diciembre 2022 / Inéditos

notas al margen de la felicidad

 
una hora de comida 

nos retorcemos
somos todos idénticos
triángulos revoloteando
su trabajo de colores
bajo el cielo
   de las tres
     de la tarde

mientras los esquites
hierven como siempre
   salados
en su agua puerca

seguimos trabajando
aunque sean
     las tres
        de la tarde

una vez que permites
que te afiancen como a un globo
de pepa pig con cinta
   entonces nada
podrá sostenerte: de nuevo

ni los pájaros pueden 
callar el pitido del señor 
del tráfico: llora un niño
   qué quiere
mi niño: quiere
que le compren
un volován: por favor
   cómprame
unos minutos en otra fila
un poco de sus risas
llenas del helado obeso 
del ángel

el aceite
zambulléndose 
en los churros:
   la melodía
       de las tres
   de la tarde

retumba el masticar
de unas papas fritas
el himno nacional
las trompetas
sus tambores
la banda de secundaria
truena al ritmo de las bolitas
en los cigarrillos de nuestros padres

pero ellos
no pudieron
pero yo pensé
que podría
pero no puedo

con la camiseta
ya me puse
el banderín
   mira qué lindo
a las tres
   de la tarde 
 
no hay tiempo
que a mi farol nadie lo prenda
mi huella es una bombilla
   blanca y rota 
chispeando verde luz 
junto a otras bombillas sudadas 
          a las tres
   de la tarde

pero qué lindo es que volteen
aquí arriba
y digan qué bonito
adorno
qué bonita esta fiesta
patronal

pero nadie
desde mucho tiempo
oye nuestro llanto
cuando pasa el aire

 
 
nos reunimos para ver
esta televisión vieja

apenas se distinguen: son el destello
de un rayo después de mezclarse
en la pantalla del negro

pero no distinguen
si hay una boca detrás
de las letras de su anuncio ovalado:

qué es lo que nace de los dos a esta hora

cuando la divinidad del matrimonio
termina por ser un infomercial
de un electrodoméstico
en constante rebaja

innecesario
y
aburrido

 
 
un cochecito en una bolsa de celofán

está a mi lado: sus manos
son rojas y calientes 
un niño se acerca 
 
su mamá le grita
no puedo comprarlo  
ni se te ocurra pero el hombre  
 
tuvo un gesto
y cambió de tono: pórtate  
bien   le dijo  
 
todos le sonreímos con la mirada 
que es también decirnos cosas
sin conocernos  
 
aunque el celofán se arrugue
de tanto aunque deje de ser bello
de su color de viejo
 
siendo sinceros no creo
que avance: esta es
mi manera de mostrarlo
 
eso dijo 
eso también  
es decir su nombre  
 
en una bolsa  
de celofán todos los días  
dios se está asfixiando 

 
 
notas al margen de la felicidad
según los comportamientos laborales

un espacio entre
las páginas que no
marque en este manual

es la angustia
por seguir trabajando
en un espacio
donde todos se van
sin despedirse

de usted
algo en su escritorio día a día
lo va sumiendo
lo hace más hondo

     usted

es este hueco: día tras día
tras día sin saludar
sin decir hasta pronto

no pregunte
no tiene que saber
quiénes están 
atrás de los cargos
cuáles son sus hijos
cómo se sienten las personas
qué esconden

no mire
no quiera mucho menos
escuche

     eso dicen
     quienes estuvieron antes aquí

a eso que es ahora
le damos fe y seguimiento
para que alguien más
lo marque

 


Autor

Pablo Rodríguez

/ Xalapa, Veracruz, 1997. Poeta y editor. Licenciado en Lengua y Literatura Hispánicas por la UV. Becario del PECDA Veracruz (2020), del Curso de Creación Literaria para Jóvenes de la FLM (2018) y del Festival Cultural Interfaz (2016), los tres en el área de poesía. Textos suyos han aparecido en medios digitales e impresos como Punto de Partida, Carruaje de Pájaros, Punto en Línea, Casapaís, Casa del Tiempo, Vallejo & Co., entre otros. Ha participado en diferentes antologías. Actualmente trabaja en el Instituto Veracruzano de la Cultura.

diciembre 2022