Grissel Gómez Esmeralda
(Ciudad de México, 1970)
III
¿Quién eres tú,
animalillo que hace sangrar volcanes mientras repta?
Esconde las zarpas.
Mis alas te protegerán
hasta que crezcan las tuyas,
y con tu aleteo me devorarás, como a la viuda
su delicada estirpe saborea.
IV
Llegó, me sacudió por todas partes, y se fue.
Queda su sonrisa de rascacielos,
queda su cuerpo: acueducto, coliseo,
triunfador, arrasador, gandalla,
tan absoluto
que sólo queda, de gozo,
lamerse un poco la sangre,
tan hermoso que a veces
no me atrevía a tocarlo
—no vaya a romperse, hija,
dijera la madre, no lo rompas,
tan hermoso como para invitar a mis amigas el banquete,
qué pena,
porque al partir
volvió a ser choza, indigno
de mis dedos.