No. 38 / Abril 2011 |
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“¿Para quién, por el amor de quién se precipitan una y otra vez al vacío?” Tres años de la Cartonera y la Lectio de Javier Sicilia |
Por Claudia Sánchez R.
Ahí, donde está el peligro, El pasado mes de marzo, se celebró el tercer aniversario de la Cartonera en la Casona Spencer, en la ciudad de Cuernavaca, Morelos. El evento estuvo encabezado por John Prigge, director de ese recinto cultural, y Dany Hurpin y Rocato, miembros de La Cartonera, con una interesante lectura de la poeta Natalia Correa, musicalizada por el jazzista Marcos Miranda. El periplo de la Cartonera suma ya muchas hojas del calendario y muchas horas tinta de autores como John Spencer (Inglaterra-México), Howard Fast (E.U.), Víctor Hugo Sánchez (México), Remi Blanchard (Francia), Elisa Andrade Buzzo (Brasil), Edgar Artaud Jarry (México), Marcelo Teixera (Portugal), Pedro Granados (Perú), Wilson Bueno (Brasil), Javier Sicilia (México), entre muchos otros escritores que conforman un catálogo de unas veintidós publicaciones. La dinámica adoptada por esta editorial (artística y artesanal, a decir de sus integrantes) es invitar a la gente a publicar y, al mismo tiempo, estar abierta para recibir todo material de calidad. Hay ya una larga lista de solicitudes en espera de aceptación por parte del consejo editorial. La clave de su consolidación es la colectividad. Los autores y los portadistas se apropian del proyecto, lo vuelven suyo, convirtiéndose así en parte del mismo. “La manera en que editamos permite que, con sencillez pero con calidad, publiquen autores que de otra forma no tendrían acceso a las grandes editoriales.” El objetivo de la Cartonera es seguir difundiendo la literatura, las publicaciones se complementan con el arte gráfico. Nayeli Sánchez, miembro fundador de la editorial dice que “cada uno de los libros que hemos hecho ha sido un reto, estar frente a diferentes autores y estilos es siempre un nuevo aprendizaje; todo eso, a final de cuentas, nos hace disfrutar el libro de una manera diferente, como si fuera un objeto preciado. Los libros hechos a mano se convierten en objetos queridos, cercanos; y el dejarlos ir también es un reto, uno quisiera conservarlos todos, pero hay que dejarlos ir, permitirles llegar a otros lugares…” Para festejar estos tres años de trabajo, la Cartonera publicó Lectio, del poeta Javier Sicilia, con prólogo de Francisco Rebolledo; se trata de un poemario que originalmente formó parte de La presencia desierta, publicado por el Fondo de Cultura Económica en 2004. “Ya teníamos más de un año y fracción pidiéndole a Sicilia algo para la Cartonera, fue a fuerza de insistirle que llegamos a concretar el proyecto. Para nosotros ha sido muy grato recibir este texto.” Durante la charla que se generó al final del evento, el intelectual Jean Robert comentó, a propósito del título del libro, que “la Lectio Divina corresponde a un periodo que se extiende hacia finales del siglo XII, empezó a cambiar a partir de 1150, lo interesante de esa forma de lectura es que la página no se puede extraer de su soporte, la página es el pergamino; en ese tiempo las páginas estaban adornadas con ilustraciones; luego vino otro tipo de lectura que se llamó la Lectio Escolástica, que es una lectura interpretativa, y lo interesante es que el paso de una a la otra representa un cambio radical en la escritura, en tiempos anteriores prácticamente no había separación entre las palabras. Podemos experimentar escribiendo un texto sin separaciones y tratar de leerlo, nos daremos cuenta de que la única forma de comprenderlo será leyéndolo en voz alta. El entendimiento pasa por el ojo, la propia voz y el oído, quiere decir que el lector entiende cuando se oye, no cuando se lee, entonces, hay que leer sin entender en el acto de leer, se entiende al oír la voz… la Lectio Divina se trata nada más de leer y volver a leer y dejarse penetrar por las palabras; todo eso cambia con el invento de la universidad, donde la lectura se vuelve análisis de texto, se abstrae el sentido de la formulación y luego hasta del soporte, el texto se vuelve abstracto… ahora la página está totalmente descarnada, ya no existe la noción de materialidad… el quehacer de la Cartonera es un paso hacia la recuperación de la materialidad, hacer los libros a mano con materiales que se notan…” Las ocasiones para festejar nunca sobran. Todo esfuerzo en nombre de la literatura es un respiro para una sociedad ávida de oxígeno como la nuestra. ¡Salud por el cumpleaños! Poemas de Lectio
Juan 21, 7 |
Para mi hijo Juan Francisco* y Edgar Rubio |
¿Has visto a los clavadistas en “La Quebrada”? ¿Qué buscan levantados y tensos como un arco presto a Sólo los espectadores, Pero ellos están desnudos ¿o tal vez aguardan la mirada de Juan, No lo sé, Oh, Señor, tómala,
Apocalipsis 1, 12 ¿Cuauhnahuac?** ¿Qué nombre es ese? ¿Es acaso un sitio? He pasado mi vejez mirando cosas nunca antes vistas y Sí, tiene que ser Patmos. Me he vuelto de nuevo para ver a aquel que un día
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* Es absolutamente inevitable pronunciarnos en contra del reciente asesinato de Juan Francisco Sicilia, junto con otras seis personas. La comunidad intelectual y la sociedad en general repudian la impunidad en la que estos hechos suceden de manera cada vez más natural en un país que pide a gritos la organización social para hacer frente a esta violencia que nos arrincona un poco más cada día. “Todos somos Sicilia”.
** Cuauhnahuac es el antiguo nombre que los pobladores indios dieron a Cuernavaca… (Nota del autor). |
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