noviembre 2020 / Inéditos

Un poco de todo y un tantito de nada


 
 

NO ENVEJECE NI
SE DETERIORA
SÓLO SE MULTIPLICA

 

 

Hélice

Nació el mismo día
Que José Watanabe
Quien escribió

El miedo circulará siempre
En mi cuerpo
Como otra sangre

Cada vez que salía al escenario
Un manantial rojo le
Brotaba de la nariz pero

A diferencia
Del peruano lacónico
Ella era un torbellino

Así la juzgo por un par de videos
Pero no la conozco Me disculpo
Admito que no sé casi nada

Elis Regina
Llegó un año después
De Diana Ross

Mil novecientos cuarenta y cinco
Fue el año del Gallo
Y de la bomba nuclear

Pimientinha
Le decía Vinicius y otros
La llamaban Furacão

Pero su sobrenombre más conocido
Fue Hélice
Su vocación era rotar

Brazos como molinos
Y vida centrípeta
Tras el vértigo de los reflectores

Y así dando espirales
Fue expelida desde una vecindad en Porto Alegre
A la noche bulliciosa de Copacabana

Al principio
La bizca gaucha
Cantó un poco de todo y un tantito de nada

Hasta que la televisión
La regurgitó
En ícono de la Música Popular Brasileña

Medía metro y medio
Su voz potente y grave
Provocaba conmociones

En Atras da porta
Elis llora con desconsuelo
Y la audiencia aplaude con fervor

A Billie Holiday
Le ocurrió lo mismo y a Edith Piaf y a Lucha Reyes
La épica del dolor favorece la iconografía

“Dediqué mi vida a cantar
Y no hay hombre ni padre ni madre ni hijo
Que me saque de eso”, declaró

Con Tom Jobim
Farfulla con regocijo
Gruñe ríe y bala

Y en una conversación triste
Se burla del entrevistador
Y estalla en carcajadas

Tras el golpe militar
Tuvo la osadía
De proclamar

Que Brasil
Era gobernado
Por gorilas

Imágenes de júbilo y aflicción
La ciclotimia
Provoca altibajos depresivos leves y moderados

Tres hijos
Dos matrimonios
Y una muerte no aclarada

Por favor
Pensemos en la desventura de Elis
Quien tenía un futuro provisorio

Pero yo no quería hablar de Hélice Quiero
Hablar de ciertas imágenes familiares
Ahora camino de puntitas

Ella murió en el ochenta y dos
Mi abuelo se fue un año después
Tal vez cantó “Soneto de la separación”
 
 

* Este es un adelanto del libro Ventana cerrada, que publicará próximamente la Dirección de Publicaciones y Fomento Editorial de la UNAM en la nueva época de su colección El Ala del Tigre. El crédito de la imagen es de Paulina Barraza G.


Autor

Rodrigo Flores Sánchez

Ciudad de México, 1977. Es autor de los libros de poesía Tianguis (Almadía, 2013), Zalagarda (Mano Santa, 2011), estimado cliente (Lapsus, 2005 y Bonobos/Setenta, 2007) y baterías (Invisible, 2006). Escribió con Dolores Dorantes el libro Intervenir (Ugly Duckling Presse, 2015). Su obra fue recogida en el libro biautoral Flores + Espina (Fondo de Animal, 2012), en conjunto con la de Eduardo Espina. Antologó La noche. Una cartografía de la Ciudad de México (Auditorio Nacional / Conaculta, 2013).

noviembre 2020