Alzo la vista (mi mano es una lengua) papel, papel, papel; reiteración de las cosas del mundo, repite: sea la muerte un accidente lingüístico.
El libro frente a tus ojos (golpe de luz) (¿cómo se toma?). Un árbol se hace tiempo. En la mano lo que fue naturaleza. Una página se hace polvo, el cosmos viene a mí.
***
VILLA DE ÁLVAREZ, 22 DE DICIEMBRE DE 2012
Doy vueltas por esta casa
pocas habitaciones
y los vecinos gritan hasta el amanecer.
Vivo rodeado de libros
yo con ellos y ellos conmigo
parecieran mirarme y decirme:
“¿y ahora qué? ¿y ahora qué, hijo de puta?”
Antes de ayer llovió de una manera impresionante
nunca vi tantos relámpagos
y los truenos duraban minutos.
Leo estos días la Ilíada y la Odisea
me dan ganas de salir corriendo al descampado
y gritarle a Zeus, el que amontona las nubes,
invocar su nombre o el de Poseidón
pero ningún dios acompaña estas noches.
La tragedia de un poeta bajo la lluvia
es que se da cuenta que también es de papel.
Hay un patio grande
donde el viento se siente más fuerte
desde uno de los sillones de cáñamo
me dedico a contemplar el atardecer.
Me siento el bendecido del cielo
y el rey de los bichitos.
Hay más insectos y son mis amigos todos
de día los observo detenidamente a cada uno
de noche ellos me observan a mí mientras duermo.
Nos somos simpáticamente extraños de manera mutua.
Querría verme como me ven los insectos.
Querría verme como me veo escribiendo
en esta libreta a cada hora del día.
Baja por fin el calor
y las primeras estrellas se empiezan a acomodar
¿Qué soñarán las hormigas?
¿Habrán soñado conmigo?
En este momento anochece y sigo en mi patio japonés
como me gusta decirle ahora que puse las tres banquitas.
Seis ladrillos y tres tablas.
Uno que otro zancudo picotea
pero están cumpliendo sus horas de trabajo
antes de volver con su familia
y está bien.
Las nubes se oscurecen de prisa
y el aire tibio es siempre anuncio de algo por llegar.
Desde que vivo en esta casa
mi vida gira en torno a los fenómenos naturales
los insectos y los libros.
Tal como en mi niñez.
Estoy seguro que hay allí
una secreta correspondencia.
Un adentro y un afuera en el cual estoy yo.
Pienso en la sobrenaturaleza de Lezama Lima
como la que imaginé con el Río de los Huesos
la Colina de la Sorpresa
los miles de bichos y animales
que revolotean en todo lo que he escrito
o la misma idea de 47L4N.
Mis libros son como sueños que tuve
sueños de una naturaleza de otro mundo.
Un mundo que conozco desde que no conocía el mundo
como si mi memoria hubiese hecho una selección
de lo que tiene que ver con el futuro
que es para mí la escritura.
Anoche volví a soñar con hormigas
eran miles que arrasaban con la computadora
los cables eléctricos, los restos de comida.
Parecían bandadas de pájaros a lo lejos en las paredes
querían devorarse todo a toda velocidad.
Escucho las cigarras
piso la tierra y el pasto
siento una nostalgia inmemorial.
Imagino extirpar de mi vida todo lo que es la literatura
y no me queda nada.
Un silencio.
Las estrellas brillan bonito esta noche
unas gotas comienzan a caer
entro mis papelitos y yo me entro con ellos.
Buenas noches le digo a alguien
no sé a quién.
Los libros no son la vida
pero esta vida que uno elige está repleta de ellos.
Libros de autores que a uno le gustan
le interesan o tiene sólo por tener.
Regalos, préstamos, trueques, robos fortuitos.
Una biblioteca sin duda
es la materialización de ese deseo
y el deseo es siempre fatalidad
fatalidad ciertamente literaria.
Vuelvo de vez en cuando a la vida de mis muertos
muchas de ellas extravagantes y sobreactuadas.
Bellas, trágicas, cómicas.
Sonrío con la parte que me tocó a mí de ellas
me hacen sentir afortunado
y algo parecido a un escritor de verdad.
¿Qué es una vida literaria?
No lo sé.
Ahora en la soledad de esta casa
volver atrás es convertir a las personas en fantasmas
como si fuera a desaparecer una suerte de continuidad.
De algún modo la literatura
transforma todo en una muerte
o en una suspensión de todo lo que gravita.
Una fotografía en decenas o cientos de páginas
un recuerdo entre millones que pudo haber del mismo hecho.
Las borracheras también son un modo de embelesar la vida
allí todo es único y posible.
El infinito se hace presente
el pasado y el futuro se confunden.
Ese infinito que también la poesía anhela.
Creo que quedan todavía unas botellas de vino y tequila
desde que hice algo parecido a una celebración
con invitados que nunca llegaron.
Aunque uno haga el intento
las personas tienen su mundo
y se ven forzadas a vivir en él
les guste o no.
Uno es el cadáver
tal como en mi patio lo soy para mis insectos
o mi rostro frente al de los libros.
Ser forastero es venir de otro bosque.
Otros son tus árboles
y eso es lo primero que uno reconoce
cuando llega a un nuevo lugar.
El tamaño y la forma de los troncos y las hojas.
Luego las nubes y el viento.
Más tarde los pájaros y al anochecer las estrellas.
Es como si todo lo que ocurre en el interior de uno
ocurriera en la naturaleza
o al revés.
En este patio que es mi bosque
todos los insectos se comen entre ellos.
Es un lenguaje que no dista mucho de la literatura.
Suspender la vida
transformarse
no mirar atrás.
Ir todos los días a Comala
me hace pensar en los muertos
como afuerinos de algo que desconozco
recuerdos que no están vivos en la vida
ni muertos en la muerte.
Uno sonríe aunque se sienta solo
pues uno mismo es el lugar
desde donde se huye.
He viajado por decenas de países
cientos de ciudades
y me consta
que es la muerte la que primero llega
luego la literatura y al final quien escribe.
Ese es el orden
el orden de desaparición.
El mundo no se acabó
y lo que termina aquí soy yo.
Estas últimas palabras debieran ser las primeras
sobre lo que más amé hacer
a pesar y a favor de todo.
Bien, mal, mejor o peor
da igual.
Ciertamente los poemas me iban a dar una nueva biografía
pero me dio la misma vista desde la muerte.
La vida y la obra se acaban
y el gesto más honesto
es uno mismo decidir cuándo.
1.1 La muerte.
1.2 La transformación.
1.3 La resurrección.
***
El Universo es un panal Auroro No te olvides nunca de eso Todo es triple por doble a la vez Te contaremos un secreto mientras caminas hacia aquella montaña Te contaremos un secreto que deberás recordar contigo por siempre Te contaremos un secreto que nadie más entenderá en este nuevo mundo Serán largos los senderos y las noches interminables Tendrás frío y hambre Te aterrorizarás Pero debes avanzar Auroro No dejes de mirar esa cima donde termina tu mano La lluvia refrescará tu garganta y el rocío tus ojos Las constelaciones brillarán para ti Verás cosas que nadie ha visto Escucharás lo que nadie ha podido escuchar Sabrás cosas que no deben saberse Pero el Cosmos te ha elegido para que honres y seas honrado Lo que necesites lo encontrarás en el camino Pasarás por bosques donde comerás semillas y hongos Te acercarás a los ríos a refrescar tus brazos y tu cuello El sol te dará su calor y lo guardarás para la noche El viento te cantará al oído No debes temer Auroro Sigues un llamado que no puedes rehusar Los cuerpos celestes que están en tu piel desde que naciste son un destino Debajo de los árboles podrás dormir Los guijarros te servirán para espantar a las bestias hambrientas Cuando pierdas el rumbo debes dar tres vueltas sobre ti mismo Donde abras tus ojos tus piernas avanzarán sin que lo entiendas La montaña sabe tu nombre y aguarda por ti Cuando llegues a su ladera te daremos de nuestra miel Es sagrada y te hará pensar cosas extrañas Oirás voces y ojos te mirarán desde lejos Verás figuras y palabras que no comprenderás pero sí las comprenderás Cuando estés cansado podrás recostarte en la tierra para que te dé fuerzas Si tienes frío las hojas secas te abrigarán Es un largo viaje Auroro Irás solo pero tú mismo eres tu soledad Estaremos cerca de ti En lo alto brillaremos Dirás que la noche resplandece Dirás que todos los cuerpos son celestes Comprenderás cosas que nadie comprende Por eso debes tener tu corazón limpio No pienses en nadie y no quieras recordar Sólo no dejes de mirar esa montaña que te llama por tu nombre Serás otro y otro serás tú Repetirás durante horas ciertas palabras que hallarás en tu mente Estarán esperando por ti No las ignores Abre tus ojos más allá de las líneas de tu mano Verde son tus huesos Púrpura tu sangre Celeste tu aliento Naranja tu espíritu Olvida todo lo que ha sucedido Hallarás consuelo y luz Duerme esta noche lejos de casa Cuando la luna ya no pueda más caerá Debes estar donde el río se abre en dos En ese lugar comenzará tu viaje No sueñes con nadie ni duermas en voz alta Ahora descansa Auroro Esta noche es la última
Coro de los fenómenos celestes: El Pavor que los cabellos eriza, como nocturno vate de esta mansión, en sueños se presenta respirando encono y lanza un grito a las más altas horas de la noche. Hondo se difundió por el recinto. Los que saben conocer los signos de los sueños dieron esta interpretación: Los dioses quieren que los muertos se quejen de la injusticia y se llenen de furia contra sus asesinos.
Has soñado Auroro Tu rostro nos lo dice Has visto un túnel y en él lo que esconde el tiempo Has visto hacia atrás y hacia más atrás Te has visto a ti como eres y como no eres Guarda en ti tus sueños pues en ellos encontrarás lo que ahora no buscas Corre hasta donde el río se abre Pronto amanecerá Ve rápido para que la luz no te alcance en el camino Entonces Auroro llegas al lugar pero el río tiene trescientos brazos Y cada vez que lo vuelves a mirar decenas más de riachuelos nacen de él ¿Qué harás Auroro? ¿Cómo sabrás cuáles son los dos brazos donde el río se abre? ¿Qué hado se ha puesto en contra tuya? Te acercas al río y observas como los peces carroñeros se devoran Te fijas de donde vienen los que están más saciados y hasta allá te vas Estás en lo cierto Los peces tienen los ojos desorbitados y desencajada la mandíbula de tanto engullir Has acertado Auroro Aquí es donde el río se abre y el primer rayo de sol acaba de cruzar el cielo Comienza tu camino Emprende tu viaje Mueve tus pies que pronto vas a recorrer lugares que nadie sabe que existen Donde todo es rumor y duda Observas la dirección de ese primer rayo de sol y das inicio a tu peregrinar Sonríes y saltas sobre las piedras ¿Qué canción cantas Auroro? Tu mirada se abre y mueves la cabeza al ritmo de tus pasos No sabes los riesgos que se esconden Ni los males que vienen por ti Nada podemos decirte por ahora Auroro Cuánta compasión te tenemos Eres tan puro que en tu cabeza no imaginas las nubes que se ciernen sobre ella La sangre de la sangre pide más sangre Pronto verás lo que nadie quiere ver Avanzas y no reconoces los peligros Tus rodillas brincan como tórtolas Eres libre A lo lejos se ven unos árboles Tienen muchos frutos Se ven apetitosos Quieres tomar algunos Cuida lo que haces Auroro Estás solo en el mundo El mundo eres tú Ciertamente es una arboleda cargada de primicias Expelen un fascinante olor La brisa fresca les hace bambolearse como llamando a extender la mano y comer Te acercas a uno de ellos y las arañas te empuja bruscamente Luego te vas a otro y pasa lo mismo Notas que millones de ellas suben y bajan cuidando su precioso alimento Unos pasos más allá hay otros frutos igual de grandes que las arañas no comen Vas hasta esos árboles Ves como una de ellas empieza a convulsionar Cae al suelo convertida en un signo Te sorprendes de lo que tus ojos ven Pero lo mismo sucede con otra y con otra hasta que juntas varias de ellas Apuntas hacia los árboles que están siendo devorados y las lanzas una a una con fuerza Las arañas huyen de espanto al ver los signos Ahora puedes comer de allí Guardas frutas en un bolsillo y signos en el otro Emprendes tu camino Cómo te ríes Auroro Inventas canciones y haces música con tus palmas Brincas como una liebre No será tan fácil todo lo que se avecina Eres afortunado pero la dicha es caprichosa No esperes mucho de ella No te confíes de tus astros que hay noches forradas por las tinieblas donde ni la luna quiere aparecerse Ves una vara de tu tamaño y te gusta La quieres como báculo Todo lo que guardes debe serte útil sino te hará merma Debes tener cuidado Las cosas no son como se te aparecen Coges el madero e inmediatamente las nubes que están en el cielo comienzan a bajar en manadas Son tantas que no se puede ver alrededor Además pesan y aplastan tu cuerpo enjuto No sabes qué sucede y te arrojas al suelo Tienes miedo Más y más nubes llegan sin entender el porqué Sueltas tu vara para empujar las que hunden tu cabeza contra el pasto Lentamente comienza a disipar Te das cuenta que tienes en tu poder el cayado de un rebaño misterioso Nuevamente vuelves a reír Desabrochas uno de tus zapatos y atas el báculo con tu cordón De este modo lo llevas contigo arrastrándolo y continúas tu camino No cantes victoria Auroro Apura tu paso para que la oscuridad no te encuentre en un lugar donde no puedas guarecerte Pronto tendrás frío y sed Pronto verás cosas que nadie ha visto y ya no reirás Encuentras una caída de agua que nace de una gran roca Transparente y fresca te parece Corres hasta allá y con la mano la llevas a tus labios Das un enorme grito y saltas de dolor arrancándote la ropa Los signos que llevas en el bolsillo al mojarse han vuelto a ser arañas Te muerden y quieren comerte Las pisas pero no mueren Tienes que tomar tu ropa y huir de ahí Ya pasa el mediodía y no en mucho la tarde vendrá con la noche Comes las pocas frutas que te quedaron y apuras tu paso Llegas a una loma que termina en un puente Avanzas hasta allá y te encuentras con la mitad vertical de una mujer que intenta ponerse de pie Es hermosa y repugnante piensas Apenas lo logra vuelve a caerse hacia el lado opuesto por el peso de sus vísceras que no puede afirmar No sabes qué hacer Quieres hablar con ella pero muy poco se le entiende Además casi no te toma en cuenta Lucha por recuperar el equilibrio Luego te haces varias preguntas pero recuerdas que la noche viene en camino y cruzas el puente A medida que avanzas este se extiende Por cada paso más y más lejos queda la otra orilla La primera estrella ya ha aparecido y tienes miedo Entonces tomas tu vara y la pones bajo tus pies De inmediato las nubes comienzan a llegar y caminas sobre ellas hasta el otro extremo Astuto eres Auroro La noche es inminente y ya estás acá Ahora busca un lugar donde guarecerte Donde no te encuentre el frío ni las bestias hambrientas Cuídate de la oscuridad y los recuerdos Son peligrosos y siempre quieren más Todo lo que sueñes guárdalo en ti Aprende lo que ahí se te inicie Te será útil y bueno Encuentra tu lugar en esta noche El cielo se ha llenado de estrellas La tuya también está allí
Coro de los fenómenos celestes: ¡Tener buena suerte: eso es entre los hombres un dios y más que un dios! Pero está vigilante la Justicia y castiga veloz: a unos los sorprende a mediodía; a otros los espera hasta la media luz del crepúsculo con tardíos tormentos, y a otros la noche sin término los domina.
No sabes si estás soñando No sabes lo que es un sueño Escuchas los bufidos de un toro No es uno Son cientos Vienen en esta dirección Tiembla el suelo y el tronco donde duermes ¿Estás dormido? Esos toros braman El aire se ha puesto caliente con el vaho que resuellan Es una estampida Tienes miedo Ya están aquí Han derribado el árbol No son toros Son sus esqueletos Es horrible Corres a través de ellos para que no te aplasten Sus cuencas están vacías y tienen las mandíbulas abiertas Apestan Cuando chocan contra algo los huesos se revientan Y no son cientos sino miles Sigues corriendo entre ellos Los saltas y esquivas Nunca se detienen ¿De dónde vienen? ¿Qué quieren? Poco a poco se alejan Una nube de polvo estelar dejan a su paso ¿Es esta la noche? ¿Sigues soñando? Buscas un lugar donde acomodarte Vuelves a dormir Vas camino a la montaña Ya ha amanecido y tienes sed Te acercas a un lago y bebes pero el agua se congela Caminas pendiente arriba y sucede lo mismo Qué maldición avanza detrás de ti A quién has ofendido con tus actos Sigues tu ruta Piensas en otra cosa Piensas en que vas a cantar Piensas en que necesitas un tambor En esos árboles ves un nido y en él un huevo Sí Es un huevo y suena bonito Cantarás una canción Cantarás y caminarás hacia la montaña Te confías Auroro de tu fortuna Crees que ella te acompañará siempre No sabes lo que has hecho al robarte ese huevo mágico Para ti todo es un juego y ríes Ojalá que la alegría te dure hasta que llegues a la montaña No olvides tu misión No olvides a lo que has venido Entonces despiertas Estás en el tronco del árbol Nada y todo ha sucedido Tienes sed aún y vuelves a ir al lago pero nuevamente se convierte en hielo frente a ti Amanece y bebes el rocío sobre las hojas de las flores Miras hacia la montaña y emprendes el camino Luego de horas en que ya no cantas ni saltas sobre las piedras te dejas caer debajo de un árbol Estás exhausto Miras entre las ramas Hay un nido y en él un huevo Recuerdas el sueño de anoche y quieres hacerlo tu tambor Te subes al tronco y alzando tu mano lo coges El huevo es grande y resplandece Es duro como el oro Entonces lo golpeas con tu vara Las nubes no vienen y los animales huyen hacia el bosque Vuelves a golpear el huevo y los árboles poco a poco comienzan a alejarse Por tercera vez golpeas el huevo El cascarón se resquebraja y el aire se detiene Lo pones en el suelo porque vibra De él alguien aparece Su cuello está adornado con celestes cordilleras y volcanes haciendo erupción En una de sus manos tiene un montón de tierra y en la otra siete gotas de agua Es la isla que es nuestro mundo y los mares de la luna Sus ojos los sostienen cinco mil mariposas porque cinco mil son sus miradas Está parado sobre dos elefantes que miden diez mil medidas de largo y diez mil medidas de ancho que a su vez están de pie sobre cien mil pájaros que cruzan el cielo de lado a lado Su cuerpo es ancho como el horizonte y alto como el firmamento Acerca su rostro al tuyo Su aliento es gélido Tiritas de terror y no puedes moverte No sientes tus piernas y tus brazos están como muertos Le dices que vas hacia aquella montaña y tus palabras se amontonan entre tus dientes Le dices que vas en busca de los colores Le dices que tienes miedo pero no sabes llorar El enorme monstruo te toma en su mano y te devora Estás en su boca Sus paredes están llenas de jeroglíficos y secretos que no entiendes Caminas lentamente sobre el piso mojado Tiembla Se oyen goteras a lo lejos y sonido de derrumbes ¿Estás vivo? ¿Estás muerto? No lo sabes Auroro Lloras y quieres volver a casa Ya no lloras y ya no quieres volver a casa Eres valiente y avanzas Hay un agujero en el techo y te metes por ahí Es un túnel que escalas con pies y manos Llegas a una recámara donde hay un libro Te acercas El Universo es un panal Por un agujero en la pared entra un rayo de luz Es de noche y hay lluvia de estrellas Estiras los pies y te das cuenta que estás en la cima de una montaña La montaña Has llegado y no te diste cuenta Cuán bienaventurado eres Auroro La vida te sonríe y también la muerte Esta es la montaña que veías de lejos y que también te veía Ha venido hacia ti Y no solo la montaña sino que un dios que te extiende su mano para que vayas con él No temas Las estrellas brillan y alguien escribe en el mundo Escribe un libro con tu historia y llora porque es también su historia Vete con el dios No te hará daño ni beberá tu sangre Móntate en su luz y subirás muy alto donde todo es firmamento Te decimos adiós y besamos tu boca con miel Los cuerpos celestes te rozan las tetillas y vibras Te elevas a través de todos los cielos Auroro Te pierdes de vista Eres un puntito de luz El dios te ha llevado consigo El dios te ha llevado
* Poemas pertenecientes a Teoría de la sobrenaturaleza (Summa, 2023).
Autor
/ Santiago de Chile, Chile, 1979. Poeta y ensayista. Ha publicado más de treinta libros de poesía en varios países de Hispanoamérica, además de cuatro volúmenes de ensayo y varias antologías. Ha recibido el Premio Pablo Neruda de Poesía, el Premio del Instituto Nacional de la Juventud y, en varias ocasiones, la Beca Fondart. Entre sus títulos más conocidos está la trilogía compuesta por [coma] (2006), [guión] (2008), [y punto] (2012). Su proyecto en poesía, Arquitectura de la Mentalidad, está conformado por La divina revelación (1999-2011), Debajo de la lengua (2007-2009) y OIIII (2012-2019). Sus ensayos autobiográficos sobre el quehacer poético son Buenas noches luciérnagas (2017), Los nombres propios (2018) y Contra el amanecer (en preparación).