noviembre 2008 / Reseñas

No.015_Plexilio

…………………………………….

plexilio-01.jpg Plexilio
Ángel Rafael Nungaray
Editorial La Zonámbula, 2008

 

……………………………………..

 1

Hay cielos más propicios que la sangre

;

Devastaciones más benignas que el espíritu

;

Vigilias ciegas como la sed del cuerpo

(Ciega es la voz que participa

En el plexilio y sus comarcas.)

El cuerpo es el blanco

;

La sed, la flecha.

La aridez se reúne en la visión

;

La transparencia en la fortaleza del arco.

La  velocidad  de la sed

Es directamente proporcional

A la vigilia del cuerpo.


2

Existir es alejarse.

Cada verso

Me aleja de la pendiente,

La escritura establece

Un diálogo  (un abismo)

Entre el ser y su reflejo.

(Estoy interrumpiendo ese diálogo.)

Existir es alejarse.

La lejanía es el eje,

Tan mutable

Como la flama.


3

La fuente permanece inalterable.

El espíritu y sus cauces son la vía.

El desierto permanece inalterable.

El espíritu y sus cauces son la vía.

La atávica proximidad de Dios permanece inalterable.

El espíritu y sus cauces son la vía.


4

La (in)vulnerabilidad se extiende

Como un canto

;

(Sigo el sesgo a una estación propicia

E ignoro el mecanismo del retorno)

Madura el ancla en el árbol de la médula

;

La sed es un cielo anticipado,

Un relámpago  inmóvil en la memoria

De la arboleda.

El fruto flamígero de la sed

Ya está cantando.


5

Desde los cauces

El alba es la sed

;

La sed se inscribe

(a)parte

:

Se sujeta a la ley del cuerpo.

El cuerpo es el eje  del fuego

(El fuego es el cauce)

Como el cenit

:

El sueño.

 



Leer reseña…

 


{moscomment}

 

 


noviembre 2008