Fragmento del prólogo y versiones de Shadi Rohana, las cuales forman parte de la antología Contra el apagón. Voces de Gaza durante el genocidio, recientemente publicada por el FCE. El Periódico de Poesía de la UNAM agradece al traductor y al sello editorial este adelanto.
Para el pueblo palestino, todo no comenzó el 7 de octubre de 2023. Tampoco para los israelíes.
“Un pueblo sin tierra para una tierra sin pueblo”, decían en lenguas europeas desde mediados del siglo XIX. Pero no es que en aquella tierra, hoy llamada Palestina, no hubiera gente. Siempre hubo personas labrando, cosechando el trigo, almacenando el aceite y las aceitunas para el invierno, rezando a sus dioses —a varios o al Único—, contando cuentos, celebrando bodas y, en épocas más recientes, construyendo una modernidad a su manera. Lo que no hubo para aquellos ojos que enunciaron aquella frase fue un pueblo, un colectivo con historia, que buscaba ser libre e independiente en su propio territorio.
O tal vez sí se dieron cuenta —y lo más probable es que sí lo hiciesen, pues ignorar la existencia del pueblo palestino es imposible—, lo que fue un motivo para preocuparse.
Tanta ha sido la preocupación, que hubo que volver al pueblo palestino un pueblo intraducible.
Fue poeta, cuentista y novelista. Nació el 24 de junio del 1991 en una familia de refugiados originarios de la aldea de Bayt Yirya, arrasada por las tropas israelíes durante la Nakba de 1948. Publicó su primera novela, El oxígeno no es para los muertos, en los Emiratos Árabes en 2017. Murió durante un bombardeo israelí, junto a su familia, el 20 de octubre del 2023 en su casa de Jan Yunis, ciudad al sur de la Franja.
Los siguientes textos provienen de su página de Facebook.
10 de octubre de 2023, 8:56 de la noche
1
Con mis obligatorias oraciones
y con mi plegaria, la del Buen Consejo, te protejo.
Cuando del general sale la orden,
y antes de que ésta se convierta en algara, erijo una fortaleza inmediata
para cada minarete, para cada barrio.
Te protejo, te prometo,
con la sonrisa de algún chiquillo capaz de cambiar la ruta del cohete antes de que se estrelle.
2
Mientras los pequeños duermen como duermen los polluelos abrazados en el nido,
te protejo.
No caminan ellos hacia el sueño; es la muerte quien los conduce de noche hacia su morada.
Las lágrimas de sus madres palomas, aparecerán mañana
y detrás de cada tumba volarán.
3
Protejo al padre de los pequeños, quien tras cada bombardeo
se dedica a reforzar
la torre que se inclina;
quien dice a la visita de la muerte “ten piedad de mí, espera,
ven tarde, un poco más tarde”.
“Ellos me enseñaron a amar mi vida. Concédeles una muerte bella,
tan bella como solo ellos son”.
4
Te protejo de una herida, de nuestra muerte certera desde que fuimos tragados, asediados, por una ballena.
En el norte, a cada bombardeo, nuestras calles rezan el rosario y oran por las mezquitas
y por nuestras casas.
Y en el sur de la Franja otras calles responden,
por temor a Dios, obedecen, y lanzan su llamado.
Poeta nacido en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Fundó la Asociación Ashtar para la Cultura y las Artes y dirigió su revista literaria. Entre sus poemarios se encuentran Rafah: Abecedario, distancia y memoria (junto con Jalid Yum’a, 1992) y El guardia de la víctima (2023).
El siguiente fragmento proviene de su página en Facebook.
22 de diciembre de 2023, 2:41 de la tarde
Durante 60 años, sólo me había ido de Rafah pocas veces, por unos años, de forma esporádica. La conozco en su tumulto y en su tranquilidad. La caminaba a hurtadillas, según la exigencia del momento. Pero hoy en día visito la ciudad de vez en cuando, pues soy un desplazado fuera de ella. Me dirijo a sus entrañas como si no la conociera. Paseo por sus dos calles principales y por algunas de sus calles secundarias. Esas calles, a pesar de su modestia, albergan alrededor de dos millones de personas que han sido desplazadas de los campos de refugiados y las ciudades que conforman el planeta Gaza. Esta cantidad enorme de perdidos, distribuidos en dos calles principales y algunas calles secundarias, comienza desde las primeras horas de la mañana a avanzar hacia sí misma, llenando tres cruces: Al-Awda, Al-Sharqui y Al-Nayama. Su número crece según avanza el día, y llega el momento en que sólo te puedes mover alrededor de tu eje. En las esquinas de los cruces de la ciudad se paran los vendedores con sus pocos productos de latas típicas para momentos de desastres naturales y guerras. Rafah abraza a los desplazados, y sus brazos no paran de extenderse.

Autores
Hiba Abu Nada
(1991-2023) Poeta, cuentista y novelista. Nació el 24 de junio del 1991 en una familia de refugiados originarios de la aldea de Bayt Yirya, arrasada por las tropas israelíes durante la Nakba de 1948. Publicó su primera novela, El oxígeno no es para los muertos, en los Emiratos Árabes en 2017. Murió durante un bombardeo israelí, junto a su familia, el 20 de octubre del 2023 en su casa de Jan Yunis, ciudad al sur de la Franja.
Uthman Hussein
(1963) Poeta. Nació en la ciudad de Rafah, al sur de la Franja de Gaza. Fundó la Asociación Ashtar para la Cultura y las Artes y dirigió su revista literaria. Entre sus poemarios se encuentran Rafah: Abecedario, distancia y memoria (junto con Jalid Yum’a, 1992) y El guardia de la víctima (2023).
Shadi Rohana
Haifa, Palestina, 1985. Profesor de Lengua y Literatura Árabes y de Traducción Literaria en el Centro de Estudios de Asia y África de El Colegio de México. Es traductor al árabe de Las batallas en el desierto de José Emilio Pacheco (Palestina, 2016) y de Volverse Palestina de Lina Meruane (El Cairo, 2020).