Versiones de Roberto Bernal.
En la poesía de Valerio Magrelli (Roma, 1957), advertimos que las formas más primordiales de ver y estar en el mundo son las que nos aportan la mayor riqueza en términos de sensibilidad y consciencia, sin prescindir de la complejidad natural de todo lo que nos rodea: “Esto no es un trabajo/ sino una confección./ Primero del papel, luego del cuerpo”. Esto es, ante todo, la sorpresa y el asombro ante la vida —y, en ocasiones, de estar vivo—; también es la fascinación ante la correspondencia entre el cerebro humano y una dimensión espacial. Lo grande frente a lo pequeño. Combatir o sucumbir.
En otros momentos esta poesía, que abraza la palabra elemental y sencilla, convoca ideas y conceptos primigenios de la humanidad, aquellas cosas que todos, en algún momento, planteamos y pensamos, pero que solamente aquellos con una meticulosa agudeza se atreven a excavar. Asimismo, la duda sincera que vive en las pocas y concretas palabras del poeta italiano también deforma y reformula las magnitudes y los espacios: de lo pequeño a lo inconmensurable, el cuerpo puede ser el escenario donde convergen las características del mundo.
Bajo esta lógica, el propio cuerpo se torna campo de duda y de lucha, abraza al mismo tiempo al ojo con todas sus imágenes y al cerebro con todas sus dudas: “Por la tarde, cuando hay poca luz,/ oculto dentro de la cama/ capturo las siluetas de las reflexiones/ que fluyen sobre el silencio de las extremidades”. Un acto aparentemente simple como el estar debajo de una sábana puede, con la chispa de la inquietud “infantil”, convertirse en una narración épica sobre el propio cuerpo y su lugar en el espacio.
— Karla Reyes y Roberto Bernal
Por la tarde, cuando hay poca luz
Por la tarde, cuando hay poca luz,
oculto dentro de la cama,
capturo la silueta de las reflexiones
que fluyen sobre el silencio de las extremidades.
Es aquí donde debo tejer
el tapiz del pensamiento
y colocar los hilos de mí mismo
dibujar conmigo mi figura.
Esto no es un trabajo
sino una confección.
Primero del papel, después del cuerpo.
Suscitar la forma del pensamiento,
moldearla según una medida.
Pienso en un sastre
que es su propia tela.
Di sera quando è poca la luce
Di sera quando è poca la luce,
nascosto dentro il letto
colgo i profili dei ragionamenti
che scorrono sul silenzio delle membra.
È qui che devo tessere
l’arazzo del pensiero
e disponendo i fili di me stesso
disegnare con me la mia figura.
Questo non è un lavoro
ma una lavorazione.
Della carta prima, poi del corpo.
Suscitare la forma del pensiero,
sagomarla secondo una misura.
Penso ad un sarto
che sia la sua stessa stoffa.
El silencio permanece entre una página y otra
El silencio permanece entre una página y otra.
La larga extensión de la tierra hasta el bosque
donde la sombra recolectó
un sí sustraído a la mañana,
donde las noches aparecen
separadas y preciosas
como frutas en las ramas.
En este delirio
luminoso y geográfico
no sé todavía
si ser el país que cruzo
o el viaje que emprendo.
C’è silenzio tra una pagina e l’altra
C’è silenzio tra una pagina e l’altra.
La lunga distesa della terra fino al bosco
dove l’ombra raccolta
si sottrae al giorno,
dove le notti spuntano
separate e preziose
come frutta sui rami.
In questo delirio
luminoso e geografico
io non so ancora
se essere il paese che attraverso
o il viaggio che vi compio.
Ser un lápiz es una ambición secreta
Ser un lápiz es una ambición secreta.
Consumirse sobre el papel lentamente
y permanecer en la hoja
en una nueva forma inesperada.
Transformar de ese modo la carne en signo,
el esqueleto en un instrumento
delgado de las reflexiones.
Pero esta dulce
huida de la materia
no siempre es concedida.
Hay quien amanece solo con su cuerpo:
después es más doloroso el separarse.
Essere matita è segreta ambizione
Essere matita è segreta ambizione.
Bruciare sulla carta lentamente
e nella carta restare
in altra nuova forma suscitato.
Diventare così da carne segno,
da strumento ossatura
esile del pensiero.
Ma questa dolce
eclissi della materia
non sempre è concessa.
C’è chi tramonta solo col suo corpo:
allora più doloroso ne è il distacco.
Ofensiva bajo una tumba etrusca
Latín mortal…
Apollinaire
Ahora todos hablarán igual,
todos la misma lengua que nos arrebató la nuestra.
Arrojaron el alfabeto entre el campo
persiguiéndolo como a un fugitivo, como a un ladrón,
el alfabeto de los padres.
Nadie nos entenderá,
y ni siquiera entre nosotros:
emplearemos las viejas palabras,
corroídas, murallas en ruinas de nuestras fortalezas.
Nos dejaron solamente
las tumbas, el último refugio.
Por eso hablo desde aquí,
voz recluida en la oscuridad
entre formas coloridas, pero inmóvil para siempre
como el último aliento
de nuestra pronunciación.
Invettiva sotto una tomba etrusca
Latino mortale…
Apollinaire
Adesso parleranno tutti uguale,
tutti la stessa lingua che ci ha tolto la nostra.
Hanno cacciato l’alfabeto tra i campi
braccandolo come un fuggiasco, come un ladro,
l’alfabeto dei padri.
Nessuno ci capirà, e nemmeno tra noi
impiegheremo più le vecchie parole,
corrose, diroccate mura delle nostre fortezze.
Ci hanno lasciato soltanto
le tombe, l’estremo ridosso.
Perciò parlo da qui,
voce reclusa nel buio
tra forme colorate, ma immobili per sempre
come l’ultimo alito
della nostra pronuncia.
Existen palabras
Existen palabras que rodean
el pensamiento y lo atraviesan
dulcemente, arqueadas como lágrimas.
Como los huéspedes olvidados rondan
secretamente por las habitaciones,
tocando cada cosa.
Su andar parece el regalo paciente
de un fruto de la tierra.
Esistono parole
Esistono parole che costeggiano
il pensiero e lo attraversano
dolcemente oblique come lacrime.
Come ospiti dimenticati si aggirano
segrete per le stanze,
ogni cosa toccando.
Il loro andare sembra l’offerta lenta
di un frutto della terra.
Autor
Valerio Magrelli
/ Roma, Italia, 1957. Poeta, ensayista y traductor. Ha publicado los libros de poesía Ora serrata retinae (1980), Nature e venature (1987), Esercizi di tipologia (1992), Didascalie per la lettura di un giornale (1999), Disturbi del sistema binario (2006) e Il sangue amaro (2014), casi todos traducidos al español y publicados en diversas casas editoriales de Iberoamérica. Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido, cabe destacar el Premio Feltrinelli, otorgado por la Accademia Nazionale dei Lincei. Como traductor, se ha ocupado de autores como Paul Verlaine, Paul Valéry, Molière y Roland Barthes.