mayo 2024 / Inéditos

¿Hacia dónde es aquí?

Antonio Deltoro

 

Cinco

Hay un árbol seco. Cuerpos. Pasan cosas extrañas. Mantras extraños. No hay hombres. No hay mujeres. Aquí llegas y te rapan. Te quitan tu identidad. Aquí no tienes nombre. Te apodan con el sonido de un ave. El sonido de un mamífero. El sonido de un insecto. Llegas aquí y dejas lo humano. Pasan cosas extrañas en este lugar. Voces nos rodean. Nos van cercando. Intentan agrupar sus manos a los detalles. La naturaleza de las rocas. Paredes naturales. La gran roca que lo inunda todo, a los animales, a los humanos. El barranco es Dios cuando bosteza. Escucha decir a su maestro. El reino que nos toca enfrentar. La realidad, el tabique entre los ojos. La calavera de azúcar que mordemos.

 

Siete

En su primera clase descubrió a un grupo de personas sentadas frente a una máquina de café diciendo Om. La máquina de escribir recorre tu cabeza, te llena de ideas nuevas: Inhala y exhala. Conjuga estas dos palabras.Hay un gran miedo que acecha tu cabeza todo el tiempo. Inhala, exhala. México se traga vivo a Buda. Inhala, exhala. Llegué al taller. Trate de evitar el ayuno y la limosna. Me dieron información: la mayoría de los programas tienen lugar en las modernas y acogedoras instalaciones, e incluyen sesiones individuales, cursos que abarcan cualquier aspecto de las artes creativas y tratamientos holísticos de medicina, como transformación personal y terapia, ciencias esotéricas, el acercamiento haiku y el ocio, temas de relaciones y transiciones significativas en la vida para hombres y mujeres. Las sesiones individuales y los talleres de grupo se ofrecen durante todo el año, junto con un horario de meditación a lo largo de todo el día.

El maestro lleva una gran barba blanca. Nos habla de lo importante que es hacer sus meditaciones.

El maestro me dice al oído: Vete del templo, su voz barre, recorre las paredes.
Pide que me levanté del colchón, que me vaya a meditar bajo el árbol Bodhi.
Buda permanece en escena, inmóvil en su envoltorio.

 

Cinco

Me encierro en un cuarto e intento escribir sobre lo que me pasa, intento comprender una pregunta: bebo las mañanas desde una taza vacía, me arrojo una jarra de agua y tomo el sol, me quedo esperando simplemente la vaporización de las cosas. Me siento en posición de loto frente a una pared blanca. Una vez sentado firme y derecho veo la pared por horas. Mucha gente ha logrado días, semanas, viendo esa pared blanca. Sucede en tu cerebro. Una máquina. Una bicicleta. Un pedal inverso en la mente. Aparece el Zazen que empieza a tener forma y te frena en pausa. Un punto. Un trance donde desaparece la materia. Te conduces a otro estado de conciencia. Escuchas esa primera noble verdad en la calle: la vida es sufrimiento. Un sistema de enseñanza budista popular. Las sombras se esparcen en las cantinas, las sombras caminan atrás y adelante. Sombras disfrazadas, sombras maquilladas. Me perdí, fui a orinar a echar una firma en una pared blanca ese día, en el Zazen dirías. El graffiti sobre la pared me preguntó: ¿Hacia dónde es aquí?

 


Autor

Luis Fernando Lugo Torres

/ Ciudad de México, 1985. Obtuvo el premio de poesía de la revista Punto de Partida (UNAM) por su libro Invernadero (2011) y el Premio Bellas Artes Juan Rulfo para Primera Novela 2021 por su novela Levadura silvestre. Es autor del poemario Restaurante Bar Familiar (2019). Ha sido becario del programa Jóvenes Creadores del Fonca (2010-2011 y 2013-2014) y de la Fundación para las Letras Mexicanas (2011-2013).

mayo 2024