Tu silencio es un estanque donde las cosas ahogadas viven
| Traducciones
Versión al español de Silvia Castelán Huerta
Descubrí la poesía de Adrienne Rich (1929-2012) de forma repentina, cuando pensaba que me gustaba la literatura pero no la poesía. Para mí, la poesía era un nido de pretensión y clasismo en el que no quería enredarme. Si soy completamente honesta, no estaba muy equivocada, pero cuando leí ¿Qué clase de tiempos son estos? / What Kind of Times Are Theses? (2017) —una recopilación de El Tucán de Virginia, traducida por diversos autores, con poemas provenientes de múltiples poemarios de Rich—, mi percepción de la poesía cambió para siempre. En sus ensayos, además, he encontrado parte del refugio que encuentro en sus poemas. Cruda, derecha la flecha, testaruda, Rich fue una de las primeras escritoras —si no es que la primera registrada— en escribir un poemario abiertamente lésbico con casi el mismo título (se cree que a manera de mofa) que el de Veinte poemas de amor y una canción desesperada de Pablo Neruda.
I
En cualquier lugar de esta ciudad, pantallas parpadean
con pornografía, vampiros de ciencia ficción,
asalariados que se curvan ante el látigo,
y nosotros tenemos que caminar… Simplemente caminar
entre la basura salpicada de lluvia y la crueldad sensacionalista
de nuestro propio vecindario.
Necesitamos entender que nuestras vidas son inseparables
de los sueños rancios, del estallido de metal, de todas las desgracias,
de la begoña roja peligrosamente asomada
tras el umbral de un edificio de seis pisos,
de las adolescentes de piernas largas jugando
con un balón en el patio del colegio.
Nadie nos ha imaginado. Queremos ser árboles,
sicomoros llameantes entre el aire sulfúrico,
manchados de cicatrices y, aun así, en ciernes,
nuestra pasión animal enraizada en esta ciudad.
I
Whenever in this city, screens flicker
with pornography, with science-fiction vampires,
victimized hirelings bending to the lash,
we also have to walk… if simply as we walk
through the rainsoaked garbage, the tabloid cruelties
of our own neighborhoods.
We need to grasp our lives inseparable
from those rancid dreams, that blurt of metal, those disgraces,
and the red begonia perilously flashing
from a tenement sill six stories high,
or the long-legged young girls playing ball
in the junior high school playground.
No one has imagined us. We want to live like trees,
sycamores blazing through the sulfuric air,
dappled with scars, still exuberantly budding,
our animal passion rooted in the city.
IX
Hoy, tu silencio es un estanque donde las cosas ahogadas viven
y yo quiero verlas goteando y secándose frente al sol.
No es el mío sino otros rostros los que miro ahí,
incluso el tuyo en otra época.
Las dos necesitamos lo que sea que esté allí perdido:
un reloj de oro viejo, un registro de fiebre borroneado por el agua,
una llave… Hasta el sedimento y las piedritas del fondo
merecen su destello de reconocimiento. Temo este silencio,
esta vida desarticulada. Estoy esperando
un viento que de una vez por todas, abra los pliegues de esta agua
para enseñarme lo que puedo hacer por ti,
que a menudo haces lo innombrable
nombrable para otros, incluso para mí.
IX
Your silence today is a pond where drowned things live
I want to see raised dripping and brought into the sun.
It’s not my own face I see there, but other faces,
even your face at another age.
Whatever’s lost there is needed by both of us—
a watch of old gold, a water-blurred fever chart,
a key. . . . Even the silt and pebbles of the bottom
deserve their glint of recognition. I fear this silence,
this inarticulate life. I’m waiting
for a wind that will gently open this sheeted water
for once, and show me what I can do
for you, who have often made the unnameable
nameable for others, even for me.
X
Tu perra, tranquila e inocente, dormita en medio
de nuestro llanto, nuestras conspiraciones murmuradas al amanecer,
nuestras llamadas telefónicas. Ella sabe. ¿Qué puede saber?
Si en mi arrogancia humana afirmo leer
sus ojos, encuentro ahí mis propios pensamientos animales:
que las criaturas deben encontrarse unas a otras para estar cómodas en sus cuerpos,
que las voces del psique corren por la carne
más allá de lo que el cerebro pudo haber profetizado,
que las noches planetarias se enfrían para aquellos
en el mismo camino que quieren tocar
una criatura-viajera clara hasta el final;
que sin ternura, estamos en el infierno.
X
Your dog, tranquil and innocent, dozes through
our cries, our murmured dawn conspiracies
our telephone calls. She knows—what can she know?
If in my human arrogance I claim to read
her eyes, I find there only my own animal thoughts:
that creatures must find each other for bodily comfort,
that voices of the psyche drive through the flesh
further than the dense brain could have foretold,
that the planetary nights are growing cold for those
on the same journey, who want to touch
one creature-traveler clear to the end;
that without tenderness, we are in hell.
The Dream of a Common Language (1994-1979)
XIII (Dedicatorias)
Sé que lees este poema tarde,
antes de irte de la oficina
bajo la intensa luz amarilla de la lámpara y el oscurecimiento de la ventana,
exhausta ante un edificio que fue enmudeciendo
mucho después de la hora pico. Sé que lees este poema
de pie en una librería alejada del océano
un día grisáceo de primavera, pelusas débiles impulsadas
a través de los enormes espacios alrededor de ti.
Sé que lees este poema
en un cuarto insoportable donde ha pasado demasiado,
donde la colcha reposa estancada en la cama
y la maleta abierta habla de volar
pero tú no puedes irte todavía. Sé que lees este poema
mientras el metro pierde impulso, antes de correr
a las escaleras
dirigida a un nuevo tipo de amor
que la vida nunca te ha permitido.
Sé que lees este poema a la luz
de la pantalla de la televisión, donde imágenes silenciadas tiran y se deslizan
mientras esperas las noticias de la intifada.
Sé que lees este poema en una sala de espera
de ojos conociéndose y desconociéndose, de afinidad con los extraños.
Sé que lees este poema bajo una luz fluorescente
con el aburrimiento y fatiga de los jóvenes que son excluidos,
que se excluyen solos a una edad muy temprana. Sé
que lees este poema con tu vista deficiente, los gruesos
lentes agrandando estas letras más allá de algún significado, pero tú sigues leyendo
porque incluso el alfabeto es precioso.
Sé que lees este poema mientras das pasos junto a la leche
calentándose en la estufa, un niño llorando en tu hombro, y un libro en tu mano
porque la vida es demasiado corta y tú también estás sedienta.
Sé que lees este poema que no está en tu lengua
adivinando algunas palabras mientras otras te mantienen leyendo,
y quiero saber qué palabras son.
Sé que lees este poema escuchando por algo, dividido
entre la amargura y la esperanza
y regresas, una vez más, a la tarea a la que no puedes rehusarte.
Sé que lees este poema porque no hay nada más para leer
ahí en donde has aterrizado, despojada como estás.
XIII (Dedications)
I know you are reading this poem
late, before leaving your office
of the one intense yellow lamp-spot and the darkening window
in the lassitude of a building faded to quiet
long after rush-hour. I know you are reading this poem
standing up in a bookstore far from the ocean
on a grey day of early spring, faint flakes driven
across the plains’ enormous spaces around you.
I know you are reading this poem
in a room where too much has happened for you to bear
where the bedclothes lie in stagnant coils on the bed
and the open valise speaks of flight
but you cannot leave yet. I know you are reading this poem
as the underground train loses momentum and before running
up the stairs
toward a new kind of love
your life has never allowed.
I know you are reading this poem by the light
of the television screen where soundless images jerk and slide
while you wait for the newscast from the intifada.
I know you are reading this poem in a waiting-room
of eyes met and unmeeting, of identity with strangers.
I know you are reading this poem by fluorescent light
in the boredom and fatigue of the young who are counted out,
count themselves out, at too early an age. I know
you are reading this poem through your failing sight, the thick
lens enlarging these letters beyond all meaning yet you read on
because even the alphabet is precious.
I know you are reading this poem as you pace beside the stove
warming milk, a crying child on your shoulder, a book in your hand
because life is short and you too are thirsty.
I know you are reading this poem which is not in your language
guessing at some words while others keep you reading
and I want to know which words they are.
I know you are reading this poem listening for something, torn
between bitterness and hope
turning back once again to the task you cannot refuse.
I know you are reading this poem because there is nothing else left to read
there where you have landed, stripped as you are.
Esta noche la poesía no bastará
Te vi caminando descalza,
mirando largamente
el párpado de la luna nueva
luego te extendiste
en el sueño, desnuda en tu cabello oscuro
dormida pero no inconsciente
de aquellos que no duermen sin dormir
en otra parte
Creo que esta noche
la poesía
no bastará
Sintaxis de la versión:
verbo pilotea la nave
adverbio modifica la acción
verbo alimenta por la fuerza al sustantivo
sumerge al sujeto
sustantivo se asfixia
verbo deshonrado continúa
ahora diagrama la oración
Tonight No Poetry Will Serve
Saw you walking barefoot
taking a long look
at the new moon’s eyelid
later spread
sleep-fallen, naked in your dark hair
asleep but not oblivious
of the unslept unsleeping
elsewhere
Tonight I think
no poetry
will serve
Syntax of rendition:
verb pilots the plane
adverb modifies action
verb force-feeds noun
submerges the subject
noun is choking
verb disgraced goes on doing
now diagram the sentence

Adrienne Rich / Baltimore, Estados Unidos, 1929-Santa Cruz, Estados Unidos, 2012. Poeta, ensayista, feminista y activista por los derechos de las lesbianas, es una figura clave en la historia reciente de la poesía y del pensamiento estadounidenses. Algunos de sus libros traducidos al español son: Poemas (1963-2000) (2005), Sobre mentiras, secretos y silencios (2011), El sueño de una lengua común (2019) y Sumergirse en el naufragio (2021).
Silvia Castelán Huerta
/ Ciudad de México, 1997. TlalpanEstudió la Licenciatura de Escritura Creativa y Literatura en la Universidad del Claustro de Sor Juana. Ha publicado poesía en Buenos Aires Poetry, Cardenal Revista, Void, Yerba Mala, Pata de Mono y Broken English. Poemas suyos fueron aparecen en las antologías Novísimas (2020) y en Monstrua. Antología de diez escritoras mexicanas (2022). Participó en 2019 en el Curso de Creación Literaria para Jóvenes de la Fundación para las Letras Mexicanas.