We Are the Robots
¿Cómo será el sonido del futuro?
¿Será un loop del pasado del que
habló Mark Fisher?
¿Estamos condenados a vivir
en una repetición musical?
Kraftwerk y Silver Apples han muerto
y con ello la esperanza de la innovación.
Gina X, Grace (fucking) Jones, Gary Numan,
Laurie Anderson están vivxs,
o sea los aliens y las ginoides.
¿Habrá post-punk, vampiros y
vampiresas como Siouxsie, Smith o Murphy?
Si hay repetición en el futuro será sin duda
con el sonido ácido y estridente de los 80’s.
No hay oportunidad para los 90’s
nadie querrá la fiebre adolescente de Sonic Youth
ni la nostalgia poética de Jeff Buckley
mucho menos el dreamy noise de My Bloody Valentine.
Si el futuro tiene sonido no olvidaremos
a Underworld de los 2000 y su sudor
de píldoras y polvos blancos.
Pero de algo estoy segura
en el futuro no habrá un Ian Curtis
¿Acaso alguien quiere que otro maldito
antihéroe nos abandone?
Los plebes
¡Pum! ¡Pum! ¡Pum!
Hay caza de plebes por el barrio
los acechan al salir de la escuela
afuera de sus casas
les prometen poco dinero a cambio
de la euforia por quebrar mandíbulas
de jugar a los carniceros
hacer pequeñas incisiones y dejar sangrar al falso enemigo
¡Papapapá! ¡Papapá!
No dejan dormir a los pobres plebes
ejército de un profundo abandono
de la aniquilación de pueblos polvorientos color-sepia
allá donde es más fácil tomar el arma
y enfrentarte a tu espejo
¡Machín! ¡Machín!
Súbele machín a este corrido tumbado de muertes
a este género musical de necro
rojo
carne
violencia
¡Túmbate morro, no seas culo!
Asoma la cabeza por la blindada
siente el aire fresco en cada poro
y ofrenda tu cuerpo a la nueva generación.
Caída libre
me voy a andar el mundo sin ti.
Te dejo el corazón también,
donde iré no estarás
corazón, ¿para qué?
Los Ángeles Negros
Tengo miedo de que una tarde cualquiera
nos caigan cuerpos encima como balas
o peor aún, como poca cosa;
como sacos de carne, sangre y huesos
como visceralidad humana
con sello certificado de explotarlos hasta el cansancio o la muerte
Duele pensar en que la soga que ató la vida
abarató el costo de la obra de un edificio de lujo
sumó números a los arquitectos y a los empresarios
restó en nosotrxs algo que no siempre está en la superficie
Por ahora el silencio de rodear un cuerpo
de verlo desde la falsa tranquilidad y pensar en el alivio de no ser él
Inerte, con los ojos abiertos
o torcido por el impacto contra el suelo;
sentir ante esa escena gore que estamos mejor acá
Tengo miedo de presenciar el derrumbe de La City,
de que los andamios comiencen a latir
a agrietar esta infraestructura ruidosa
que no hace más que jugar con nuestra lengua
Tengo miedo de que nos lluevan cuerpos
pero más miedo la extensa sombra
que proyectan los edificios encima nuestro:
quedar atrapada en su frío de opulencia
y nunca despertar.
Microplásticos
Inicia de lo micro a lo macro
léase plás-ti-co
microesdrújula de 3 sílabas
zoom
zoom
zoom zoom
zoom
zoom zoom zoom
microplástico entre tus uñas
en tu cabello de caspa microplástica
morusas microplásticas de azúcar
microfibras
zoom
zoom
léase: virus indetectable
tendencia a teclear con dedos microplásticos
signos y abecedarios microplásticos
zoom
zoom
zoom
micro comida de plástico ultra procesada
residuos de plástico en leche materna
estómago plástico de micro malas decisiones
receta: omeprazol microplástico en pastilleros de plástico
zoom
zoom
de la teta beber microplástico
crear bebés microplásticos que jugaran con objetos
microplásticos que saben a polímeros
¿Y qué es un polímero?
zoom zoom
zoom
zoom zoom
sangre microplástica
ADN microplástico
léase ejemplos de microplástico en el siguiente apartado
como beber agua microplástica en envase de plástico
zoom
océanos microplásticos
océanos de polímeros y aditivos potencialmente tóxicos
peces comiendo microplástico
traídos a nuestra mesa microplástica
este poema es polímero
este poema es velocidad de microplásticos versos
que molestan como comida en la muela
bendice los alimentos contaminados
¡Que el Capital Microplástico los bendiga!
Y así empecemos nuevamente
el microplástico ciclo
de lo micro a lo macro.
Entre una estrella y dos golondrinas
La casa, dicen, es donde uno se encuentra
y está hecha del mismo material
con lo que las grietas
siguen su curso,
con el temor de doblar la esquina
o del asfalto caliente en los pies desnudos,
uno se aferra a ella
a nutrirse de su costado pútrido.
La casa, dicen, se construye sobre un plano
que se piensa como se piensa la vida, dicen, planeada;
pero yo no tengo más que clavos sueltos,
madera roída y un plano desarticulado
dispersamente empobrecido.
Mi casa es un paracaídas,
así que lo aferro a mi espalda
apunto entre una estrella y dos golondrinas
¡y salto!
Domingo
Yo decido no ir a pesar del poco tiempo
que me toma desplazarme hacia sus hogares
Decido no ir
no repasar los márgenes imposibles de las calles
las corroídas fachadas de mi barrio
Decido no ir
no recorrer el corto tramo
la frágil distancia de veinte minutos
de una ciudad que diluye el tiempo
para convertirlo en calambre
Me rehúso cada domingo a visitarlas
a ver sus ojos cargados de brillo
a punto de desbordar lo que callan
lo que no les enseñaron a decir
Las quiero pero decido no darles ese
tiempo designado a las familias
a la Coca-Cola de tres litros al centro de la mesa
al griterío de mis sobrinos que se maldicen entre sí
y a la humillación que les provocan sus propios padres
al llamarles imbéciles delante de toda la familia
Y una calla, calla una vez más para no abrir la grieta
y que se le venga encima la espantosa culpa
que cargamos desde antes de que naciéramos
Me niego
Decido no estar en medio de la sala tratando de esquivar
las palabras cargadas de violencia, alabanzas y rezos
penetrando en mi cabeza como balas expansivas
y yo callo, callo para no morir acribillada de vidas ajenas
No voy
por el contrario decido llamarlas
colgarnos una hora de una tarde de jueves
pactar una complicidad de niñas
y preguntarles por lo cotidiano
que me cuenten el chisme de la vecina
o sobre la novela turca de las 8 pm que ven en
la pantalla de plasma que es más grande que su casa
y que les regaló el tío que nunca va a visitarlas
Las llamo, les digo “te quiero”
y a ellas se les afila la lengua pronto
me hablan de los matrimonios fallidos de sus nietos
de lo abandonadas que están
de cómo disfrazan la compasión de las abuelas
para explotar su tiempo cuidando bisnietos
que rebasan su energía
Y callo, desde el otro extremo
del teléfono decido callar
y cuando me preguntan si voy a ir a visitarlas
el próximo domingo les contesto:
“No puedo, abue, estoy irremediablemente ocupada”.

Autor
Marlon PV
/ Tijuana, Baja California, 1991. Poeta y artista visual. Licenciada en Lengua y Literatura de Hispanoamérica. Fue seleccionada en los programas de educación New Narrative Natives por The Front Arte y Cultura (2021), Under The Volcano (2021) y, recientemente, en el PECDA Baja California (2024-2025). Ha publicado en diversas antologías de literatura y arte binacional, nacional y local, entre las que destacan Usamos días imaginarios (2023), San Diego Annual Poetry (2023), El incendio que habitan: antología de mujeres en Baja California (2023), Mujeres del color de la tierra (2022) y Novísimas. Reunión de poetas mexicanas Vol. II (2021).