junio 2024 / Inéditos

Una suerte de lealtad ensombrecida

 
Desperdicio

La naturaleza tiene formas astutas de encontrar nuestro punto débil

André Aciman

 
Qué desperdicio, dicen los expertos
qué desperdicio, el potencial
qué desperdicio,
no ser como ellos, unos cuantos.

La naturaleza nos regaló eso
que parece espejismo:
un corazón hinchado
como inflable de fiesta infantil,
un cuerpo débil
cargado de infancias que gritan a tu oído
que llegada la mancha del éxito
no parece tener enmendadura.
Una suerte de lealtad ensombrecida,
alucinación y pósima
que llegados los treinta,
cuando ves tus oblicuos
o a tu amigo el más joven
quien te podría quitar la atención
del mejor partido
que has tenido en años con un mensaje
nos deja humillados,
en la ruina,
en el peor de los castigos,
mantenidos en la conmiseración
de la lástima. 

 
 
 
Navidad

Llegado el momento,
en todas las reuniones de mi familia comentan los logros
de mis primos, su éxito:
la graduación de Rodrigo, el médico,
el trabajo de Édgar, en Francia,
las bodas de Arturo, José Carlos y Jorge
el logro incomparable que supone
tener algo para siempre.
Con mi sonrisa más radiante
volteo al rostro de mi madre,
sus ojos tienen un brillo que no conocía,
algo le pasa a su plato de pavo
su tenedor lo acaricia
disimuladamente.
Yo, en cambio, busco en mi teléfono
si llegó correo
de ese premio de poesía
que me dará las maletas y el boleto
o tan sólo un poco
de lo que veo en sus ojos
cada año.

 
 
 
Testamento

para Gala, mi sobrina

 
Nosotros,
estirpe de padres sin hijos,
ofrecemos nuestras manos vacías.

Abraham Guerrero Tenorio

 
Cuando yo muera, querida
te dejaré mis tesoros más valiosos:
la colección de olocoons que juntaba con tu padre
después de contar las monedas
que ganábamos trabajando como cerillitos en el supermercado
y que canjeábamos con envolturas de pan bimbo
persiguiendo al repartidor cada semana.
Las películas de Harry Potter en blu-ray
que le pedía en cada cumpleaños a tu abuela,
mi librero,
para que vivas lo que tantos escribieron
mientras se batían a muerte
por una beca del FONCA
y si aún respira
a tu único y legítimo primo: mi perrito.
Tal vez así,
un día me recuerdes
con la misma nostalgia
con la que abuela recuerda al bisabuelo,
su testamento:
la propiedad de Capula,
las dos casonas del centro de Morelia,
los muebles españoles,
los coches y las motos
que le dejó en su testamento
y que ahora son más pequeñas que migajas de pan.
Esto heredamos
todos los ingenuos,
los que creemos
que se puede subir una escalera eléctrica
en dirección contraria
solamente usando el peso
de la voluntad.

 

 


Autor

Daniel Hurtado

/ Morelia, Michoacán, 1996. Es egresado de la Licenciatura en Lengua y Literaturas Hispánicas por la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Sus poemas han sido publicados en antologías como Entalpía: muestra de poesía (2022) y Los conductos del fuego (2023).

junio 2024