Versiones del italiano de Carlos Vitale.
La niña que camina bajo los árboles
La niña que camina bajo los árboles
no tiene más que el peso de su trenza,
un hilo de canto en la garganta.
Canta sola
y salta por la calle: porque no sabe
que nunca tendrá un bien más grande
que ese poco de oro vivo sobre los hombros,
que esa alegría en la garganta. A nosotros, que no tenemos
otra felicidad que las palabras,
y no el encendido lazo ni la mucha
esperanza que agranda aquella el corazón,
si no es demasiado pedir, que se nos quite
antes la vida que ese único bien.
La bambina che va sotto gli alberi
La bambina che va sotto gli alberi
non ha che il peso della sua treccia,
un fil di canto in gola.
Canta sola
e salta per la strada: ché non sa
che mai bene più grande non avrà
di quel po’ d’oro vivo per le spalle,
di quella gioia in gola. A noi che non abbiamo
altra felicità che di parole,
e non l’acceso fiocco e non la molta
speranza che fa grosso a quella il cuore,
se non è troppo chiedere, sia tolta
prima la vita di quel solo bene.
Callas…
Callas, alma cansada de gozar
y de sufrir — a lo uno, a lo otro estás
resignada —
Escucho y no me llega tu voz.
No de lamento por la miserable
juventud, ni de ira o de revuelta
y tampoco de tedio.
Enmudecida
yaces con el cuerpo en una desesperada
indiferencia.
No nos asombraremos
no es verdad, mi alma, si ahora
el corazón se parara, si suspendido
quedase el aliento…
En cambio caminamos.
Y los árboles son árboles, las casas
son casas, las mujeres
que pasan son mujeres y todo es aquello
que es — aquello que es.
Las vicisitudes de alegría y de dolor
no nos tocan. Ha perdido la voz
la sirena del mundo y el mundo es un gran
desierto.
En el desierto
yo me miro con secos ojos a mí mismo.
Taci…
Taci, anima stanca di godere
e di soffrire — all’uno, all’altro vai
rassegnata —
Ascolto e non mi giunge una tua voce.
Non di rimpianto per la miserabile
giovinezza, non d’ira o di rivolta
e neppure di tedio.
Ammutolita
giaci col corpo in una disperata
indifferenza.
Non ci stupiremmo,
non è vero, mia anima, se adesso
il cuore s’arrestasse, se sospeso
ci fosse il fiato…
Invece camminiamo.
E gli alberi son alberi, le case
sono case, le donne
che passano son donne e tutto è quello
che è — quello che è.
La vicenda di gioia e di dolore
non ci tocca. Perduto ha la voce
la sirena del mondo e il mondo è un grande
deserto.
Nel deserto
io guardo con asciutti occhi me stesso.
Ahora que has venido
Ahora que has venido,
que con paso de danza has entrado
en mi vida
como una ráfaga en una estancia cerrada —
para celebrarte, bien tan esperado,
las palabras me faltan y la voz
y callarme junto a ti ya me basta.
El gorjeo que ensordece el bosque
al nacer el alba, enmudece
cuando sobre el horizonte salta el sol.
Pero a ti mi inquietud buscaba
cuando, de muchacho,
en la noche de verano me asomaba
a la ventana como sofocado:
porque no sabía, me palpitaba el corazón.
Y todas tuyas son las palabras
que, como el agua que rebosa en el borde,
a la boca venían, solas,
las horas desiertas, cuando se adelantaban
puerilmente mis labios de hombre
por sí mismos, por deseo de besar…
Ora che sei venuta
Ora che sei venuta,
che con passo di danza sei entrata
nella mia vita
quasi folata in una stanza chiusa —
a festeggiarti, bene tanto atteso,
le parole mi mancano e la voce
e tacerti vicino già mi basta.
Il pigolìo così che assorda il bosco
al nascere dell’alba, ammutolisce
quando sull’orizzonte balza il sole.
Ma te la mia inquietudine cercava
quando ragazzo
nella notte d’estate mi facevo
alla finestra come soffocato:
che non sapevo, m’affannava il cuore.
E tutte tue sono le parole
che, come l’acqua all’orlo che trabocca,
alla bocca venivano da sole,
l’ore deserte, quando s’avanzavan
puerilmente le mie labbra d’uomo
da sé, per desiderio di baciare…
Autor
Camillo Sbarbaro
/ Santa Margherita Ligure (Génova), Italia, 1888 - Savona (Génova), 1967. Poeta, ensayista y traductor. Entre sus muchos libros publicados, cabe destacar Resine (1911), Pianissimo (1914) y Truccioli (1920). Vertió al italiano a autores como Stendhal, Huysmans, Flaubert, Supervielle y Balzac, entre otros.