agosto 2020 / Inéditos

No se puede medir lo sordo ni lo hueco

te pregunto
eres el de antes o el de ahora
donde no hay
cuál eres te insisto el de cuándo
tu sonrisa me dice que el de ahora
descansa en mí
un latido sordo
palpita
se inclina
tiembla
bajo la sábana del párpado
cuál eres
serás

 

sentís sentís y decís
que lo sentimental de los violines
te arrullan
te duermen
sentís sin decir
que la rosa roja era negra
que se hizo blanca
en la mañana del invierno
en la mañana del invierno
cuando la arrancó un gato
para llevarla a la fuente seca
esa mañana la fuente seca
tenía un cristal al fondo
decís sentís
así nunca es lo mismo

 

el ruido del rincón
el risco
el inicio
del precipicio resbala
ruco dime ruco
eres un viejo ruco
que levanta la tapa del baño para vestirse
una vieja ruca que desobedece las reglas
de la montaña, del risco, del borde
para volar por los años
que jalan tus pellejos
hacia el final de la vejez

 

ahogado 
prepara la toma
la acción
la luz
prepara la reja de la noche
que se cierra sin ruido
antes de que pase
el camión de la basura
antes de que el pedazo de queso
se convierta en un vino
salado y viscoso

las uvas se pudren en el jarrón

 

no entiendes
grito
no entiendes
el año
en mis dedos
no escuchas
lo que escribo
hueco y sordo
nadie te explicará
nadie te explicará
el nivel de navegación
la distancia corta
no se puede medir
lo sordo
ni lo hueco
del pozo que lo tragó


Autor

Ana Belén López

/ Culiacán, Sinaloa, 1961. Es autora de los libros de poesía Alejándose avanza (Fondo Editorial Tierra Adentro, 1993), Del barandal (Ediciones Sin Nombre, 2001), Silencios (Instituto Sinaloense de Cultura, 2009) y Retrato hablado (Andraval Ediciones, 2013). Ha sido becaria del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Sinaloa y profesora de Literatura en la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán.

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