

Saca abundante sal de su costal de lino
con una calabaza
y la cambia por un cuchillo de obsidiana
(para abrir la garganta en el sacrificio);

la cambia por un cinturón con rayas moradas
(para estrecharle la cintura a su esposa);
la cambia por trece lustrosos cauris
(para que nazcan trece hijos, que es número dichoso).

Después que la gente se ha ido,
arranca del árbol un mango todavía verde
y lo muerde con cara de acidez.
Entonces,
aguza con fuerza los cristales grises
que han quedado en el fondo del crepúsculo.

 

枝をひろげたマンゴーの樹蔭で
塩の市が立つ
肩幅ひろい男が 手に握るときしむ塩

地面に据えた麻袋から
瓢箪で大きくすくいとり
黒曜石のナイフと交換する
(生贄の喉を割くため)
紫の縞の帯と交換する
(妻の腰をくびれさすため)
十三個のつややかな子安貝と交換する
(めでたい数 十三人の子が生まれるように)

人々が去ったあと
マンゴーのまだ青い実をもぎ
酸い顔をして齧る
それから
たそがれの底に残った灰色の結晶を
力こめて きしきしと研ぐ

 
Aguardiente

Respetando el mundo vigesimal,
llamas a los dioses de los veinte días:
caimán, que representa el día de la tierra;
vivacidad, que representa el día del viento;
noche de espíritu maligno, el día de las casas;
el día de maíz;
que los días se sienten en círculo.

Ofrendas una vela a cada día
y al terminar de encender las veinte velas
te sientas en el centro del círculo
a beber el aguardiente de maguey.
El líquido transparente que penetra en la lengua,
el dios que se desliza por la garganta como serpiente de agua
y te quema el estómago como un dragón de fuego.

Baja deslizándose y se te sube luego a la cabeza
para acalorarte aún más la cara bronceada.
Sacude las veinte velas
y hace girar todo alrededor de tus ojos.

Tú mismo eres el eje
de los veinte días, del fuego, de los árboles y del universo
hasta que finalmente te desplomas.

Qué grande es este dios, que así hostiga al universo
para derrumbarlo por completo.
Que te alaben
con el dragón del aguardiente.

 

二十進法の世界に敬意を表して
二十の日々の神名を呼ぶ
ワニである大地の日
息吹である風の日
悪霊の夜の家の日
とうもろこしの日
日々は車座に座したまえ

一つの日ごとに蝋燭を供え
ぐるりと二十本に火を点じ終ると
車座の中央にすわって
竜舌蘭の酒を呑む
舌にしみ入る透明な液体
水蛇のごとく喉をすべりおり
火龍のごとく胃を灼く神

すべりおりて再び頭へのぼり
赤銅の顔をさらに赤く火照らせる
そして二十本の蝋燭をゆさぶり
眼のまわりに万象を回転させる

旋転する二十の日々の 焔の 森の 宇宙の
軸であるおのれ自身
遂にばったりと倒れ伏すまで

偉大なるかな かくのごとくにして宇宙を
撹乱し 崩し去る神
たたえられてあれ
酒の中の龍の下

 
 
Serpiente

Un ocozoal levanta la cabeza
de la pared del templo.
Abre de par en par la boca
y brota un rostro humano rodeado de colmillos.

¿Se lo habrá comido?
No, justo está por nacer
de la garganta de esa serpiente de veneno mortal
alguien que habían enterrado en esta tierra.

Otra vez, tiene la misma cara
y el mismo destino;
mantiene cerrado los ojos de piedra
bajo el ardiente sol de la memoria.

 
 蛇

神殿の壁面から
ガラガラ蛇が首をもたげる
ガッと口をひらくと
牙に囲まれて人間の顔がせり出す

喰われたのか いな
かつてこの地に葬られた者が
猛毒の蛇の喉から
今しも生まれつつあるのだ

また同じ顔をして
同じ運命を背負って
石の眼を閉じたまま
燃えあがる記憶の太陽のもと

 
Dedo

—Cuando sembré el maíz,
planté también un dedo,
me reveló, en secreto, una niña
con hilos de colores en el pelo.
—Va a brotar un bebé;
un bebé humano
o si va bien, un pequeño jaguar
con ojos de jade,
para cuando la panza del mes
se hinche y se deshinche tres veces.

Teje sin descanso una cesta
para poner la cosecha en la tierra,
mueve con destreza sus manos sin meñique
y alterna entretejiendo el día y la noche
en las rollizas hojas de palma.

 

—とうもろこしの種を蒔くとき
指も一本植えておいたの
たくさんの色糸を髪に編み込んだ少女が
こっそりと打ち明けてくれた
—赤ちゃんが生えてくるわよ
にんげんの赤ちゃんか
うまくいけば翡翠の眼をもった
じゃぐわーるの仔
もう三べん月のお腹がふくらんで
またぺしゃんこになるころ

土から生まれるものを穫り入れるために
せっせと籠をこしらえている
小指の欠けた手を器用にうごかして
ふっくらした棕櫚の葉に
昼と夜を交々編みこみながら

 
 

Dos personas

Un viejo y un niño están sentados
a la puerta de una casa con techo de hojas de palma.
Son como un par de estatuas de distintos tamaños.
Tienen la frente plana, la gruesa nariz alta;
seguro pertenecen a la misma tribu.

El niño de sesenta años después
y el viejo de sesenta años antes.
Sentados en la puerta,
los dos observando.

Los conquistadores que impusieron el fusil y la cruz,
la diosa de maíz a quien colgaron al casco de su caballo,
la cascabel que sale a rastras del templo destruido,
y ahora, buses que pasan llenos de turistas, dólares y cámaras,
el “año 1 caña” que vuelve justo a tiempo
a pesar de todo esto.

*

En un pueblo cercano,
he visto a estos dos tallados sobre una piedra del tamaño de un mango
y colocados en una tienda de souvenirs.
El “dios viejo” del fuego
y el joven “dios de la lluvia”,
que para soportar las miradas curiosas,
no tuvieron más remedio que convertirse en piedra.

El viejo y el niño, callados y encogidos, se sentaban en un estante de la tienda
y miraban el “tiempo”,
que pasaba fluyendo
como agua oscura, como arena,
y, a veces, como sangre viscosa.

 
二人

棕櫚の葉を葺いた家の戸口に
老人と子供がすわっている
大小二体の彫像のように
平らな額と そびえる太い鼻柱
そっくり同じ種族の顔をして

六十年後の子供と
六十年前の老人
戸口にならんですわったまま
ふたりはずっと見てきたのだ

銃と十字架をつきつける征服者たちを
その馬の蹄にかけられるとうもろこしの女神を
壊された神殿から這いでるガラガラ蛇を
そしていま 旅行者とドルとカメラをのせて通りすぎるバスを
これらすべてにもかかわらず
正確に回帰する《一本の葦の年》を

*

近くの町で
このふたりがマンゴーの実ほどの石に彫られ
土産物屋にならんでいるのをわたしは見た
《年老いた火》の神と
《若い雨》の神
物好きな視線に耐えるためには
石と化するよりほかはなかったか

ちぢこまった老人と子供はむっつりと店の棚にすわって
暗い水のように 砂のように
ときにぬらぬらする血のように
流れ去る《時》を眺めていた


Tada Chimako / Kita-Kyūshū, Japón, 1930 – 2003. Poeta y traductora japonesa, obtuvo algunos de los premios de poesía más importantes de su país y vertió al japonés obras de autores como Marguerite Yourcenar, Saint-John Perse, Antonin Artaud y Robert Graves.


Megumi Kubo

/ Santiago de Chile, 1989. Es traductora y magíster en Artes por la Universidad de Tokio. Ha traducido a poetas japoneses e hispánicos. Colabora en la revista Eikyô.

Ernesto Hernández Busto / La Habana, Cuba, 1968. Inició estudios universitarios de Matemáticas en Rusia y regresó a Cuba para cursar Letras. En 1991 emigró a México, donde colaboró en Vuelta e integró el Comité de Redacción de la revista Poesía y Poética. Desde 1999 reside en Barcelona, donde trabaja como traductor y periodista. Ha publicado varios libros de ensayo, así como numerosas traducciones del inglés, francés, latín, italiano y ruso. En los últimos años ha publicado el poemario Muda (2016) y tres libros de versiones japonesas: La sombra en el espejo (2016), Jardín de grava (2017) y Hoguera y abanico. Versiones de Bashô (2018).