enero 2024 / Traducciones

Notas sobre los días

 
Selección y traducción de Roberto Bernal

 
Presentamos seis poemas de Vetas y naturalezas, segundo título de poesía del prestigiado poeta, ensayista y traductor italiano Valerio Magrelli (Roma, Italia, 1957), publicado en 1987, siete años después de la aparición de su célebre Ora serrata retinae.

El traductor

 
 
Se abren como hojas
los días, pálidos
como cortinas
y algunos empujados
por el viento,
por la luz
que crece detrás de ellos
o en su interior,
inclinados y ligeros
sólo para ser admirados.

 
S’aprono come foglie
i giorni, pallidi
come tendaggi
ad uno ad uno spinti
dal vento,
dalla luce
che cresce dietro ad essi
o al loro interno,
leggeri e curvi
solo per essere ammirati.

 

Estas notas sobre los días
son migas
para encontrar el sendero
a lo largo del bosque de los años.
Pero vendrán los pinzones
a borrar las huellas,
a picotear migas,
a seguir el rastro,
para comerse el camino,
para devorarte.

 
Queste note nei giorni
sono briciole
per ritrovare il sentiero
lungo il bosco degli anni.
Ma verranno i fringuelli
a cancellare le tracce,
a beccare molliche,
a seguire la pista,
a mangiare la strada,
a divorarti.

 

No tener nada que escribir
genera esa tristeza infantil, infinita,
de quien no encuentra hospedaje
en un país extranjero.
Se busca en todas partes,
cada lugar está ya ocupado,
probamos en otro lugar y, mientras tanto,
se hace tarde y no hay nada.
¿Dónde iremos a dormir?

 
Non avere da scrivere nulla
dà quella pena infantile, infinita,
di chi non trova alloggio
in un paese straniero.
Si cerca ovunque,
ogni posto è già occupato,
provate altrove e intanto
si fa tardi e non c’è verso.
Dove andremo a dormire?

 

Cómo es triste aprender demasiado tarde un idioma.
Cerraron las puertas
y quedamos fuera, con algunas piezas en la mano,
rotas. Pregunté para qué sirve,
cómo funciona, si está bien articulada,
pero es inútil saber una cosa a la vez. Falta
el molde, la presión, el fuego.
Y encuentras solamente
las palabras que no conoces
o que ya has olvidado.
Me temo que el alemán perdió los nombres
y verbos que todavía recuerdo.
Tal vez soy una fisura
que se abrió en sus diccionarios.

 
Quanto è triste imparare troppo tardi una lingua.
Hanno chiuso le porte
e resti fuori con qualche pezzo in mano,
rotto. Domandi a cosa serve,
come funziona, se è montato bene,
ma è inutile sapere una cosa per volta. Manca
lo stampo, la pressione, il fuoco.
E incontri solamente
le parole che non conosci
o hai già dimenticato.
Io temo che il tedesco abbia perduto i nomi
e i verbi che so ricordare.
Forse sono una falla
che si spalanca nei suoi dizionari.

 

Me acariciaba la cara
pensando que era la suya
y palpaba los rasgos,
las marcas, los puntos que atendía
cada momento cuando la miraba.
Por apenas un instante yo
era ella y soñé mientras
pensaba en mí. ¿Dónde
estaba en ese momento? En el Tíbet
los sacerdotes secan los cadáveres
y con los huesos fabrican
flautas. Pero ahora mis huesos
eran suyos. ¿Con quién
debería tocar mi planto
fúnebre?

 
Mi accarezzavo il viso
pensando fosse il suo
e ne sentivo i tratti,
i segni, i punti che guardavo
ogni momento quando la guardavo.
Per un attimo appena io
ero lei e mi sognavo mentre
pensavo a me. Dov’ero
adesso? In Tibet
i sacerdoti essicano i cadaveri
e con le ossa fabbricano
flauti. Ma ora le mie ossa
erano sue. Con chi
dovrei suonare la mia nenia
funebre?

 

Mi corazón está astillado,
rasgando
la superficie deslumbrante
y dura del recubrimiento, esa capa
fría, metalizada,
brillante, producto delicado
de la pintura al fuego.

Estoy solo como un clavo
junto a su sombra.
Solo como una bala
que no tiene tiempo
de proyectar sombra.

Cruzo suspendido en el aire
a unos 180 kilómetros por hora.
Pasó sobre las cosas
rozándolas,
tocándolas apenas,
pero ahora lejos,
ya demasiado lejos
para oír el ruido que hace
al caer.

 
Il mio cuore è scheggiato,
scalfita
la superficie scintillante
e dura dello smalto, quel manto
freddo, metallizzato,
lucido, delicato prodotto
della verniciatura a fuoco.

Sto solo come un chiodo
insieme alla sua ombra.
Solo come un proiettile
che non fa in tempo
a proiettare ombra.

Filare sospeso a mezz’aria
sui 180 all’ora.
Passare sulle cose
sfiorandole,
toccandole appena,
ma già lontano,
già troppo lontano
per sentire il rumore che fanno
cadendo.

 


Autor

Valerio Magrelli

/ Roma, Italia, 1957. Poeta, ensayista y traductor. Ha publicado los libros de poesía Ora serrata retinae (1980), Nature e venature (1987), Esercizi di tipologia (1992), Didascalie per la lettura di un giornale (1999), Disturbi del sistema binario (2006) e Il sangue amaro (2014), casi todos traducidos al español y publicados en diversas casas editoriales de Iberoamérica. Entre los múltiples reconocimientos que ha recibido, cabe destacar el Premio Feltrinelli, otorgado por la Accademia Nazionale dei Lincei. Como traductor, se ha ocupado de autores como Paul Verlaine, Paul Valéry, Molière y Roland Barthes.

enero 2024