La revalorización y el reconocimiento dado a la emoción provocó cambios radicales en la idea del arte y, en particular, en la poesía. A partir de la emoción, los románticos del siglo XIX transgredieron y ensancharon los límites preceptivos que hasta entonces regían la producción artística. Si en la búsqueda de la renovación de las formas los poetas románticos invocaron la “espontaneidad” del lenguaje y la verdad del “sentimiento” como principios para enfrentarse al “decoro” y a la “artificiosidad” de la poesía clásica, en el mismo sentido situaron la defensa de la emoción en la raíz del proceso creador.
Ezra Pound
Víctor López Zumelzu, un poeta del cuerpo
Como a Víctor conocí a otros poetas, que en esos años eran poco más que niños pero con inquietudes y ambiciones. Me sorprendía el hambre por saber los secretos de la literatura. Si me hubieran preguntado, hubiera dicho que la literatura, y en especial la poesía, es un cajón lleno de secretos y enigmas que uno nunca termina de saber o solucionar.
Bajo el puente. Sobre Samuel Greenberg
[Samuel] Greenberg no rechazaba el conocimiento, como sí lo haría un poeta archirromántico. Por el contrario: se abrazaba a la ciencia, a la medicina, a la industria, a las ideas y al lenguaje nuevo, al barullo de la ciudad. En otras palabras, Greenberg era un modernista, si bien de manera heterodoxa, y ésa es la razón por la cual algunos lectores adivinan un protosurrealismo en sus fracturadas expresiones sobre la vida urbana.
¿Para qué usos profundos sirve el lenguaje?
He conocido el silencio de las estrellas y del mar,/
y el silencio de la ciudad cuando se detiene,/
y el silencio de un hombre y una mujer,/
y el silencio por el que solo la música encuentra su palabra,/
y el silencio de los bosques antes de los vientos de la primavera,/
y el silencio de los enfermos/
cuando sus ojos deambulan por la habitación./
Y pregunto: ¿para qué usos profundos sirve el lenguaje?
Vino una diosa tierna
Con el viento del sur, vino una diosa tierna./ Mojó el bronce, mojó la fuente,/ mojó el pecho de la golondrina y sus plumas doradas./ Abrazó la marea, lamió la arena, se bebió los peces./ Mojó en secreto el templo, los baños, el teatro…
Pound es mi pastor, nada me faltará: introducción a José Molina
En un fragmento de “Ars (poética)” el autor llega a repetir tres veces: “Releer a Pound/Releer a Pound/Releer a Pound”. Y también lo cita sin explicitarlo, cuando re-elabora el dictum del viejo poeta: “Hacerlo Nuevo!” Así, el “presentar una imagen” del norteamericano deviene “Un arte que presentifique/El objeto poético”, un intento por hacer del lenguaje poético uno que privilegie los objetos y se aleje de las abstracciones.
Los triángulos también dan lugar a sentimientos mezquinos
yo te odio como una liebre a otra liebre de la cual depende para correr juntas en la estepa y te odio más que una liebre a la estepa por ser este el lugar a donde corren las liebres acompañadas por otras liebres la subordinación da lugar a sentimientos mezquinos sentimientos razonables en un país victorioso nadie depende de nadie es algo erradicado hace mucho tiempo incluso hubo algo llamado los independientes de color
El tercer cielo. Tres cantos
Y entonces descendimos a la nave,
Enfilamos la quilla a la rompiente, a la mar divina, y
Erguimos el mástil e izamos la vela en la nave prieta,
Embarcamos ovejas y nuestros propios cuerpos
Agobiados de llanto, y los vientos en popa
Nos impulsaban con velas panzudas,
De Circe esta nave, la diosa del peinado minucioso.
Un recuento
El 22 de septiembre de 1914, T.S. Eliot, de 26 años, y Ezra Pound, de 29, se conocieron en Londres. Pound ya había publicado varios libros de poesía. El encuentro ocurrió en casa de Pound, quien al final de la reunión le pidió a Eliot que le enviara poemas…