julio 2024 / Inéditos

Ese otro cuento del futuro

 
Esto no es una guerra (V)

y pensar que allá afuera
estaban pasando cosas indecibles

los cuerpos
empezaron a caer a pedazos
como si fueran piñatas batidas por el odio

un millar de nombres
se han ido quedando
sin la carne que los dibuja

la tristeza absorbe todo
          hasta el deseo

¿para qué tratar de taparse los oídos con la lengua?

los besos pueden ser una aventura
pero también callan       la rabia
el grito                              lo espantan

¿en eso pensabas cuando dijiste
              amarnos
              esloquemenosurge
              en medio del desastre
              nadienuncaseenamoraenunaguerra?

 
¿nadie nunca?

 
 
Preguntas en el cuarto (II)

¿quién podría señalar
el momento exacto en el que
se rompe
una pareja?

tendríamos que fijarnos en los detalles

un frío que ya no
cicatrizó               un gesto
de resignación
en medio de un abrazo un error
que ya no se dejó pasar
sino que empezó
a pesar como una tumba            y la inminencia
sobre todo la inminencia
de estar siempre en una encrucijada

es una consecuencia lógica:
       abjurar de lo que una vez quisimos tanto

la desconfianza
siempre halla su camino
 
¿qué más hay que decir?
¿que amarnos fue siempre una guerra perdida?

es delirante querer ser una isla de felicidad
en medio de un país desplomado

creer en las noches que pasábamos juntxs
y asegurar que haber memorizado el mapa de nuestro
cuerpo
serviría
para nunca extraviarnos

pero

¿si en vez de haber hecho el amor
nos hubiéramos puesto a hacer la vida
          (allá       lejos)?

¿cómo volver ahora a lo que fuimos antes de nosotrxs?

 
 
¿Qué es este amor? (V)

nada como estar bajo la lluvia
conmúsicaydesnudo
se puede bailar
pero también se puede
       estar quieto
se puede abrir la boca
para sentir que el agua helada
se hunde en la garganta

se puede escuchar
cómo se deforma la belleza bajo los pies
y queda un charco
       —nube de asfalto e infinito—

¿qué es este amor
que brota por todas las cosas
después de ver llover?

¿qué es este amor
por un mar que se derrite
cadencioso y vertical
sobre la tierra?

¿no se parece el golpe de estas innumerables idénticas gotas
al tajo de la repetición
de los días en el calendario?

por fortuna
la lluvia cesa
y sólo queda
la carne reluciente por el agua

 
 
Reflejos (II)

a lo mejor un solo día
fuimos almas
translúcidas y esplendorosas
que no tuvieron peso ni sombra
enajenadas en la belleza en el rumor
de ese cuerpo que teníamos en frente

pero nos dolía
mirarnos de esa manera
cuando llegábamos a casa y teníamos comida de sobra en
el refrigerador
focos de sobra para dar luz
a nuestrxs cuerpxs oscuros
agua de sobra para dejar que corriera
mientras hacíamos el amor y llorábamos
por no sé qué paradójica alegría
             en la regadera

¿no es ridículo ponerlo en estos términos?

a veces nos mirábamos
como si fuéramos el mundo
y queríamos correr para salvarnos
encontrar el botón que pusiera fin
a todas las tristezas provocadas por
el capitalismo y el patriarcado

contarnos de nuevo
eseotrocuentodelfuturo

¿para qué llamar tragedia
a la comodidad de dos personas
discutiendo en un cuarto bajo llave?

sigue siendo ridículo el esfuerzo

porque sólo podíamos hacer el amor
una vez más
quizá con otra postura
tal vez incluso con más fervor
           como si esa fuera
           la voluntad de dios

pero nada de lo que nacía entre nosotrxs
estaba vivo

 
 
Déjenme que mienta un poco (II)

como si fuera algo tan importante
y tan insólito
caminábamos de la mano
en una playa del mediterráneo
y con un gesto
       —mitad sonrisa mitad señal
       de un lenguaje que nacía—
nos pusimos a especular sobre el día último
de los últimos tiempos
cuando los cadáveres volverán de su fosa
cuando lxs ahogadxs recobrarán su forma

¿qué verdades se escucharán en esa marcha de
resucitadxs?

seremos más lxs muertxs que lxs vivxs
seremos más lxs alegres que lxs temerosxs

no habrá riendas
ni habrá desasosiego
sólo la rabia de estar otra vez
y ser oídxs

¿te imaginas cuántos cuerpos volverán del mediterráneo?

no habrá tierra que lxs contenga
y empezarán a volar
como ángeles sofocados por el cielo

no habrás más lanzas
no habrá
más niñxs ocultxs en el bosque
ni más pateras

no habrá más
deseos de huir
ni de llegar

de día y de noche
todo será viento y luz
un océano intencional
          —¡qué monotonía!—
moviéndose despacio
hacia el infinito

 
* Poemas pertenecientes a Todo lo que es cuerpo es agua en tránsito (Valparaíso Ediciones, 2024). 

 

 


Autor

Samuel Lagunas

/ Querétaro, 1990. Escritor, latinoamericanista y crítico de cine. Ha publicado los poemarios A veces un ma/pa es una casa (2020) y Todavía mañana (2013). Beneficiario del PECDA Querétaro 2022 y del APOYARTE Querétaro 2020. Actualmente es profesor e investigador en la Facultad de Filosofía de la Universidad Autónoma de Querétaro.

julio 2024