No. 73 / Octubre 2014
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Tercer Festival Internacional de Poesía |
José Vicente Anaya Morgue No. 3 Ciego. Ensayando maneras de mirar
Liu Chang Septiembre Los amigos se fueron de viaje
Soy la luna que vertiste de una copa en el banquete. Manuel Cuautle
Tus olores cierro llego me cubro respiro estás eres poesía Mohsen Emadi 1 En cada ventana que abro una nueva mujer me sonríe. Nuevas muertes, niños dando cabezazos contra la boca del útero. Los colores se calman en la ropa secándose en el alféizar de las ventanas. Aquí se tiende el negro allá se recoge el rojo. Nunca abrí las ventanas a las mujeres que esperan. Las campanas de las iglesias propagan el domingo. Saludo con la mano a una mujer absorta en la nada que sacude su cigarro en la barandilla del balcón liberada de esperanzas escapada de la muerte colgada de la nada con ojos vacíos vacíos que caen en mis poemas. Saludo con la mano. 5 En la ausencia de cada mujer parte de su feminidad está presente: horquilla, cabellos sueltos por los rincones, calcetín rosa desparejado, magulladura de mordisco en el hombro. Limpio el polvo, recorto rostros de mujeres en fotografías, pongo en hora los relojes de la casa, me paro frente al espejo. Unos ojos de mujer me miran desde el espejo, y sin que yo diga nada me afeita y acaricia mi pelo blanco. «¡Si ahora sonríes un poco estarás igualito que entonces!» Saúl Ibargoyen El hombre se acuesta Ernesto Lumbreras
1 2 Yo no querré llegar hasta el final. ¿Para qué adelantarme al pensamiento de quien perturba mi dicha, hechizado por un surtidor no del todo resuelto y llora de súbito (con sus animales de gasa, con su bondad de niño mirando un fantasma) y pide su resurrección (providencial como un laúd) cuando recuerda la roja sandía de la expiación primera? Yo quiero, entrado en copas, ver una montaña demasiado aparente para despertarme y seguir el rastro de un conejo de tres patas. (13/abril/2013) 3 Enunciación de actos que están sucediendo: del presente remoto de una enfermedad mortal al pasado líquido de la gota de ámbar que nunca caerá. Actos que están siendo, diré también al final de esta anotación (pero que, de algún modo) dejaron ya en mi alma una marca de agua que fluye.
4 Rumia tu ilusión de mediodía, hombrecito de plomo, cánsate de cerrar los párpados entre los follajes de un solar baldío. Olvidado por los tuyos y por tu bandera en esta zanja de olores rabiosos, sólo te queda tu pensamiento, esa ponzoña azul que demora tanto en encontrar tu tiro de gracia. 5 De golpe toparme con la oscuridad que se come sus crías para después llorarlas a la luz de una fruta abierta.
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Publicado en Página 12, el viernes 12 de julio |