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Enriqueta Ochoa, vaso de frágil cuerpo |
Jeremías Marquines Lo cierto es que retrasaba el dichoso texto porque nada me obligaba a hacerlo y porque durante esos años no encontré la manera de comenzarlo. Algunas veces escribía una o dos líneas y luego las abandonada por insulsas o porque otros ya lo habían escrito mejor; así fueron pasando los años hasta que la poeta de Torreón falleció en diciembre de 2008. Esa vez tampoco pude escribir nada. Fue mi amigo Jaime Hernández, quien un tiempo acudió a su taller, el que me dio la noticia que me entristeció. Del Archivo: La estrategia confesional en la poesía de Enriqueta Ochoa / Samuel Gordon |
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