P a r á l i s i s

 
En este consultorio me desplomo
Caigo en el asiento
con la lengua afónica
Me miro en las losetas brillantes
que me reflejan detrás del médico
puedo notar que mi rostro es materia
sin forma
ni cuerpo

Somos breve balbuceo
ante noticias
que nunca se esperan

 
 
Ansiedad

Desde el laboratorio
alguien me espera
me pregunta sobre la vigilia
el ayuno
el adormecimiento de la cara
y de la mitad derecha de mi cuerpo

Me parece escucharle mencionar
los estudios requeridos
pero yo giro en los bordes de mi cabeza
extraviada
en esta incomprensible noticia

Somos marcha fúnebre
cuando nuestro organismo
no sabe reconocerse

 
 
Ya no hay gritos
en este rostro molido
en sus pliegues
se sostiene un pacto
limbo de la juventud
y la vejez

El mundo lo ha dicho siempre
todo es inútil
ante el cantar del tiempo

 
 
Basta una palabra
para alterar nuestro sistema
e ir al borde
al vacío
Basta una palabra
para regresar a una infancia
a una casa
un momento
que se esparce en el cráneo
y nos arrastra
a un eterno toque de queda

Somos evidencia
de que aún el silencio
descalabra

 
 
Escucho todos los ruidos de la cuadra
unos vecinos llegan
y desde mi hamaca
los oigo cerrar la portezuela de sus autos
se ríen
aplauden
adentro mi cuerpo implota
ante esta hemiplejía

 
 
Soy casa deshabitada.
Aquí los niños juegan
las señoras platican desde sus aceras
como un adagio que no se detiene
y lo escucho todo
aunque apenas asome
y a diario tenga cerrada la puerta
las ventanas

Soy silencio en esta calle
como lo seremos siempre
los que sufrimos en sigilo
mientras nuestro cuerpo consume
el esfuerzo de quien no duerme
por tres turnos de trabajo

Soy balada consumida por el eco de mi colonia
donde sueño que los lamentos de mi madre
caen como caricias sobre mi cara agobiada
y yo la escucho sollozar
en estado vegetativo

 
 
Me persigue una muerte
que canta siempre la misma estrofa
Hay un camino que agrieta el miedo
toca tu herida abierta
tu lengua torcida
anuncio mi presencia
Te extingues

Me persigue una muerte
cantando por la habitación
Te veo
ojo que desciende
labio rizado
lates
dueles
eres afonía
quietud
Te desfiguras

 
 
Hay una melodía en mi nariz
que se agita
con el latido de un corazón enfermo
de una mente que no se mide
ni se acaba en la comisura de mi angustia

Hay una melodía en mis ojos
escurriéndose en las mejillas
y no palpita en este acto
de sonidos inquietos
oraciones ilegibles
surgiendo
de la lengua huidiza de mis vecinos
cada que llego
y mi aspecto ya no ríe

Reconozco
de nuevo
esa canción del luto
sonar entre mis nervios

 
 
Me he quedado a oscuras
en esta casa
que insensible
soporta
la mitad de mi cuerpo
como a un extraño

Una melodía sale también
de este momento
que estalla en un lóbulo parietal
atrofiado
por la misma naturaleza
lejos del tacto de Dios
y del hombre

Impulsos eléctricos
tejen torpe un cerebro
que destruye los músculos
de una lengua
perforada por el miedo
y yo sigo aquí
inmóvil
a mitad del silencio