22 marzo, 2021

El oficio del cuchillo

de Kevin Cuadrado | Inéditos

De pronto, la piedra supo que era una casa.
Descubrió a la madera y abrió sus ventanas.
Imaginó una niña, una mesa.
Afuera la luz, a su alrededor el viento.
Los patios salían de sus puertas
y la seguían con la mirada.
La vieron en medio de pueblos solitarios,
de los bosques de tantos sitios perdidos,
de tantas casas deshechas entre los escombros.
Si lloraba, dormía tranquila.
El miedo le cerraba los ojos,
el silencio era una forma de oscuridad
y el sonido le permitía ver.
El murmullo de una hoja cayendo
dibujaba un pájaro sobre su cabeza.
Y los peces cruzaban ríos a su alrededor.
La más triste noche
de un sueño seguido de otro sueño,
empujada a correr, regresaban sus pasos,
detrás de la ventana se detenía la vida
y el tiempo quedaba apresado en sí mismo.
Únicamente la casa existía,
como una niña que mira inmóvil.
Cerró la boca:
el mundo tenía
los límites de la mesa.

 

Desde el lugar de los muertos

Las calles fueron pintadas por las manos de los niños lustrabotas. Los relojes de las plazas marcaban el taconeo coreográfico de los ambulantes. La copa del sombrero no tiene valor ni el nudo de la corbata, el pago es por otras necesidades; le cuesta el reloj, no el tiempo, tiene tiempo ilimitado, tanto como pueda gastar, dicen las vendedoras. Y mientras tanto, la noche desviste cuerpos que pagaron por camisas, zapatos, pañuelos… y una vez desnudos, bailan. El cuerpo es un cruce de calle, una esquina de barrio, la ventana entreabierta de casa, el cigarro marchito sobre el cenicero, la mano bajo el muslo, la señal de mujer en la espalda lastimada, los labios fibrosos y el olor a niña. Y sobre las farolas cuelga una luz sin precio.

Nieto:
Mariana Rodas,
ahora que tu nombre está grabado sobre la piedra,
sepulcro níveo y callado,
dime ¿qué se siente dormir?
¿A qué juegan por las noches las Manuelas?
¿Y Luz Elena, aún grita?
Dime que salvaron su memoria.
Flor Alba,
¿cuántas veces has despertado a los jardines?
Desde el fondo de un ojo amarillo,
una paloma mira el vuelo de tus manos blandas.
Ivanova Jácome,
el lirio azul reescribe tu voz en la noche oscura,
descubre tu sombra en el vuelo callado de la tarde.
Mery Arias, Margoth Alicia, Carlina Ramón,
bajo el cielo de esta patria aún escucho sus pasos,
rotos, desfilando hacia el reino del reloj
(memoria antiquísima a su propia historia).
Las he visto antes
(¿en un sueño, acaso?),
eran la arena con la que construyeron mi nombre
y levantaron la plaza,
la misma arena con la que cubrieron la piel de Dolores.

Dolores:
un grano de arena esparcido en la memoria del niño triste
que aprende de la vida al perder un diente,
que al envolverlo en una fría mano descubre la soledad
y las largas horas que conlleva el fracaso;
ese niño envejece en un día, y al otro
se lo puede tratar como a un ciudadano más,
un oyente callado que corre al resguardo de las sombras;
así nacen los hombres y las mujeres,
escondidos de sí mismos,
esperando que un golpe al descuido les abra la boca
para aprender a sonreír.

***

Nieto:
Te conocí tarde,
apenas ayer descubrí tus lágrimas.

Dolores:
si llegara a cortar mi vida
como una cebolla sobre la mesa de casa,
no sería para mezclarme con el agua
y probar unos labios a punto de secarse,
lo haría por amor al oficio.
Pocos son los que piensan en el oficio
del cuchillo
o de la cebolla,
en el oficio propio.
Si llegara a cortar mi vida
lo haría por el simple oficio de vivir.


Kevin Cuadrado / Quito, Ecuador, 1993. Narrador, poeta, editor y promotor cultural. Dirige el sello independiente Bichito Editores y ha editado las revistas Leo, La Novicia y Bichito. Ha publicado El degollamiento de las cebollas (La Castalia, 2021), El tornillo perdido (Casa de la Cultura Ecuatoriana, 2020), Historia de las ideas (V&V Editores, 2019), La tristeza del pájaro azul (Alianza Francesa y La Souris Qui Raconte, 2018) y Ouróboros: el reloj del viento (Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador, 2018). Formó parte de la XVIII promoción de la Fundación Antonio Gala. Ha ganado diversos premios, entre los que destaca el Primer Premio Narrativo de la Alianza Francesa, 2018. Sus textos han sido traducidos al portugués, inglés y francés.