Jóhann Jóhannsson
1
Mi nave se estrelló en este planeta inepto
llamo a casa y me dicen que espere
un hombre trató de picarme en pedazos
alguien más pequeño me vio venir en un sueño
que planeta más esplendido pienso a veces
pero muy rápido me prueban equivocado
vuelvo a llamar a casa y me dicen que espere
que no hay combustible del más rápido
que mejor me desfigure y no cante
que aprenda a idolatrar lo que me asfixia.
2
A los siete años tuve un encuentro
pero nadie nos cree
me hacen tomar pastillas y contar hasta cien
duermo con tres ojos abiertos
imagino que volverá a pasarme
voy a ver una luz en la ventana
una mirada que interroga
van a suspenderme en el aire
y la luz encontrará una salida en mi pecho.
3
Aprendí que hablan de esta manera
los atajos concilian distancia y penumbra
se miran a los ojos y mienten
se mandan flores
bautizan barcos
recuerdan
y entierran a los que huyen.
4
Papá decidió que yo padecía
de mucha imaginación
un exceso, un incordio
a papá después de todo le gustaban
las mujeres mudas y eficientes
y yo hablaba hasta por los codos
yo no sabía ser una niña tácita.
Papá no me creyó cuando mencioné la luz
que venía por las noches
y está bien, me dije
a lo mejor es hora de que yo tenga un secreto
qué puede saber papá de nada
por eso todo me sucede a mí.
HAARP
1
Qué raro es tener un esposo gringo.
A veces quiero salir corriendo
nomás para ver
si corre tan rápido como yo.
2
Los gringos abarcan mucho
caminan con la boca abierta
por los pasillos del supermercado
soñando que tenemos la culpa
nosotros
los dioses de la tierra y los acentos fortuitos.
3
He intento explicarle mi país a mi marido
le enseño fotos de los pájaros y las minas
enumero los muertos y los desaparecidos
hablo de los manjares y de la arena
me doy importancia
es fácil ganar importancia cuando te sobran astillas:
Los gringos odian
que arrastres una tragedia verdadera
temen que te apoderes del spotlight
que la small talk abra una singularidad cuántica
y se vean obligados a una auténtica empatía.
4
El único gringo que se salva es mi marido
será porque lo rompieron
y lo mandaron a vivir debajo de la cama
a veces yo le paso unas galletas
y hablamos de excavar juntos.

Autor
Enza García
/ Puerto de la Cruz, Venezuela, 1987. Narradora y poeta. Obtuvo el VII Premio Literario Cuento Contigo: Nuevas Voces Literarias de Casa de América de Madrid (2004). Es autora de Plegarias para un zorro (2012), y de los poemarios El animal intacto (2015) y Cosmonauta (2020). En 2017 participó como escritora residente en el International Writing Program de la Universidad de Iowa y como invitada de la organización City of Asylumen Pittsburgh. Entre 2018 y 2020 fue residente del International Writers Project de la Universidad de Brown.