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No.039_Tulio Mora

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Amalia Bautista Ángel Campos Pámpano Eduardo Espina Hugo García Manríquez Carlos López Beltrán  Tulio Mora Ángel Ortuño María Elena Solórzano

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No.039_Cartapacios

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No. 39 / Mayo 2011   Traducir poesía: puntos para barajar Cartapacios  Por Verónica Zondek Descargar texto aquí    

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No.039_Ángel Ortuño

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Amalia Bautista Ángel Campos Pámpano Eduardo Espina Hugo García Manríquez Carlos López Beltrán  Tulio Mora Ángel Ortuño María Elena Solórzano

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No.039_María Elena Solórzano

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Amalia Bautista Ángel Campos Pámpano Eduardo Espina Hugo García Manríquez Carlos López Beltrán  Tulio Mora Ángel Ortuño María Elena Solórzano

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No.039_Peatones / Torbellino – Ismael Lares

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Peatones / Torbellino Ismael Lares

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No.039_La cédula es la pieza del mes – Julián Herbert

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La cédula es la pieza del mes   Julián Herbert

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No.039_Poett – Juan Carlos Mena

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Poett   Juan Carlos Mena

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No.040_Hojarasca y naipes

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La modesta proposición de un octosílabo y un endecasílabo Hojarasca y naipes Por Jorge Aguilar Mora   En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme: no es el principio de la lengua, es el centro de un vórtice que atrae los vórtices infinitos de la lengua española. ¿Leemos esa frase? ¿La escuchamos? ¿La recordamos? Más que eso: este octosílabo y este endecasílabo –de acentuación y equilibrio fonético perfectos– se han apoderado de la Existencia de nuestra lengua y, para quienes los leemos cuatrocientos años después de su aparición, son el punto de gravedad y de fuga de todo lo que se dijo y se escribió antes que ellos, y son el foco de irradiación de la virtualidad inagotable y poderosa de todo lo que se dijo y escribió después. Son el origen y el destino de lo que decimos y escribimos, pero destino y origen que permanecen en un momento histórico y que acompañan todos los momentos de su propio pasado y del nuestro. A través de ese octosílabo y de ese endecasílabo leemos todo lo que se escribió antes de 1605; y lo que ha venido después tiene su luz propia, pero su sombra es cervantina.

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No.039_La cámara verde

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  La cámara verde Por Cristina Rivera Garza   No tanto sobre política, sino en la política. Mayo dentro de una Cámara Verde: así. No tanto como un tema a abordar, sino como la práctica ineludible del lenguaje: la política. No como la anécdota virulenta de nuestros días tristes y violentos, sino como el oxígeno constante de los más íntimos abecedarios de todos nuestros tiempos. Una manera de escribir, tal vez, pero sobre todo una manera de leer, que acaso no sea no sea otra cosa más que una manera de implicarse con los hechos, las páginas, los mecanismos de los significados y lo que significan. En eso insiste Charles Bernstein cuando en Attack of the Difficult Poems (Chicago Press, 2011) argumenta que “poema es todo objeto verbal designado como poema”,  y particularmente cuando añade: “la designación de un objeto verbal como poema nos alerta hacia una manera de leer”. En eso insiste también Hugo García Manríquez, nacido en Chihuahua y avecinado en Berkeley, cuando se resiste a “escribir como poeta” sólo para abrazar el riesgo ético y estético de leer el Tratado de Libre Comercio en tanto tal. El resultado de esa interacción (se antoja escribir aquí, mejor, implicación) es Anti-Humboldt, Una lectura del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, firmado por Canadá, Estados Unidos y México, un libro que pronto será publicado por la editorial mexicana Aldus. En el adelanto que García Manríquez le regala a la Cámara Verde constatamos las estrategias de su lectura: el poeta lee el TLC pero no lo interpreta, normalizándolo. En lugar de eso, García Manríquez se dedica a agujerar el discurso institucional produciendo huecos y pausas y limbos “histórico-textuales”. Los lectores del lector verán así crecer el espacio crítico que se abre entre el discurso público (“el lenguaje de nadie”) de los tratados y los acuerdos, y el “limbo del presente desde el interior del lenguaje que lo regula”. Hay, entre el discurso institucional y el agujero textual, un continuum imposible, esto es seguro, pero también una latencia. Ahí, se nos sugiere, pervive el oxígeno de la poesía.

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No.039_La cámara verde

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No. 39 / Mayo 2011   El genocidio está esperando que lo desentierren y lo nombren @harmodio   Que alguien le informe a la viejita loca que lo está tejiendo que el tejido social le está quedando asimétrico ¿T …

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No.039_La cámara verde

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No. 39 / Mayo 2011   III. Tuitrulfo: Río Adentro de @viajerovertical     1. Aquí todo iba de mal en peor. Primero corrieron de la casa a las muchachas por andar de pirujas, para que su hermana no saliera como ellas. 2. Al p …

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No.046_La cámara verde

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  La cámara verde Por Cristina Rivera Garza El TL y la apropiación de las formas estrictas Hace un año, Februa nos acogió bajo su manto y, ahora, todo este tiempo después, seguimos tan verdes como al inicio, lo cual tomamos resignadamente como un triunfo. Empezar de cero cada vez, ese es el reto y el lema. Caernos, sí, pero nunca de maduros. Para este febrero de nuestra primera vuelta, regresamos, acaso con la obsesión circular de la villanela, con su íntimo rechazo al movimiento rectilíneo que cree en el infinito, al palíndromo. Sí, del griego palin dromain, que quiere decir volver e ir hacia atrás. Se trata, pues, de textos simétricos que igual tienen sentido de izquierda a derecha que de derecha a izquierda. Que la restricción del número de caracteres en twitter se equipare de algún modo con la restricción propia del palíndromo acaso explique la popularidad de la forma en mi TL. No hay tuitero que se respete que no lo haya intentado, al menos una vez. Que el palíndromo sea una frase que se lee igual hacia delante que hacia atrás, tal vez tenga que ver con la afición de los tuitpalindromistas por los temas eróticos y las verdades del cuerpo y la frase XXX. Pueden ser tantas cosas. El caso es que llegan a la Cámara Verde de febrero tanto Pedro Poitevin, matemático y poeta con residencia en Massachussets, como Óscar de Pablo, poeta que, además del palíndromo, ha utilizado su TL para jugar con otra forma estricta: la villanela.

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No.039_Breves entrevistas en Zacatecas

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Somos asunto de muchísimas personas: Poesía en Zacatecas Como cada diciembre, en Zacatecas corría el viento gélido y el cerro de la Bufa volvía a ser callado testigo del Festival Internacional de Poesía, en su edición 2010; la ciudad de cantera fue de nuevo el punto de reunión de artistas y poetas. Como siempre, José de Jesús Sampedro fue el artífice primero tanto del Festival como del homenaje para Jaime Augusto Shelley y Sergio Mondragón, en reconocimiento a su valiosa trayectoria en las letras mexicanas. Durante la celebración, platiqué con algunos de los poetas participantes; más bien elaboré un conjunto de preguntas a manera de juego que me permitieran conocer un poco más, no de los escritores, sino de los hombres y mujeres cuyos versos, a menudo, nos hacen sospechar que para ellos la vida pasa a un ritmo diferente. He aquí sus respuestas; a mí me realmente me agradaron.

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No.039_Periódico de Poesía se presentó en la UAM-X

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Periódico de Poesía se presentó en la UAM-Xochimilco El pasado miércoles 16 de marzo en el Auditorio de los Talleres de Comunicación de la UAM-Xochimilco se llevó a cabo la presentación de Periódico de Poesía.

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No.039_Clásicos – Sábato, inagotable candor

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  Sábato, inagotable candor Jeremías Marquines                       A Ernesto Sábato siempre lo recordaré como un hombre viejo, muy viejo y muy sabio. Por sus cavilaciones comprendí que la literatura exige el valor de enfrentarse con el caos que produce la condición del hombre en su derrumbe. Sus ideas sobre el arte y el compromiso del escritor con su tiempo y condición social, plasmadas en El escritor y sus fantasmas, un libro hermoso que leí hace ya muchos años, me ayudaron a dar sentido y perfeccionar lo que quería hacer en la literatura.

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No.039_Defensa de la poesía – Mayo 2011

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Defensa de la poesía Lenguaje y erotismo Pedro Serrano En esta época en que eso que entendíamos por erotismo ha pasado a ser casi objeto de segunda mano, es posible recuperar su sentido más completo, el que une piel y corazón y alma y espíritu. El erotismo se abre de nuevo en un sentido amplio, se erige de nuevo como el lugar en que el ser humano y el mundo entran en juego, en que la lengua es a la vez músculo y herramienta. El erotismo es ese cruce de animidad y animalidad que nos hace humanos, lo que nos da lenguaje. Es el espacio de la necesidad de supervivencia vuelto pulsión, deseo, miedo, horror. Escribimos porque tenemos hambre, porque tenemos miedo, y porque en esa confrontación con lo inevitable nos acercamos unos a otros.  

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No.040_Defensa de la poesía – Junio 2011

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Defensa de la poesía El juego de hacer versos Pedro Serrano La obsesión porque la poesía sea información, o dicho en otros términos, porque sea un puente que nos permita pasar de una rivera a otra habita siempre en quienes buscan alivio a sus incertidumbres y seguridad a sus penurias, en quienes necesitan de asideros y cuerdas que los lleven con parsimonia de un lugar a otro, o en quienes buscan que un poema sea un lugar domesticado donde descansar de dudas, angustias y vacío. Sin embargo, me temo, es una obsesión que en el poema, desafortunadamente, no va a encontrar nunca asidero ni interlocutor, porque no lo tiene, porque no existe, porque no lo hay. Es y ha sido siempre un error o un espejismo buscar eso en un poema, por más claro que nos parezca al leerlo, o por más oscuro e ininteligible que se nos presente al rechazarlo. Quien lo intenta se topa siempre con ese mismo poema para contradecirlo, pues eso que creía que allí estaba nunca ha estado. Puede entonces tener la reacción de Platón, que con hábil y trabajoso bisturí trató de desactivar a la poesía, hasta que se hartó y la aventó fuera de sus propiedades, o puede seguir intentando ver en ella lo que no hay, es decir, información.  

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No.041_Defensa 41 – Julio-agosto 2011

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Defensa de la poesía  El carrusel y la alfombra mágica Pedro Serrano Lo que separa al puente como juguete o juego del puente como información o medio de transporte, o en otras palabras, lo que separa al poema de cualquier otro lenguaje, es que se reacomoda en la cabeza de quien lo recibe o escribe y ahí empieza a dar vueltas como las dachas giratorias que aparecen en los cuentos fantásticos rusos. Esa conducción enloquecida que es un puente circular, por su misma naturaleza se vuelve exponencial. El hecho simple de la repetición, del ir y venir por encima del puente, o del camino, hace que su experiencia se haga infinita. Los poemas se cruzan como puentes virtuales, puentes colgantes de la nada a la nada, que es donde habitamos todos. El puente de un poema, que en realidad es un carrito de un juego mecánico, que en realidad no es nada, conduce de un lugar a ese mismo lugar. Lo que un poema transmite no es información sino forma pura. Y por eso, en efecto y de manera efectiva, transforma a quien lo aborda. Un poema no pasa en el tiempo sino en la materia. El poema no es temporal porque es un juego o porque, como quiere Paul de Man, está hecho desde la muerte. Ambas cosas: su ligereza y su trascendencia, su no importancia y su radicalidad ósea.  

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No.042_Parachoques 1 – Septiembre 2011

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Parachoques  Caracoleos Pedro Serrano El poeta y crítico de arte Luis Cardoza y Aragón cuenta en sus memorias que cuando visitó a Pablo Picasso pasaron la tarde hablando de mil cosas, y nunca se le pasó por la cabeza hacer la menor observación a la obra del pintor. Tantos homenajes habrá recibido, pensó, que sería una reiteración. Al día siguiente la mujer de Picasso acompañó de compras a Lía, la esposa del guatemalteco, y le comentó de pasada que Pablo estaba consternado, pues tenía la impresión de que a Luis no le gustaba su trabajo, ya que no le había hecho ningún comentario. Nadie pensaría que la propia valoración de Picasso dependiera de otro individuo, por más que este fuera uno de los intelectuales más inquietos de su tiempo, su amigo y su contemporáneo. Y sin embargo así era. La confianza de Picasso en sí mismo era inconmensurable, de ahí su infinita libertad, pero la fragilidad de su ego era tan grande como esa fe ciega y por eso todo lo que lo rodeaba era capaz de afectarlo. Esa inseguridad, precisamente, fue el mejor acicate para sus extraordinarias búsquedas. La inmersión artística es un estado frágil, y cualquier cosa afecta su constitución. Los artistas y escritores buscan y construyen alborotados mecanismos para, en un solo movimiento, proteger y exponerse.  

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No.043_Parachoques 2 – Octubre 2011

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Parachoques  El pinball o la abstracción del testigo Pedro Serrano Hoy que tanta gente vuelve a estar ansiosa de referencialidades para no despeñarse por las dificultades de un poema, vale la pena hablar de abstracción en poesía. Puede servir para ver cómo esas dificultades tienen su historia, su razón de ser, su peso y su pura y dura necesidad. Y puesto que desde varios flancos se insiste en que la poesía sea el repaso literal de lo inmediato, ya sea porque no se lee, no se entiende, o simplemente no se sabe qué es, no está mal observar cómo es la inmediatez de quien observa la que obliga a un poeta a internarse en una escritura incapaz de ser imitativa, informativa y ni siquiera comunicadora. Pierre-Yves Soucy, empecemos por ahí, es un poeta abstracto. Es decir es un poeta tan rigurosamente apegado a lo que existe, a lo que ve, a aquello de lo que es testigo y toca, que la única manera que tiene para mostrarnos sus texturas y tesituras es eso que llamamos abstracción. Su relación con el mundo, la experiencia que en sus poemas se ofrece, es a la vez absorta y abyecta, en el sentido filosófico del término, concentrada e incontenible, nunca fijable, resultado de una salvaje y profunda insumisión del ser frente a aquello que pone en peligro su existencia misma, tanto desde el exterior como del interior. Y eso construye una biografía, una necesidad y una obligación. Mal que le pese a algunos, o les cueste leer.  

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No.044_Parachoques 3 – Noviembre 2011

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Parachoques  Los marcianos llegaron ya Pedro Serrano Contra la larga curva de inmensidad inerte de Marte, nada de lo que nos sucede en esta vida alcanzaría a aventar más que un mínimo vestigio de polvo orgánico, indistinguible incluso para la más sofisticada herramienta de precisión científica. La serie de infinitas repeticiones que ejecutamos cada uno de los miles de millones de seres vivos que habitamos la tierra serían absorbidas por un campo absolutamente estéril en esa vastedad de materia en que el silencio no es contraste sino exhalación inabarcable. Todo desaparecería sin apenas ser notado. Como de hecho desaparece, si nos paramos un poco a pensarlo. Sin embargo, la confrontación de la inmensidad y la aniquilación con un impulso vital extenuado expresado en palabras ha sido desde siempre estrategia del poema para accionar al máximo su potencia emocional. Como un aparato de resonancia inmensa, nuestras pequeñas miserias adquieren su verdadera perspectiva, y en ese misma acción una dimensión inconmensurable e incontestable. Eso es lo que logra T.S. Eliot en Los hombres huecos al situar sus espantapájaros en un resplandor de atardecer fijo en el que dan mecánicas vueltas alrededor de un nopal de tunas encogidas en medio de un valle desolado. Y es lo que alcanza Leopardi en su poema Bruto el menor al dejar al cuerpo a merced de los buitres e invocar un viento de estratosfera "que se lleve el nombre y la memoria" para en un mismo movimiento de prestidigitación desechar sufrimiento y enfermedad y levantar el vuelo en escritura. Y es lo que logra ahora Francisco Segovia con su libro Partidas.

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No.045_Parachoques 4 – Diciembre 2011 – Enero 2012

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Parachoques  Dendritas. Una inmensa red de fantasías Pedro Serrano ¿Desde dónde escribe Piedad Bonnett? A veces pareciera que lo hace desde la superficie de la piel, desde una candidez hábilmente infantil, perversamente polimorfa, en un gozo en el que cada partícula de la superficie tiembla, sueña y se entrega. Como un bebé en el baño, muchos de sus poemas juegan y salpican, ríen, retozan regocijados, salidos de un  papel tapiz del modernismo catalán o de los dibujos de Henry Darger, que no por nada provocaron la escritura de Girls on the run de John Ashbery. Plenos de niñas, monstruos y fantasmas, en un colorido tono tenue, aparentemente plácido, acallan y levantan un grito a la vez amenazante, agonizante. Como dice de La inocencia del sueño, un poema incluido en Explicaciones no pedidas, “Como niños desnudos remontamos sus aguas”, pero añade: "con los ojos abiertos". Siguiendo esta tenaz involución, desde la escritura, Piedad entrega el cuerpo a la sensación de sí mismo y desde esa corporalidad lo regresa al lenguaje, volviéndolo un doble conducto corporal y escritural que recorre todos sus contornos, sus aritméticas, sus volutas y explanaciones. El cuerpo como riel central y la escritura como locomotora en la que uno puede adentrarse en la propia oscuridad animal, sus ruidos, sus vísceras, sus pálpitos, o explayarse hacia el mundo en las diferentes capas de una sociabilidad que ella propone y organiza en el mismo lenguaje, como extensión feraz de ese cuerpo. Como dice en un poema anterior, “Mi cuerpo en ese tenue umbral no tiene nombre, ni rigores, ni culpas. Es inocente como un pequeño lobo en su placenta.” Y el lenguaje es la salida al mundo en busca de caza y casa.

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No.046_Parachoques 5 – Febrero 2012

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Parachoques  He traído mi vida hasta aquí Pedro Serrano El engaño de las fijaciones nos hace suponer que los poetas nacieron con sus obras escritas y reunidas, acomodadas en volúmenes uniformes y dispuesta su ficha antes en diccionarios y ahora en wikipedia, a la manera de los héroes patrios en las estampitas que se vendían en las papelerías para los trabajos escolares. Esta impresión desdibuja la manera real en que casi a cualquier poeta se le ha leído, un recorrido hecho paso a paso y día tras día, a veces con largos periodos de anonimato, a veces a partir de una inmediata exposición primera. La mayoría de los lectores que encuentra mientras su escritura va apareciendo no lo estudia sino que lo lee. Su nombre y su obra surgen poco a poco, y sólo a medida que persevera logra adquirir un perfil, irregular y arbitrario como la vida misma. Quien ha llegado a publicar sus Poesías Completas y de ese modo, mal que bien, a ser considerado o a sentir que es considerado parte de una literatura, sea esta municipal, regional o nacional, empezó por leerle sus poemas a sus amigos, por buscar individuos interesados en esas mismas cosas, por hallar, así, vías de publicación adecuadas. Su reconocimiento es una lenta expansión azarosa, que a veces, con el tiempo, se desinfla y otras logra adquirir vuelo después de varios despegues frustrados. Todo poeta empezó por hacer un poema primero, y luego otro, hasta que después de mucho ramonear y peinar cerros, reúne un número que le parece suficiente de tales escritos, los muestra y los hace públicos. Ante los nombres con mayúscula olvidamos la indecisión de los primeros esfuerzos y la humildad, lo crea o no, lo manifieste o no, de casi cualquier comienzo. Y si esto es así con la obra de un poeta en su propia lengua, el itinerario de sus traducciones es más impredecible todavía, pues su aparición pasa por los deseos y posibilidades de sus traductores. Quizás esto explique, en parte y por supuesto sin justificarlo, que los estudios literarios tiendan a ignorar las traducciones, como si esos libros de edición a veces bilingüe y cada vez más por fortuna ya sólo en la lengua de llegada, no hubieran existido, no hubieran sido leídas. Actúan esos lectores adiestrados como si sólo se escribiera en lengua original, como si la poesía de un país o de una lengua fuesen impermeables. Las traducciones afectan la manera en que se lee poesía en un país determinado, pues los poetas de una lengua no abrevan sólo en las fuentes dóciles y domesticadas que sus académicos, poco aventureros como a veces pueden ser, reconocen. La obra de un poeta en traducción va apareciendo casi por azar, sin ton ni son, y en una cronología distinta a la que tuvo en el original. Pero eso no lo hace menos significativo en la historia literaria del país y de la lengua a que se le tradujo, en su presencia en los lectores, en la manera en que llega a modificar la escritura de un poeta y de toda una tradición.

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No.047_Parachoques 6 – Marzo 2012

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Parachoques  He traído mi vida hasta aquí (2) Pedro Serrano En su libro Vísperas, publicado en 1996, Myriam Moscona incluye un poema titulado Puñal, que abre con el siguiente epígrafe de Odysseas Elytis: “Ánimo ahora. Al menos salvaré el placer, Dios mío. Dame un puñal.” Que Elytis aparezca en una poeta mexicana no tiene nada de raro. Es señal de que su poesía ha sido leída, por ella y por varios otros, gracias a las traducciones que se han hecho al español principalmente desde que le otorgaron el premio Nobel, en 1979. Sin embargo esta aparición no será necesariamente tomada en cuenta a la hora de estudiar aquellos poemas que forman el rico estiércol del que el árbol múltiple de la poesía de Myriam se ha alimentado, especialmente porque la cita está en español, lo que me lleva a suponer que fue en esta lengua en la que Myriam lo leyó. Este hecho probablemente la hace menos interesante a los ojos de los perspicaces investigadores en busca de fuentes y acertijos. La falta de extrañeza que atrae el no ser puesta en el original, y en alfabeto griego además, la vuelve transparente. Pero como la carta robada de Edgar Allan Poe, el acertijo y la fuente están ahí, enfrente de todos nosotros, sólo que no nos damos cuenta. Al estar en español la aleja de la posibilidad de que pensemos en Elytis como una influencia directa en su poesía, ya que tendemos a suponer, erróneamente por otra parte, que las versiones en traducción no hacen mella en quien las lee, o por lo menos que no dejan una huella de la misma intensidad que si fueran en el original —además de no invitar, como la Sibila de Eliot en griego, al asombro ante la erudición o el regodeo de su compartimento. Son cosas que se dan por sentado. Otra cosa sería si la cita fuera de un poeta mexicano. Muy probablemente ameritaría una nota a pie de página en la que se reflexionara sobre su relación. Este pasar los ojos por encima de las traducciones y simplemente no verlas, ni darnos cuenta del efecto que tienen ni la modificación que hacen de nuestro campo de vista es, a la vez, un hecho común y corriente y escandaloso. Tendemos a ver como interferencias las inferencias externas y a olvidar que son tan válidas y tan trazables como las que refieren al jardín que de antemano hemos conocido y cultivado. Digamos que su incorporación, como la de cualquier otro poeta leído en traducción, ensucia el trazo límpido de lo que estudiamos como una literatura nacional y emborrona la claridad de fuentes y llegadas. Sin embargo, su mera presencia en una obra enriquece tanto el sentido de ésta como nuestra apreciación. Por eso, para señalar la manera en que una poesía en principio ajena se ha ido adaptando y encontrando en otros terrenos –en este caso la de Elytis en la poesía en español– hay que tratar de seguir sus recorridos en esa otra realidad. Recorridos que, además, no van sólo en dirección de ese futuro que una obra en traducción encuentra y modifica, sino también rumbo a esos pasados, contemporáneos estrictos de esa obra, a los que por mero paralelismo dicha obra modifica y enriquece.

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No.039_Avatares de la memoria

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…………………………………………………………… Avatares de la memoria Eduardo Mosches UNAM, 2010.   ……………………………………………………………

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No.039_Mística y poesía – Palabras que mutan

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Palabras que mutan Mística y poesía Por María Auxiliadora Álvarez     El vocablo “mística”, del griego mystikós, deriva del vocablo “misterio” y se encuentra remitido a la indagación del misterio religioso a través de Platón (El banquete), de quien se dice comenzó a utilizar el término para describir el conocimiento de los mundos sagrados. La aplicación del término mística en la tradición cristiana data del siglo I con el tratado De Mystica Theologia del Pseudo-Dionisio Areopagita, difundiéndose para el siglo III entre todos los cristianos “referido al culto en el sentido litúrgico, a la interpretación alegórica de la Escritura en el sentido simbólico, y al conocimiento de las verdades de la fe en el sentido teológico” (Cilveti). Como un compendio de saber litúrgico, alegórico y teológico, éste se abrió posteriormente a una interpretación más amplia al considerarse la mística como una disciplina autónoma en 1690 en el Tratado de Sandeaus. El Tratado de Sandeaus reconoce en la mística “la existencia de un espacio inventivo, de libertad, en el que mutan, como en una operación alquímica, las palabras: la nova fingendi vocabula libertas (Lara Garrido).

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No.039_Poéticas visuales – Art & Language

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Art & Language: La incorporación de la palabra a las galerías de arte Poéticas visuales Por María Andrea Giovine       Art & Language es el nombre de la revista publicada en los años sesenta por el grupo del mismo nombre integrado por Ferry Atkinson, David Bainbridge, Michael Baldwin y Harold Hurrel. Posteriormente, el término “art & language” se extendió como una categoría del arte conceptual, la cual, como indica su nombre, vincula el arte con el lenguaje. El arte conceptual también se conoce como “idea art” y es un movimiento artístico surgido en los años sesenta en el que la idea de la obra es mucho más importante que los aspectos formales o materiales que la conforman. En muchos casos, la idea de la obra es en sí misma la obra de arte.

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No.038_José Manuel Pintado

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Poema cuántico José Manuel Pintado A Javier Sicilia fraternalmente La poesía guarda en sus palabras la fuerza infinita del universo conocido y la potencia de los multiversos que apenas empezamos a intuir entre los sonidos de las pa …

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No.038_Sección Javier Sicilia

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Los poetas son los legisladores no reconocidos del mundo                             P. Shelley Poemas, cartas y discusiones de los poetas en torno al asesinato de Juan Francisco Sicilia.

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No.039_Francisco Segovia

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El estado nos debe Francisco Segovia     El Estado nos debe     No nos ahorra los muertos; sí las explicaciones.     No nos ahorra el dolor; sí la justicia. El lunes pasado apareció en C …

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No.038_Julián Herbert

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Julián Herbert No conozco personalmente a Javier Sicilia pero la noticia me dejó devastado: como decía Whitman, quien lee un libro está tocando a un hombre. Instintivamente, me sentí jalado hacia mi hijo. No he podido …

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No.038_Eduardo Hurtado

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Eduardo Hurtado Dado que hace apenas un par de días numerosos medios del país, presididos por Televisa en un acto que se montó y transmitió como uno más de sus programas de entretenimiento, firmaron un convenio entre …

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No.038_Javier Sicilia – Estamos hasta la madre…

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Estamos hasta la madre… Javier Sicilia Revista Proceso (Carta abierta a los políticos y a los criminales) El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escale …

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No.038_Eduardo Vázquez Martín

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Eduardo Vázquez Martín Javier Sicilia es uno de nuestros más grandes poetas. Su obra está inspirada en su fe: ha buscado a Dios en cada verso, ha buscado a Dios en cada cosa. Hace más de veinte años iba cada se …

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No.038_Carlos López Beltrán

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Carlos López Beltrán Toda muerte violenta producto de la mendacidad y cobardía política actual nos cala. Más si se trata de los hijos de los amigos, de la generación por la que nos toca velar directamente, la s …

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No.038_Javier Sicilia – El mundo ya no es digno…

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  Javier Sicilia El mundo ya no es digno de la palabra Nos la ahogaron adentro Como te (asfixiaron), Como te desgarraron a ti los pulmones Y el dolor no se me aparta sólo queda un mundo Por el silencio de los justos Sólo por tu silencio y por mi silenc …

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No.038_Eduardo Lizalde

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Arturo Álvarez Sosa Fernando Barajas Jesús Bartolo Bello Silvia Camerotto Eduardo Lizalde Mauricio Montiel  Mariella Nigro Ignacio Uranga

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No.038_Mauricio Montiel

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Arturo Álvarez Sosa Fernando Barajas Jesús Bartolo Bello Silvia Camerotto Eduardo Lizalde Mauricio Montiel  Mariella Nigro Ignacio Uranga

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No.038_Mariella Nigro

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No.038_Ignacio Uranga

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Arturo Álvarez Sosa Fernando Barajas Jesús Bartolo Bello Silvia Camerotto Eduardo Lizalde Mauricio Montiel  Mariella Nigro Ignacio Uranga

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