P. Shelley
El brutal asesinato de mi hijo Juan Francisco, de Julio César Romero Jaime, de Luis Antonio Romero Jaime y de Gabriel Anejo Escalera, se suma a los de tantos otros muchachos y muchachas que han sido igualmente asesinados a lo largo y ancho del país a causa no sólo de la guerra desatada por el gobierno de Calderón contra el crimen organizado, sino del pudrimiento del corazón que se ha apoderado de la mal llamada clase política y de la clase criminal, que ha roto sus códigos de honor.
- Javier Sicilia, “Nuevo pacto o fractura nacional”
Hemos llegado a pie, como lo hicieron los antiguos mexicanos, hasta este sitio en donde ellos por vez primera contemplaron el lago, el águila, la serpiente, el nopal y la piedra, ese emblema que fundó a la nación y que ha acompañado a los pueblos de México a lo largo de los siglos.
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- Françoise Roy: La guerra de los poderosos y sus víctimas sin rostro
Dicen que cuando el poeta Mallarmé se enteró de que el sol algún día se extinguiría, aunque faltaban eones para que esto sucediera, sufrió una larga depresión. La sola idea de que la civilización se extinguiera —aunque fuera platónica, pues ni él ni nadie vivo en su época jamás presenciarían el ocaso de nuestro sistema solar— le parecía intolerable.
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- En Defensa de la Suave Patria. Declaración de Zacatecas
El padre Óscar Enríquez, director del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte de Juárez, y la Asamblea Juarense por la Paz con Justicia y Dignidad ha denunciado que anoche, 5 de junio, alrededor de la 20 horas, agentes de la Policía Federal irrumpieron, sin orden de cateo, en las instalaciones del Centro de Derechos Humanos Paso del Norte.
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DETIENEN A PRESUNTO SUCESOR DE “EL TEO” EN BCS | DECOMISAN 12.4 TONELADAS DE MARIGUANA EN BAJA CALIFORNIA | HALLAN CABEZA DE JEFE POLICIACO EN GUERRERO…
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Desde luego no me sorprende que no hayas estado el día 8 en el Zócalo de México participando en la marcha por la paz, y te diré, aunque te extrañe, que tu argumento de que los movimientos “por la paz” son demasiado vagos, o demasiado “etéreos”, como dijo el Secretario de Gobernación, me parece razonable. Sólo que a mí no me parece razón suficiente para no apoyar a los tales movimientos.
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Periódico La Jornada Jueves 12 de mayo de 2011, pág. 4
Hoy por hoy nuestra patria, con todos sus colores desteñidos. es tan campo minado por el infortunio, tan infierno nuestro de todos los días, que la poesía, capaz no sólo de asaltar a la belleza para robarle sus secretos, sino de cantar al dolor, decir de la llaga, ser cronista de la asfixiante y vieja forma en que las flores saben marchitarse, en fin, salir de su funda para soltar al delincuente y sus cómplices de arriba, su ráfaga de salvajes aullidos de denuncia, se ve forzada de pronto a callar, a morderse la lengua, a amurallar el grito, a decirse ¿dónde diablos pongo este escándalo que se instala en mi pecho, este cementerio en llamas que cargo a la espalda? Un poeta, un verdadero poeta que enmudece es en la patria de hoy una tragedia, algo que amerita poner las banderas a media asta. ¿Por qué, Javier, se han muerto entre tus labios los gorriones? ¿Por qué le has roto a todos tus lápices la punta?
No me respondas. Sé lo que te ocurre. Si a un poeta le dejan anegados los ojos de lágrimas de sangre, lo crucifican en la impotencia, porque dejan a un hijo convertido en memoria, no puede sorprendernos que arroje su lira al polvo, esconda sus palabras debajo de su lengua y ponga enloquecido a su silencio a tocar a dos manos los timbales.
No puede sorprendernos. Al principio, poeta, yo quise, como tú, tapiarme la boca con un puño. Decir, contigo: estoy hasta la madre, no volveré a escribir ni el poema atolondrado de una sílaba. Pero después pensé que muchos no sabemos callar, que poemas nos salen hasta por los codos, que más bien queremos vomitar abecedarios aullar a voz en cuello.
Pero tal vez tu estruendo sin vocablos, tu fanfarria de palabras sin rostro, logre más, en el caos que nos tiene hasta desordenadas las entrañas, que el conjunto de poetas aullantes que siempre hemos creído, pobres tontos, que la enfermedad de la sordera sólo podrá aliviarse con el grito.
17 de abril de 2011
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- Carlos López Beltrán y Pedro Serrano
La madrugada del lunes 28 de marzo fueron encontrados siete jóvenes cuerpos en un coche abandonado en el acotamiento de la autopista Cuernavaca-Acapulco, en el municipio de Temixco, con señales de tortura y de haber sido asesinados.
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- Carlos López Beltrán
Con toda razón al día siguiente de la marcha @ixcolai nos pedía en tuiter a quienes habíamos participado que nos sentáramos a escribir nuestras razones, motivos, emociones para hacerlo. ¿Qué impulsos nos movían a tantos y tantos miles que respondimos al llamado de Javier Sicilia?
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Toda muerte violenta producto de la mendacidad y cobardía política actual nos cala.
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- Eduardo Hurtado
Dado que hace apenas un par de días numerosos medios del país, presididos por Televisa, firmaron un convenio entre cuyos acuerdos está el de no referir “detalles” que representen algún tipo de publicidad que le haga el juego al crimen organizado, es probable que estos hechos no se divulguen…
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Lo que la fallida guerra contra el narcotráfico nos arrebata día a día no son sólo vidas humanas: es nuestro sentimiento de futuro. Los más notorios responsables de esta pérdida son, por supuesto, quienes se dedican a la delincuencia organizada.
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- Francisco Segovia
El Estado nos debe No nos ahorra los muertos; sí las explicaciones. No nos ahorra el dolor; sí la justicia.
El lunes pasado apareció en Cuernavaca el cadáver de Juan Francisco Sicilia, hijo de Javier. Junto al suyo, otros seis cuerpos. Una nota en la camioneta donde los hallaron amenaza a militares y policías…
Me pide Jorge Fondebrider, a nombre de la revista Ñ (suplemento cultural de El Clarín de Buenos Aires) que escriba algo sobre “lo que el narcotráfico le está haciendo a la cultura” de México. Yo entiendo el sesgo que quiere darle al tema (el narco le hace algo a la cultura, y lo que le hace no puede ser nada bueno), y de eso deduzco que toma cultura en su acepción más general. No me pide pues que hable de las expresiones culturales de los narcotraficantes (como los narcocorridos), quizá porque sería difícil hallar en ellas alguna novedad formal (al fin y a cabo, los narcocorridos son corridos tradicionales), de manera que la caracterización de su cultura tendría que conformarse con señalar meras diferencias de contenido o de gusto. Uno podría decir, por ejemplo, que las Hummers son a los nuevos ricos del narcotráfico lo que los Mercedes a los viejos ricos de la industria, aunque la ostentación sea en el fondo la misma. Esto podría sugerir que los gustos de los narcos se refinarán con el tiempo, y que a la larga cambiarán a Los tigres del norte por Lucerito y Mijares, pero lo que vemos es distinto: Los tigres del norte tienen hoy tanto o más arrastre que las estrellas de la televisión y los altos ejecutivos nacionales ya no creen que sea de mal gusto circular en una Hummer…
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