Escultura mental
Ensamblar, a modo de mosaico tridimensional
todos los trozos, todos los fragmentos, las esquirlas
que quedaron después de que Miguel Ángel
terminara de esculpir el David.
Imaginar el bloque resultante,
todo mármol y grietas y pegamento,
en cuyo centro hay un David de aire.
Inhumación
Cavamos el pozo
para sepultarlo.
Bajamos el cajón
y donde nunca antes
hubo aire libre
llegó volando
una mariposa.
Dudó como olfateando,
se posó en la madera barnizada
y después de un tenue
aplauso de alas
remontó vuelo otra vez.
Lo cubrimos de terrones húmedos
lo dejamos con los otros muertos
y nos fuimos
como quien deja un hijo
en el jardín de infantes
Sororidad
A fines de los años ochenta, el Tigre era más barrial y pintoresco que hoy. Y parte de la cultura lugareña eran sin duda los cuatro o cinco prostíbulos que todavía sobrevivían al avance de la normalización.
Con mi mujer teníamos un arreglo muy sencillo, yo me ocupaba de la casa y los niños por la mañana, preparaba el almuerzo, y después de almorzar juntos yo me dedicaba a dar clases, algunos días en Tigre y los otros días la recorrida de alumnos diplomáticos, empresarios etc. por Zona Norte y Capital.
A la mañana lo primero era llevar a mi hijo Juan al colegio. Después íbamos a la plaza con mi hija Sonia, de dos años. Volviendo de la plaza, hacíamos las compras. Nada de supermercados: el mercadito de JorDan para el pan fiambre etc. y la carnicería/verdulería del Gringo y el Mersa. Ambos comercios, en una de las esquinas del Hospital de Tigre.
Y en la otra esquina estaba uno de los prostíbulos de los que hablé más arriba. Usualmente, 11 hs, 11.30 cuando estábamos en la carnicería, típicamente se cruzaban las putas en chancletas a comprar cosas para su desayuno. Proliferaban los chistes de carnicero y verdulero. Todos los días alusiones diversas a chorizos, tripas, ubre, pepino, banana, zanahoria, berenjena.
A la entrada del prostíbulo había una estatua de yeso, una copia berreta de la Venus de Milo, para colmo remozada con una capa de esmalte sintético color base de maquillaje.
Volviendo a casa yo le preguntaba a Sonia “¿Hizo frío anoche?” y ella miraba a la estatua de la Venus. “¡Sí!” o “¡No!” respondía, según la Venus tuviese o no puesto un saquito de lana gris que las putas le ponían en las noches de helada. Me imagino ese momento, la iniciativa de esas mujeres decidiendo salir a abrigar a la diosa, y me resulta de una ternura infinita. No lo puedo recordar sin que se me humedezcan los ojos.
Canto 121 (fragmento)
Y después del silencio y del viento
otra vez lo gárrulo, que es lo que mejor me sale
galimatías y esplendor
Casa grande e senzala
the house n-word, (I am not your n-word)
SATCHMO, Miles, Malcolm X, Baldwin
Casa grande é senzala (sui, xvii)
el final de las grandes mansiones y estirpes
soy un judío budista y te bendigo
prejuicios provincianos,
las sombras no tienen ojos
y en este país
gris,
ni sombra tenemos:
los locos están afuera
enumeración caótica sd/ Borges
यदेषां शरेष्ठं यदरिप्रमासीत्प्रेणा तदेषां निहितं गुहाविः ||
सक्तुमिव-तित-उना पुनन्तो यत्र धीरा मनसा वाचमक्रत |
el fiordo de Lamborghini es el fiordo de Balzac
no me causa gracia que los hombres se maten
Estoy afligido por ti, Jonatán, hermano mío; tú me has sido muy estimado.
Tu amor fue para mí más maravilloso que el amor de las mujeres.
¡Cómo han caído los valientes, y perecido las armas de guerra!
yadeṣāṃ śreṣṭhaṃ yadaripramāsītpreṇā tadeṣāṃ nihitaṃ ghuhāviḥ ||
saktumiva-tita-unā punanto yatra dhīrā manasā vācamakrata |
también es cierto que no tienen
idea del chasco que se van a
llevar, esto es occidente
señoras y señores, la mierda
mercantil en todo su esplendor
Their most excellent and spotless secret
was laid bare through love,
When the wise ones formed Language with their mind,
purifying it like grain with a winnowing fan,
y ni hablar de Enkidu, the f-word,
tarea para el hogar: Gilgamesh, cómo no se me ocurrió
[y los orixás orichas Exú Echú
Xangó Changó Oxúm Ochún Ορφέας Orfeu negro]
& Manuel Belgrano
& 安寧
los próximos 120 cantos: cuando encuentren
como sin duda encontrarán
el cadáver de Safo
Xilawá
No lejos de los khartu habitan los furuni,
también llamados xilawá [gentes esbeltas]
En esta tribu, la educación se diferencia
claramente según dos géneros.
A los muchachos xilawá
se les enseñan tres formas de danza:
la danza propiamente dicha,
que incluye el acto sexual,
y la caza,
y la guerra.
A las muchachas xilawá
les enseñan a tejer en el telar
y cada hebra, cada fibra,
cada color de cada hebra
cada uno de los cuatro colores
representa un motivo para casarse:
el ocre representa la seguridad de un techo y un lecho
el casi-blanco representa el placer del amor
el rojizo, el dolor del parto y la promesa de hijos
y el negro la libertad de la viudez.

Fotografía de Ítalo Tavares
Autor
Jan de Jager
/ Buenos Aires, Argentina, 1959. Poeta y traductor. Autor de múltiples libros de poesía, entre ellos Trío (1997), Juego de copias (2002), Noticias del setenta y cinco (2009) y Let u maar niet op de rommel (2010).