Los domingos me aprietan los zapatos
Ahora que el miedo se disfraza de torres altas
a las que se debe abrazar sin desvelar cómo.
Ahora que el silencio son dos perros que callaron
de pronto, en mitad de la noche.
Sin motivo aparente.
Ahora que el dobladillo del corazón se quedó largo
por expectativas que ya rozan el suelo.
Sin llegar a tocarlo.
Ahora que este calor nos aprieta —como los zapatos—,
y no espera al invierno.
Ahora que el atardecer tiene prisa
por encontrar la noche,
ahora que el Sur es más Sur que nunca.
Ahora es cuando la libertad sabe a poco y el futuro
se viste de eterno bochorno para ser siempre verano.
Habitación con luz
La luz entra de pronto sin avisar. La persiana se resiste.
Pequeños ruidos se convierten ya en conocidos y veo,
por la ropa tendida, que los vecinos despertaron
hace media mañana; el niño hoy cose
el pantalón con un hilo que casi puedo tocar: l a r g o
como un vuelo a Madrid, ahora que pilla a desmano.
He vuelto a mudarme porque olía a humedad
la camiseta que sudé en el gimnasio.
Al entrar en mi cuarto he reconocido un arcoíris
que ha despertado mientras tanto,
y la luz seguía de pie, en la habitación
donde he guardado todos mis zapatos.
Querida libertad
Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así
tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.
Antonio Machado
Volví a casa con las manos llenas y
el corazón a medias. Me subí al ático,
y las ventanas encogieron el ombligo.
Nos sincronizamos como lo hacen los gemelos.
Preparé la mesa con todos mis elefantes
dispuestos a desnudarse conmigo,
y escribí a mano lo que tenía en el pecho.
Esa presencia que fue humana y es recuerdo.
Lo que ahora leéis y fue motivo efímero de fracaso.
Un bochorno para mí misma, y costumbre
para mis pies, que los dejé a un lado.
Doné el peso de los años a un funambulista
que no pasó el periodo de prueba.
Ahora que me he concedido la amistad,
me otorgo la libertad de andar
d e s c a l z a.
Prefiero
Prefiero no discutir cuando las letras inundan
cualquier conflicto que no sea bélico
y ponga en un aprieto a la primavera.
Prefiero ser delirante en este justo instante
en el que se desploma el quinteto y
hasta a la rima le cuesta salir
víctima de la compostura que la abandonó.
Prefiero ahogarme entre lirios asonantes
que ver en cascada los gestos que cubren,
de noticias amargas, la magia. Ejércitos de fieras
que no conocieron a Lorca, eternos parias
discordantes a los que la Tierra no se tragó nunca…
Prefiero usar la poesía porque,
aunque no sea el día,
sigo celebrando en su refugio la suerte
de ser y estar. Prefiero entre sus manos;
todo parece más icónico entre sus manos,
aun cuando la trinchera me recuerda
cualquier desastre en campo enemigo,
cualquier falacia a la que responder con un disparo.
Prefiero que sea lento, como cuando el sol
se manifiesta en tierras como esta,
en tiempos como estos, en los que la poesía,
a veces
muchas veces
podría salvar de cualquier guerra.
Prefiero discutir entre mapas desordenados
en los que quepa también la magia del caos
y el sufragio de la marioneta.
Prefiero que, si lo hacen, hoy me llamen poeta.
* Los tres primeros poemas pertenecen al libro Cuadernos de Guinea. Travesía incompleta (Santa Rabia Poetry, 2023). El último fue el poema ganador de la décima temporada de Letras & Poesía Slam (enero de 2024).

Autor
Estefanía Soto
/ Sevilla, España, 1989. Periodista y escritora, ha trabajado en comunicación en varios países donde ha residido los últimos años como Alemania, Italia, Francia, España y Bélgica, donde estudió un máster en Ciencias Políticas y RRII por la Universidad Libre de Bruselas. Ha ganado varios premios nacionales e internacionales en poesía y relato. Es la ganadora de la décima temporada de Poetry Slam del colectivo poético Letras & Poesía. Su último poemario es Cuadernos de Guinea. Travesía incompleta (Santa Rabia Poetry, 2023). Fue becada por el Gobierno de España para participar en la I Residencia Literatura y Medio Ambiente CENEAM. Es actriz de teatro, dirige un programa de radio cultural y ha expuesto sus collages en varias muestras artísticas.