|
A 90 años del Estridentismo
Pocos han sido los que se han ocupado del movimiento estridentista, quizá debido al extendido lugar común que los condenó al ostracismo de la historia de la literatura mexicana. Un elemento de suma importancia que en mi opinión incide en el poco reconocimiento a este grupo, es que, por los mismos años, movimientos de gran envergadura vendrían a conformar la tradición literaria más emblemática época (Novela de la revolución y Contemporáneos), como diques monolíticos de la literatura mexicana. Sin embargo, el Estridentismo también convive con estos movimientos, es coetáneo y participe de la renovación que ambos suponen, pero, al mismo tiempo, pareciera que dicha contemporaneidad es la razón principal por la cual se vio tan empequeñecido y casi olvidado. No hay que dejar del lado que él también se inscribe en esa historia y que si bien muchos son sus detractores, también muchos son sus seguidores. |
No. 54 / Noviembre 2012 |
|
![]() |
A 90 años del Estridentismo
|
El estridentismo es el almacén de donde se surte todo el mundo |
Manifiesto estridentista número 2 |
Por Jorge Aguilera López |
Una mañana aparecieron en las esquinas los Germán List Arzubide, El movimiento estridentista. |
Pocos han sido los que se han ocupado del movimiento estridentista, quizá debido al extendido lugar común que los condenó al ostracismo de la historia de la literatura mexicana. Un elemento de suma importancia que en mi opinión incide en el poco reconocimiento a este grupo, es que, por los mismos años, movimientos de gran envergadura vendrían a conformar la tradición literaria más emblemática (Novela de la revolución y Contemporáneos), como diques monolíticos de la literatura mexicana. Sin embargo, el Estridentismo también convive con estos movimientos, es coetáneo y participe de la renovación que ambos suponen, pero, al mismo tiempo, pareciera que dicha contemporaneidad es la razón principal por la cual se vio tan empequeñecido y casi olvidado. No hay que dejar del lado que él también se inscribe en esa historia y que si bien muchos son sus detractores, también muchos son sus seguidores. El poeta estridentista pinta, integra, no describe, el paisaje citadino. Para pintar se sitúa en el terreno de lo nuevo, el color no es ya la herramienta descriptiva que lo dice todo sin descomponer la imagen, para el estridentista dejar en la obra la experiencia de su percepción es el primer paso a la ruptura. Existe, además, la urgencia por homologar el arte a las grandes transformaciones científico-técnicas del momento. Así, nos hallamos ante un vocabulario inédito en la literatura mexicana, rebelde y profundamente anti-academisista. La utilización de neologismos y metáforas de la comunicación con elementos de la técnica Con el Estridentismo se da inicio a una nueva forma de hacer literatura, este movimiento vendrá a representar el puente que da paso a la transición. Atrás habrán quedado el acartonamiento y el silencio del poeta ante un devenir que se aleja de lo lineal, pues lo lineal poco tiene que ver con la modernidad. El poeta ya no nombra en la quietud, su palabra también es nueva, diferente. En suma, existe la búsqueda de un nuevo propósito vital del mundo. Y esta búsqueda se logra a tal punto que, después de la vanguardia, toda la literatura subsiguiente utilizará estos motivos como recursos creativos comunes. La aportación más importante de los estridentistas es haber introducido en México las nuevas tendencias vanguardistas y haber roto las tendencias que ataban a la poesía mexicana a formas ya muy gastadas. El Estridentismo pretende evidenciar la falta de vitalidad y de modernidad a la que había llegado la poesía mexicana por su Es en este escenario que inicia la estridencia. Aquí, donde el reloj de Miguel Aguillón Guzmán nos marca las 13, se levanta la Vrbe de Manuel Maples Arce, mientras suenan la música inalámbrica y El pentagrama eléctrico de Salvador Gallardo, los tacones de la Señorita Etcétera de Arqueles Vela y, desde su Esquina, Germán List Arzubide nos envuelve en su carcajada, inmortalizada en una máscara por Germán Cueto. |
1 QUIRARTE, Vicente, Elogio de la calle (biografía literaria de la Ciudad de México 1850-1992), Ed. Cal y arena, México, 2001, p. 491. |
Ilustraciones:
1. Manuel Maples Arce, Actual núm. 1, 1921. |