La versión digital (más fragmentos de audio) puede encontrarse aquí:
https://eslamex.bandcamp.com/album/15-a-os-15-textos-rojos
La de Mercurio y Perú tallada en acero.
Raquel Jodorowsky, un Rojo Homenaje
Despedida
¿Dónde se apoyan los cimientos de nuestro redondo planeta?
Nadie sabe dónde la vida nos lleva girando sin cesar como un dulce de fuego.
Mar que me llevas a las puertas del misterio,
donde seguiré viviendo.
Mar dentro de ti.
Abrazaré a Dios que nos creó.
Hoy me despido, amigos poetas, no se olviden que la poesía es invencible.
Raquel Jodorowsky
¿Cuándo comienza esta historia?
Quizás unos segundos después de que mi profesora de Literatura Iberoamericana preguntara: “¿Alguien quiere hacer una exposición sobre alguna otra poeta latinoamericana poco estudiada?» (Dulce María Loinaz y Delmira Agustini, las previamente mencionadas.)
Dije para mí: “Me lanzo, no me lanzo…”
—Yo, yo quiero hacer una exposición sobre Raquel Jodorowsky.
—¿Sobre quién?
Exterior. Noche.
Vemos a Rojo caminando rumbo a la Sala Covarrubias
del Centro Cultural Universitario,
se dirige al Recital de las Lenguas de América organizado por Carlos Montemayor
esa noche fue mágica
los representantes de las lenguas indígenas
teletransportándonos a todos a las gargantas de sus pueblos
sus dolores, sus quereres, sus lluvias
esa noche la representante de la lengua inglesa era Margaret Randall
quien al final del recital me presentó a Sergio Mondragón.
Creo que justo él fue justo quien me facilitó el correo de Raquel…
Pero las cosas no salieron tan bien…
Luego de que Rojito mantuviera una correspondencia con la autora del 18 de octubre al 9 de noviembre del 2006 para elaborar un trabajo de la carrera y una entrevista…
Sergio Mondragón:
¿Pues qué le dijiste? No sabes qué escándalo se armó en la editorial.
Rojo estudiante de Letras Hispánicas:
Nada, señor Mondragón, lo único que hice fue pasarle el trabajo que hice sobre ella y se enojó mucho.
Sergio Mondragón:
Pues qué raro, a mí me pareció un buen trabajo. Mire, le voy a pasar el número de José Ángel Leyva, él le puede explicar con más detalle la situación.
(((y de repente Rojo era el responsable de que a Raquel Jodorowsky no le publicaran un libro en la editorial (que también era revista) Alforja)))
Raquel,
el amor secreto de Jotamario Arbeláez,
la enamorada de Gonzalo Arango,
la autora del muy liberador poema “Ama, amor”,
la autora del mejor título para un poemario:
3 millones de años luz o El diario de una costurera (Lima, 1973)
la niña caminando al borde del desierto de Atacama
“A los catorce meses, Raquel Lea hablaba de corrido. Tambaleándose, en busca del equilibrio, corría de un mueble al otro, murmurando frases enigmáticas: ‘¿Escuchas el ladrido del aire sepultado entre ortigas bajo el cual fermentan las piedras su memoria sólida? ¿Desatas como niebla melancólica lo que tus ojos niegan por querer dejar huellas en la roca dura? ¡Para mí más áspero sendero los pies suaves de tu sombra esquiva!’ Desde que despertaba hasta que se dormía, y a veces también durmiendo, no cesaba de derramar ese río que, transformándose en poema, atravesaba los días, las semanas, los meses, amenazando durar años.” (Alejandro Jodorowsky, El niño del jueves negro)
((habla José Ángel Leyva)):
—Mire, no se preocupe, más bien la señora ya está grande.
—Ah, bueno —dijo Rojo espantado y traumado por la situación.
El trabajo que hice sobre ella se llamó Caricia de Mercurio
porque leyendo varios de sus libros me di cuenta que utilizaba muchos elementos que tendían a complementarse siempre,
lo suyo era marcar elementos duales y cantar sobre ellos
si estaba la Luna estaba el Sol
si la tiniebla aparecía, un paso más adelante llegaba la luz
si el rojo el azul
si el fuego el agua
si el caramelo la sal
al aparecer un elemento
en los versos de Raquel siempre teníamos que esperar el nacimiento inmediato de su contrario,
en el sentido de complemento
una poesía del balance
“Como arriba, abajo”, según Eliphas Lévi en su Dogma y ritual de la alta magia
una poesía geminiana, en suma.
(De regreso con lo de su molestia por mis preguntas tipo test psicológico):
Ponte en su lugar, Rojito
de repente publicas una entrevista con la que Raquel no está a gusto y aparte parece que sufre de los nervios y que ya está muy mayor. ¿Te acuerdas cuando Rodolfo Hinostroza te dijo que la había visto por el Perú en un bar? (hace poco) (muy guapa, sin arruga alguna a pesar de los años, te dijo)
Pero yo le avisé a Raquel que era para un trabajo de la escuela
y una posible entrevista
Sí, bueno, pero también se le hicieron muy babosas tus preguntas1
Fueron las mismas que le hice por correo a su hermano:
¿Cómo será la poesía dentro de 100 años?
¿Cuáles serán los vehículos de la poesía en el futuro?
Me responde Alejandro por correo:
“La poesía será igual. Tendrá los mismos temas, sea escrita en papel o en el cielo.”
Me responde Raquel por correo:
“Los futuros vehículos de la poesía no serán los libros. En los viajes interestelares de largo tiempo, que pronto vienen, los libros flotarán, sin la atracción terrestre. Tendrán que ser proyectados frente a los asientos. Escribí un libro en México, Cantata del espacio… ME ADELANTÉ EN EL TIEMPO CON ESTA POESÍA ELECTRÓNICA: ALNICO Y KEMITA… LA POESÍA DENTRO DE 100 años existirá en tubos proyectables.
Será un recuerdo de nuestra naturaleza terrestre en otro mundo, creado por el hombre……….”
Margaret Randall y Sergio Mondragón
eran los editores de El Corno Emplumado,
legendaria revista de los sesenta en la que publicaron los jóvenes
Cardenal, Ferlinghetti, Cortázar, Paz…
y una pléyade de muy diversos poetas
tanto latinoamericanos como estadounidenses
Uno de los números fue un poemario entero de Raquel
con traducción de Randall al inglés: El Ajy Tojen
«… es una voz que protesta, una voz muy de mujer, cruda y desnuda, voz que utiliza el humor negro y que evita con su grito que caigamos en el aljibe» (me cuenta Mondragón)
¿Los libros de Raquel?
Dimensión de los días, Aposento y época, La ciudad inclemente, Dimensión de los días (segunda edición), En la pared de los sueños alguien llama, En sentido inverso, Mi casa abrakadabra, Cuentos para cerebros detenidos, Caramelo de sal, Lo que llama desde la eternidad: Chavín de Huantar, Sin antes ni después, Revelaciones de Alcindor…
La relación con su hermano fue muy difícil.
Es vista con rencor en La danza de la realidad:
la hermana mayor con el cuarto bonito
la que tocaba el piano, la adoración de sus padres
pero también la que fue abandonada en una escuela internado,
la hermana que nace diciendo poemas, la que aprende primero a versar que a caminar, la que aparece poderosa también aunque brevemente, como personaje de otros dos libros de Alejandro
(Donde mejor canta un pájaro y El niño del jueves negro)
Raquel,
la que se las tuvo que arreglar sola desde ese entonces
la estudiante de Antropología
pero que no pudo ejercer por no haberse titulado
la enamorada de un hombre apellidado Gallo
y con el que tuvo a su hijo Dayal
la que vio morir al amor de su vida en la selva
de una enfermedad lenta y degenerativa
Pregunto por correo:
Gracias a su “Presentación” sé que nació geminiana,
pero ¿cuál es su fecha de nacimiento?
Responde Raquel Jodorowsky:
Nací el 9 de Junio del año 5767, del calendario hebreo, en la ciudad de Iquique, Chile…
(Alejandro la consideraba muerta ya desde hace décadas,
tan alejado de su hermana que me regaló todos los libros que poseía de ella en su biblioteca de Francia,
me los mandó en un paquete… alguno de ellos dedicado: «para Alejandro… olvidos y recuerdos»)
“Sola en mi habitación, girando
Con el mundo entero en la cabeza
Desde el primer día en que nací.
Mi padre partiendo mandíbulas de vagabundos
En una tienda de calcetines de la avenida Matucana
Mi hermano ocultando gatos dentro de la cama
Mi madre besándose en el espejo
[…] he sido tan ajena a esta familia”
(«Año nuevo antiguo”, El Ajy Tojen)
Raquel,
la mujer que quería ser sacerdotisa de la selva
y que fue iniciada en algunos de sus ritos
la que conoció un árbol a la edad de 11 años y lo saludó de mano
la que se nacionalizó peruana
la misma a la que José Luis Cuevas le ilustró un libro
la que publicó en varias revistas especializadas
aunque no en muchas antologías
(una de ellas coordinada por Leticia Luna)
(Tan callado Alejandro sobre su hermana que ni siquiera amigos cercanos de él sabían de la existencia de Raquel)
Raquel,
la amante de Allen Ginsberg
la citada en Sandwiches de realidad por el beatnik como
“aquella que está sentada con sus collares”
la que curiosamente aparece en el Diccionario de escritores mexicanos elaborado por el Instituto de Investigaciones Filológicas de la UNAM
Le pregunto a la doctora Aurora Ocampo en Filológicas:
Pero si Raquel no es mexicana y sí está en este Diccionario de escritores mexicanos, ¿por qué su hermano, que sí fue y es muy publicado en medios nacionales, no está en él?
Responde la doctora Ocampo:
Seguramente porque Raquel tuvo una participación constante en medios impresos nacionales.
[y así fue, Raquel escribió durante mucho tiempo una columna semanal en, me parece, El Heraldo de México, en los setenta, donde hablaba de temas como la naturaleza, la cultura quechua, su poesía, las traducciones que había realizado ella]
ejemplo de su labor como traductora de poesía en lenguas originarias:
“Despedida:
Hoy es el día de mi partida
Hoy no me iré, me iré mañana.
Me veréis salir tocando
Una flauta de hueso de mosca,
Llevando por bandera una tela de araña;
Será mi tambor un huevo de hormiga
Y mi sombrero un nido de picaflor”
Raquel,
la traducida al inglés, al francés, al alemán, al italiano
la que publicó 15 libros, el primero de ellos por la editorial de Pablo Neruda
la que aún así no conoce nadie
y que siempre confunden con la hija de Alejandro,
Raquel la olvidada, la que malvivía en un cuarto debajo de una escalera
(según me cuenta Celedonio Orjuela)
(Pero Huberto Batis vaya que la recordaba. Cuando tuve la dicha de ser su alumno en la Facultad de Filosofía y Letras, mi querido maestro me contó que la conoció: “Muy guapa ella, muy bonitos ojos verdes. Le publiqué un poemario auspiciado por mi revista Cuadernos del Viento. Te lo voy a dar”. Y llegó a mis manos la poesía electrónica que Raquel creó en 1965 bajo el título Alnico y Kemita. Cantata del espacio.)
Raquel,
la poeta inconseguible, si acaso únicamente en Perú, en la Biblioteca Nacional de Chile, en universidades estadounidenses e incluso en la Biblioteca del Congreso.
La artista plástica, la que expuso varias veces,
su exposición más reciente aconteció justo por estas fechas,
culminó a principios de octubre
se llamó La poesía del color
(Auditorio del Centro Cultural Ricardo Palma,
Municipalidad de Miraflores, Perú, 2011)
Raquel,
la que no dejaba de preguntarse por su quehacer de poeta en el mundo y el universo
la que escuché que contrabandeaba mercancías varias en la frontera de Perú y Chile con un grupo guerrillero,
la titiritera itinerante por los Andes,
la modelo de la televisión peruana,
la costurera que vendía playeras y ropa que fueron un éxito en los sesenta entre la comunidad gay al menos de su barrio
la que vivió un tiempo en casa de su hermano en México
(aunque Alejandro lo niegue)
la que hizo un performance a lado de su hermano
(aunque Alejandro lo niegue):
fue en los setenta,
en el hospital psiquiátrico Fray Bernardino de la Ciudad de México
Raquel leyendo sus poemas de Alnico y Kemita
Alejandro efimereando con su banda de rock
“Poeta ya no cantes.
Toma tu fusil de fuego
Y dispara otras palabras
Capaces de incendiar este siglo de tontería
Y barbarie.
Vuela de una vez las sienes de las mentes dormidas
Agarra su comodidad y muérdela” (escribió Raquel)
Raquel,
la estudiante de letras becada en la Universidad de San Marcos
la que escribió su primer poema a los 6 años
la que jamás dejó de escribir
la que hace poco vía videoconferencia (durante un homenaje)
utilizó las siguientes palabras al cerrar:
«la poesía es invencible»
“…fue una luminosidad enorme que se descubrió en el cielo. Fue una constelación que desapareció. Se le dio el nombre de Alcindor en el año 1978. La fecha en que murió mi madre. Quién sabe dónde se van los mundos y los seres queridos que desaparecen.
Pero nos dejan su luz…”, Revelaciones de Alcindor, 1983
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky
la que nació geminiana en una mina de cobre al norte de Chile,
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky
la oriunda de la tierra de los boxeadores
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky
la que jugaba con las arañas del salitre y los lagartos de la arena
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky
la que platicaba con los perros bravos cuidadores del oro
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky
la que habita sólo en sueños pero que sale a veces a comprar duraznos
Raquel Lea Jodorowsky Prullansky
la de los tigres, el equilibrio y las montañas de diamante
“No soy poeta por lo que escribo/ sino por lo que he vivido”
Raquel,
dentro de miles de años
los seres de otros mundos en sus investigaciones arqueológicas
descubrirán que en tu esqueleto fosforescente
continúa tatuada la leyenda: Yo soy América
1 “De poetitas, poetotas y misteriosas influencias (entrevista con Raquel Jodorowsky)” fue publicada en 2007 por la revista Velocidad Crítica (num. 99) y en El Metate, periódico de la Facultad de Filosofía y Letras, UNAM.

Autor
Rojo Córdova
/ Ciudad de México, 1986. Poeta, performer, tallerista y hiphopero. Uno de los exponentes más importantes de los slams poéticos en México. Su obra está incluida en numerosas antologías de poesía experimental tanto de nuestro país como del extranjero. Autor de eSLAMEX, primera antología de eSpoken Word Mexicano (2013) y de 15 años, 15 textos rojos (2021), recientemente publicó su primera novela transmedial: RAYA, instrucciones de (v)(d)uelo (2023). Parte de su trabajo se ha traducido al inglés, francés, alemán y holandés.