enero 2024 / Inéditos

El temor que habitamos

 
París

El Sena amaneció sereno. La quietud de su agua me renueva. Ser agua que siempre va, que siempre viene. Ser quietud vaivén de las corrientes. Mantener mi cuerpo eucalipto morado. Pecho rosa tallo con espinas. Hacer nadar las palabras ausencia y presencia.
 
Hablar pájaro que canta. Imaginar gaviota que vuela y llama. Renacer primavera.
 
El Sena lleva en su cauce las desilusiones de fin de semana, pero agua que mira el espejo refleja la llegada de la espera. Con ella, más tiempo.
 
 
 
Hablándole a Rodin

 
Hay una línea divisoria entre
las dos almas que unen los cuerpos.
 
Un suspiro convertido en fisura de luz, quiebre de lo permanente.
 
Hay una delicadeza en el mármol blanco que desnuda la mano de los amantes que fuimos.
 
Invisible el que crea el fuego de la piedra.

*
 
La ventana abre el reflejo que transpone al árbol.
 
Su tronco se duplica en el lente de la cámara
y mi cara se transforma en mármol rosado
 
para estar al lado de los otros.
 
Colección de rostros:
vidas y cuerpos inmutables al tiempo amante.
 
 
 
Boca de Uchire

El sol siempre es el mismo a esta hora en Boca de Uchire. Los cangrejos han tomado cuerpo de hombre, de pescador de orilla. Cavar es mi propio ejercicio de retorno a la infancia. Horas de labor indagando la arena, los residuos de la desidia de otros. Los restos de quien ya no soy. A pocos metros, de niña dibujo corazones con un palo de madera. Mientras el final de la curva roza la esquina de la otra mitad, media figura se ha borrado. Se me hace imposible representar el amor en la inmediatez de las olas. Insisto, porque un corazón tiene que estar completo. Presente, mi ideal a medias. Totalidad, certeza de olas. La brisa le pega a él, durmiente frente al mar, que me interroga mis bordes, mi límite, la finitud de mi vientre. Reto al tiempo que reposa en mis pies. Comienzo de año y fin de otro. 

De la incertidumbre nace la más fuerte convicción de encuentro.
 
 
 
Confesión I

Si digo que estoy dispuesta a soportar el peso de tu sombra
 
no me creas.
Aún busco la manera de sobrellevar la mía propia.
 
 
 
Confesión II

Soy débil
como la telaraña
que tienen los libros que nunca has leído.
 
Soy débil
como la cáscara del huevo que rompes todas las mañanas para hacer el desayuno.
 
Soy débil
como la palabra misma que se quiebra en la garganta del herido.
 
Reconocer la debilidad que pende del alma es más duro que reconocer la fortaleza.
 
No hagas un arco con estos hilos para lanzar la piedra. Teje, en cambio, una mano que acobije.
 
 
 
Tormenta

I

No trae la tormenta
levedad en sus ritmos acelerados
ni espera la ola que agita esta calma un espacio sin luz.
 
En esta distancia que existe
entre mi cuerpo y tu hora,
mareas altas y un suelo que me absorbe.
 
 
 
II

Soy la isla que te alberga en medio de la pérdida. De día,
transformo tus ausencias.
De noche,
 
hago de mi cuerpo cementerio.
 
 
 
III

No hay tiempo lineal entre una tormenta y su calma. Entre ellas se conjuran pasado y futuro.
 
 
 
IV

Entre yo y el otro dos líneas paralelas:
 
la realidad del hallazgo y
la fantasía de lo perdido.
 
 
 
El yo; el otro

No hay cuerpos en la noche húmeda de ausencia.
Ni ojos atravesando el ruido que nos separa.

;
Enlazo lo paralelo de nuestros mundos sin que los nudos se rocen.
La espera deja de ser la causa para ser el fin.

;
La cuerda por la cual cruzar la oscuridad paraliza el miedo.
Desgarro cada centímetro de tu duda.

;
Le tengo fobia a los pozos, a la negra angustia de lo incierto.
Sé que el encuentro de nuestras manos sellará el temor que habitamos.
 
 


Autor

Camila Ríos Armas

/ Caracas, Venezuela, 1989. Poeta. Reside en París, donde dirige la ONG UniR Universités & Refugié.e.s, dedicada a la integración social y académica de refugiados en Francia. Es licenciada en Estudios Liberales por la Universidad Metropolitana (Unimet), con maestría en Desarrollo Internacional del Instituto de Estudios Políticos de París (Sciences Po). En 2005-2006 participó en el Taller de Creación Literaria, mención Poesía, de Monte Ávila Editores. En 2014 fue seleccionada por la Fundación Carolina para participar en el programa Jóvenes Líderes Iberoamericanos en Madrid. Ha publicado los libros de poesía Muralla intermedia (2008), Ecos (2012) y A una llama del lugar (2023).

enero 2024