Latido
Un animal se abre
paso entre mis ojos
las pezuñas embarradas
de silencio ese temblor
en el hocico
fui un instante
la espesura
su barro
latido.
Núcleo
Las paramecias son seres de una célula
se parecen a una huella necesitan
poca cosa: boca cilios aleteo
un ritmo que atraiga el alimento
nadan chocan se tientan con pestañas
se aprietan de repente
aplican el cuerpo contra el cuerpo
en un abrazo que no llaman beso
aunque estén boca sobre boca
disuelven la membrana que limita
la que dice
esto es tuyo
esto es mío
para unirse se destruyen y así
abiertas
la una a la otra
en puente de sustancia
se susurran el hambre.
Filo
La erosión no distingue
latido ni madera
el eucalipto desprende decís
la piel ante el peligro
el ciruelo exhibe la rotura
un tejido abierto
que desinfecta con resina
el palo borracho esconde
otras espinas
en su tronco
baja el sol
nadie me habló de raíces
paso disimulado entre postes de luz
otra forma de árbol
abro las palmas espero
una carne que no ceda ante la herida
una mano que abra tajo en la corteza
mi piel se cierra
cáscara que en el viento mira el cielo
el horizonte es una espina
que crece.
Oro
Hace semanas meses
que no llueve
los helechos se aferran a una
idea de agua que no
termina de caer
unos dedos minúsculos
sostienen la pared
aún tibia
diecisiete lengüetazos del perro
no necesito contarlos
cómo saber la sed
cómo entregarse
siempre hay un punto débil
orilla hojaldrada donde
se empieza a morder
sin miedo
humedad viento lila
olor a té de manzanilla
un último canto lorerío
higueras lejanas
el lento dorarse de las cosas.
Apogeo
Puede una flor ser
conejito y boca
de dragón
arcoíris de fuego
mandíbula vegetal
en apogeo abríamos
pétalos
los hacíamos hablar
no entendíamos nada del daño
buscamos una voz con los dedos
presionamos los labios hasta mancharnos.
Piel
Llevamos horas
desenterrando caracoles
el agua cubre
de arena los pies
las manos
arrasa mansamente
el juego nos pone
coloradas las rodillas
puede la tierra ser cruel
un caracol es el mar
y su jaula
esta tarde las nubes
parecen antorchas
no hay casa
cáscara
que nos contenga.
* Poemas pertenecientes a Sueño con tigres (Salta el Pez Ediciones, 2024).

Autor
Washington Atencio
/ Entre Ríos, Argentina, 1986. Poeta. Autor de los libros de poesía Una hoguera de jazmines (2019), Tres poemas (2020), Nuestra sombra volcada en el río (2020), Aunque tu noche tenga forma de nube (2022) y Sueño con tigres (2024).