El poema, así como el lenguaje, es un organismo vivo que cumple varias funciones, sobre todo sensitivas y expresivas, de transmisión oral y visual. Como organismo pluricelular, es propenso a la transformación y a las mutaciones por agentes externos. El poema es generador de contagio. Si un virus unicelular del lenguaje entra en él, penetra su código y buscará replicarse.
Poesía contemporánea
Rilke y los perros
Reparé en esa suerte /
de colonización de una especie /
con perversidad cristiana: /
deformar al otro /
a imagen y semejanza /
de uno mismo. /
Consideré las alergias con las que /
tienen que vivir, los dolores /
en las articulaciones, los problemas /
oculares. Todo para nuestra satisfacción.
La hora de las correspondencias
He almorzado un pulpo pequeño a la parrilla con un punto de ajo y aceite de oliva. Sentí que se estremecían mis dientes, que estallaba mi lengua en azotes. Los pulpos son galaxias errantes de células nerviosas, razonan, envidian, pueden sumergirse en océanos melancólicos. De noche edifican catedrales extraterrestres y ejecutan la música del órgano con sus tentáculos.
Un rostro tallado por la rabia
A mamá Lili los ojos se le nublaron: /
no pudo reconocer el cuerpo de su hijo /
su desnudez expuesta /
en esa mesa de metal /
con el rostro ennegrecido, /
deformado a golpes, /
las muñecas marcadas por cinta de aislar gris, /
la nariz desplazada de su lugar, /
los brazos vueltos hacia atrás, /
los párpados pegados por sangre seca, /
la boca tatuada de asfalto…
Miramos al cielo como buscando difuntos
Un poema de William Carlos Williams me refirió a una pintura de Brueghuel. La caída de Ícaro. Aquel en que la atención no está en la mitología.
No.
William Carlos Williams apunta que es primavera.
Quizás ahí está lo importante, pero se me escapa el porqué.
Nos enfocamos en un hombre y su caballo. Una faena callada y seca. En un barco.
Hay que concentrarse (solo eso exige El Viejo), entrecerrar los ojos como Noé buscando el olivo entre las aguas reposadas.
Intenta celebrar el mundo mutilado
Con la muerte de Adam Zagajewski desaparece uno de los últimos poetas contemporáneos que defendían la búsqueda de la belleza como un antídoto contra los horrores que surgieron a lo largo del siglo XX, sin olvidar en ningún momento esos momentos de aflicción, de destrucción, de derrota de un humanismo. Para Zagajewski la poesía era memoria de los hechos y búsqueda de la celebración de la vida. En ese contraste, como en un punto fronterizo, era donde tenía que actuar la palabra poética.
Aves que descienden
1
Como al remo de río
hojas y flores tiernas,
al palo volador
también le brotan alas
cuando vuelve al terruño.
Lo cuenta el k’ohal
a sus acompañantes,
cada vez que dirige
el retorno de un mondo
y seco zacat’kiwi
a lo alto del monte.
José Luis Rivas: un pájaro que sabe del mundo de los hombres
La obra de José Luis Rivas, desde Ecce Puer hasta Por mor de mar y Pájaros, va en el sentido de la vida, hacia adelante, hacia lo inmenso. Esto se explica de muchas formas; yo me centro en este punto: cuando se habla y se pone la vida en poemas aparece la poesía, esa que perdura, que se vuelve una presencia permanente, porque da cuenta de la vida.
El oficio del cuchillo
ahora que tu nombre está grabado sobre la piedra,/
sepulcro níveo y callado,/
dime ¿qué se siente dormir?/
¿A qué juegan por las noches las Manuelas?/
¿Y Luz Elena, aún grita? /
Dime que salvaron su memoria. /
Flor Alba, /
¿cuántas veces has despertado a los jardines?/
Desde el fondo de un ojo amarillo,/
una paloma mira el vuelo de tus manos blandas.