enero 2025 / Inéditos

no entendíamos nada del daño

 
Latido

Un animal se abre
paso entre mis ojos

las pezuñas embarradas
de silencio ese temblor
en el hocico

fui un instante
la espesura

su barro
latido.


 
Núcleo

Las paramecias son seres de una célula
se parecen a una huella necesitan
poca cosa: boca cilios aleteo
un ritmo que atraiga el alimento

nadan chocan se tientan con pestañas
se aprietan de repente
aplican el cuerpo contra el cuerpo
en un abrazo que no llaman beso      
aunque estén boca sobre boca

disuelven la membrana que limita
la que dice
esto es tuyo
esto es mío

para unirse se destruyen y así
abiertas
la una a la otra
en puente de sustancia
se susurran el hambre.


 
Filo

La erosión no distingue
latido ni madera

el eucalipto desprende decís
la piel ante el peligro

el ciruelo exhibe la rotura
un tejido abierto
que desinfecta con resina

el palo borracho esconde
otras espinas

en su tronco
baja el sol

nadie me habló de raíces

paso disimulado entre postes de luz
otra forma de árbol

abro las palmas espero
una carne que no ceda ante la herida
una mano que abra tajo en la corteza

mi piel se cierra

cáscara que en el viento mira el cielo

el horizonte es una espina
que crece.


 
Oro

Hace semanas meses
que no llueve

los helechos se aferran a una
idea de agua que no
termina de caer

unos dedos minúsculos
sostienen la pared
aún tibia

diecisiete lengüetazos del perro
no necesito contarlos

cómo saber la sed
cómo entregarse

siempre hay un punto débil

orilla hojaldrada donde
se empieza a morder
sin miedo

humedad viento lila
olor a té de manzanilla

un último canto lorerío
higueras lejanas

el lento dorarse de las cosas.


 
Apogeo

Puede una flor ser
conejito y boca
de dragón

arcoíris de fuego
mandíbula vegetal

en apogeo abríamos
pétalos
los hacíamos hablar

no entendíamos nada del daño

buscamos una voz con los dedos
presionamos los labios hasta mancharnos.


 
Piel

Llevamos horas
desenterrando caracoles

el agua cubre
de arena los pies   
las manos

arrasa mansamente

el juego nos pone
coloradas las rodillas

puede la tierra ser cruel

un caracol es el mar
y su jaula

esta tarde las nubes
parecen antorchas

no hay casa
cáscara
que nos contenga.

 

* Poemas pertenecientes a Sueño con tigres (Salta el Pez Ediciones, 2024).

 

 


Autor

Washington Atencio

/ Entre Ríos, Argentina, 1986. Poeta. Autor de los libros de poesía Una hoguera de jazmines (2019), Tres poemas (2020), Nuestra sombra volcada en el río (2020), Aunque tu noche tenga forma de nube (2022) y Sueño con tigres (2024).

enero 2025