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Por Daniela Grave Aragón |
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No. 70 / Junio 2014
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Níger Madrigal nació en Cárdenas (México) en 1962. Fue fundador y director de la revista Parva. En 1990 ganó el Premio de poesía de los VI Juegos Florales de Cunduacán, Tabasco; y en 1992, el Premio Nacional de Poesía Ramón Iván Suárez Caamal. Ha publicado los libros de poesía Amontonamientos, Tiempos de otros, La blancura imantada, Cuentasueños (o las cuatro pasiones de Xicarú) y Artificios de la memoria, entre otros. Rutinero de Níger Madrigal, e ilustrado por María Wernicke, fue ganador del Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños 2007.
Rutinero lleva por epígrafe un fragmento de Mario Benedetti, espléndidamente escogido, porque alude a los versos que un niño pueda encontrar alguna vez y que “en lugar de versos extraiga piedritas/ y socorros y alertas y caracoles”; epígrafe que se relaciona con la transformación que los niños puedan hacer de ellos y de la lectura misma. Ruta del ámbar: Hay imágenes de alto valor literario y estético como la de un beso que puede sembrarse, Éstos hablan desde un yo lírico que conjuga los verbos en primera persona del plural, por lo que se intuye que habla de él –un niño– y su madre, por algunas alusiones que encuentro en los textos. En la mayoría de las páginas aparece el mismo dibujo de un niño, que bien podría ser el “protagonista” de los poemas. Los dibujos son sobrios e intentan ilustrar lo que dicen los poemas pero sin ser del todo explícitos, para dejar que el lector haga el resto de la comprensión poética. Ruta de los siete colores: El mérito de esta sección es relacionar los colores con los animales y sus características, sin caer en lugares comunes, al igual que crear imágenes como la de una hormiga navegando con una hojita como vela, y la de una iguana atragantada de tanto verde; además, las ilustraciones que los acompañan son exquisitas… Ruta del navegante: El poema más corto está compuesto por un único verso en el que se compara a las olas con largos bostezos. También hay explicaciones sobre la espuma del mar o del porqué del caparazón de las tortugas. Ruta del corazón: La sobriedad con que están dispuestas las estrofas cortas (que facilitan la lectura) y las ilustraciones, representan el maridaje perfecto para este libro que pretende introducir a los niños al ámbito de la poesía. Pienso que los poemas de este volumen, Rutinero, cumplen con ese propósito porque, si bien no hay rima, sí tiene imágenes preciosas y un cierto ritmo, que puede resultar más que atractivo para los lectores que inician su camino en la literatura y la poesía. |
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