En Piélago (Cuadrivio, 2020), el primer libro de la poeta yucateca Irma Torregrosa, ganador del XLII Premio Hispanoamericano de Poesía San Román, 2017, la autora departe radicalmente de este tratamiento, mostrando una exploración hondamente revisionista del signo del mar en la tradición literaria. Torregrosa efectúa una intervención crítica al espacio idealizado de las memorias de infancia, aportando una nota inquietante, en donde los motivos del ahogamiento y del abandono paterno son el contrapunto de las marinas y paisajes de las playas exaltadas en los poemas marinos del canon.
Reseñas
Si digo yo quién habla
Porque si hay algo que caracteriza la lectura de esta obra es la sensación de estar percibiendo que, al otro lado de la —valga la referencia a Paul Celan— reja del lenguaje, un cuerpo nos hace señas desde su debilidad, su flaqueza, su finitud.
Etnografía fóbica
El territorio en el texto poético de Yanko González no es necesariamente una zona geográficamente determinada, aunque pasa por ahí; es sobre todo la lengua que el sujeto construye desde la carnalidad del cuerpo como saberes obsesos de una intimidad-subjetividad que construyen la relación del sujeto con el mundo, relación mediatizada por la cita y el texto, y la historia personal cargada de biografemas.
Una sencillez precaria y profética
La vida abierta de Valeria List —libro ganador del Premio de Poesía Joven de la UNAM en 2019—, es un repertorio poético que nos sitúa frente a diversas formas de entender la poesía, el conocimiento y el concepto de vida. El título es atinado, por hermoso y certero, porque alude a una forma de comprender y de mirar. La vida abierta,desplegada en sus diversos aconteceres, es un viaje. Y los viajes se encuentran repletos de experiencias, por eso no se trata de un libro uniforme con principio y fin; es un libro de saltos, de aproximaciones, de combinatorias sutiles y de exploraciones múltiples.
Enterrar la memoria de los muertos no es posible
En el libro de Illanes, Diario de peste, hay dos detonaciones, “Diario de peste” y “Ciudad Lumpen”, donde la primera se contiene a sí misma, y contiene a la segunda, que a su vez reivindica a la anterior y la totalidad, si es eso posible.
Como lo cita Roger Santivañez, en su comienzo hay una declaración de principios: “Imágenes sudacas, fragantes,/ malolientes, a veces pavorosas”. Este eje se dispersa continuamente para reforzarse, en tanto se construye desde un exilio, en el que se navega cual un pez en el aire.
Volver al río
Cuando desaparece una lengua, algo de nuestra humanidad se pierde con ella. Sin embargo, perder implica cierto azar; por ello, la palabra “pérdida” no describe lo que Nadia López García cuenta en Isu Ichi / El camino del venado, el primer libro de poesía en una lengua originaria publicado por la Dirección de Literatura de la UNAM.
La flor fecunda
Dicen las jacarandas es una obra breve y llena de vitalidad, como la temporada de sus árboles. Su autor es un ilusionista, presenta flores traducidas en poemas —traducidos en flores—, convertidas en una sensibilidad flamante que nos permite residir de un modo distinto entre lo conocido. Inaugura el libro la imagen de una jacaranda absoluta que se multiplica y hace crecer sus raíces a lo largo de todos los poemas.
El cuarto del lenguaje
El lenguaje poético se vuelve un estado de conciencia que nos permite contactar mucho más profundamente con lo que sentimos y pensamos, y es una manera particular de concentrarnos en los hechos. Digo esto porque en la poesía de Coral Bracho hay un esfuerzo sostenido de afinar el instrumento del lenguaje para registrar con él minuciosamente realidades muy diversas que son de su interés. Y, en este sentido, haría también la analogía con la del instrumento musical, pues sé que la música y el conocimiento son motivos fundamentales en la vida y la obra de la autora.
La máquina análoga de poesía millennial
La poesía atestigua una época, la matiza y la confronta. Las construcciones de la violencia y el amor en el imaginario de Antibiótica definen una generación, pero también brindan el privilegio del voyerista: observar de cerca y sin peligro el derrumbe de los afectos.
La tentación de la belleza
Este es un libro que existe, me parece, gracias a la tentación de la belleza, a pesar de todo; aun cuando el poema sea un “vertedero de lágrimas”. La poeta nos expone sus decepciones con respecto a otras verdades supuestamente tan absolutas como la autoridad de nuestros mayores: el hecho de que multiplicar una mitad por otra mitad resulta en solo un cuarto, por ejemplo, o el hecho de que la fe entera se base en una llaga en el costado de Cristo. O el hecho de que todo, hasta la forma de las letras, se convierte en brújulas mínimas que no bastan para que encontremos nuestro camino.